sábado, 22 de octubre de 2011

RIGIDEZ COGNITIVA: GENTE RADICAL.



El dueño / la dueña de esta rigidez del pensamiento (cognitiva) piensa que todo se debe hacer como él / ella dice, porque es la única forma. Le cuesta concebir que puede haber otros modos de hacer las cosas y que su visión no es la única. Le resulta casi imposible reconocer que puede estar equivocado/a.

Hay gente que camina pro el mundo con ideas fijas. Que NUNCA cambian de opinión, luego: ¿No meditan sus pensamientos y/o decisiones?

Errar es de humanos. Pero más de humanos es rectificar tras los errores, no importa cuántos se cometan. Donde dije digo, digo Diego... Y es porque he meditado mis pasos. A lo mejor mis primeros pasos fueron dados de manera impulsiva, espontánea, visceral, sin razonar. Pero,..., haciendo uso del logos y la cognitio razono y, tal vez, modifique. La gente radical NUNCA modifica, dicen eso y eso es y punto pelota. NO ME GUSTA LA GENTE RADICAL. Me gusta la gente que es radical pero tras experimentar, decidir "a posteriori" de haber meditado. Quien "a priori" es radical, no es digno de mi admiración. Pues ser radical porque sí, es simplemente el reflejo que da un espejo en que se mira un/ a rígido/a cognitivo/a : no cavila, medita, discurre....


Prometo esforzarme en no ser rígida cognitiva... Prometo ser más cerebral que visceral, pues odiaría ser radical sin meditar.

A TU HIJA, TU HERMANA, TU SOBRINA....




En el año 2009 llegó a mis manos un libro que, probablemente de haberlo hecho en el 2004, como mínimo me hubiera advertido de un riesgo posible en la vida de toda mujer (hablo en este post de la Violencia Machista y en el seno familiar, no de la Violencia surgida en familias de condición sexual homosexual ni de los casos, que también los hay, de mujeres maltratadoras que ejercen violencia hacia sus parejas masculinas).

Mi historia vital está empañada con el contenido de este libro. Y, precisamente por mi experiencia, es que quiero compartir esta información. Tal vez alguna mujer la lea, tal vez algún padre que tenga una hija la lea, tal vez algún vecino se sienta en la necesidad de llamar al 016 la próxima vez que escuche gritos de la casa de al lado,..., tal vez a alguien le pueda servir de ayuda pues prevenir es siempre mejor que lamentar.


El libro del que hablo es HOMBRES MALTRATADORES de la Colección ACEBO (autores Andrés Quintero y Pablo Carbajosa). Según este libro, se entiende por maltrato psicológico toda manipulación, que ejecuta la persona que ejerce la violencia, para dominar y subordinar al otro; es lo que Marie-France Irigoyen (2006) llama "la colonización de la mente" . El abuso psicológico es un intento para lograr controlar al otro, minando su confianza y su autoestima, y aumentando su vulnerabilidad para que se vuelva totalmente dependiente del dominador.

En muchos casos la violencia psicológica, incluso para un observador externo, puede resultar imperceptible, si bien la reconocemos en los extremos de insultos y menosprecios explícitos. Lo más terrible de este tipo de maltrato es la influencia sutil, permanente y diaria que utiliza el hombre que agrede para ir colonizando la mente de su víctima, en un proceso que comienza desde el inicio de la relación. Esta violencia no se presenta sólo en la confrontación directa, sino que también se expresa en la seducción, donde el abuso se envuelve en palabras que parecerían de afecto y de interés, pero que tienen como objetivo lograr el total dominio físico y mental de la mujer. En este caso, el hombre esconde sus celos patológicos detrás de su supuesto interés y preocupación, su necesidad de controlar camuflada en permanentes muestras de cariño, etc.

A través de esta violencia se busca desestabilizar a la persona, destuyendo la confianza en sí misma, erosionando su seguridad, sembrando dudas en sus ideas y convicciones, vulnerando sus espacios íntimos, aislándola socialmente, cortando sus vínculos y llevándola a pensar y actuar como quiere el agresor: su objetivo es la dependencia y subordinación total de la mujer, y cualquier muestra de autonomía le resulta ofensiva.

Para lograr este objetivo el agresor utiliza distintas modalidades de maltrato, tales como:

- ABUSO EMOCIONAL: en el que se desvaloriza y menosprecia a la mujer, comenzando con sutiles críticas a su modo de pensar, actuar y vestir, que van aumentando cada vez más a medida que se consolida la relación, con desprecios explícitos, atacando sus puntos débiles y criticando cada una de sus acciones e ideas, entre otras formas. Se utiliza bastante a menudo el chantaje emocional buscando hacer sentir culpable a la mujer. Cuando no quería que su nueva pareja saliera, un maltratador le decía a su mujer: Si quieres salir, sal, no importa, yo me quedo aquí. Quería comentarte un problema que tengo, pero no importa, sal y diviértete con tus amiguitas, por lo que veo ellas son más importantes que yo, yo veré lo que hago solo... No hice planes porque creía que querías estar conmigo, pero si tienes otros planes, no importa....


Estas acciones son intentos de socavar la seguridad y autoestima de la mujer. Destruyendo estos dos aspectos importantes para el desarrollo personal, la vuelve más vulnerable, tornándose más dependiente de sus deseos y caprichos.

Es una violencia difícil de percibir por la sutileza con la que va logrando que la mujer dude de sus propias capacidades y de su manera de percibir la realidad. Algunas formas de este abuso son el desechar o no tomar en serio las ideas que la mujer aporta, desvalorizar sus experiencias o también ser indiferentes a ellas, criticar sus creencias y responsabilizarla de todos los errores y problemas. Si esta estrategia no es suficiente para dominarla, aumenta el maltrato y pasa al nivel del abuso verbal. Que siempre es la antesala de la violencia física.

ABUSO VERBAL: adopta tres formas, como señala Ramírez (2000): la cosificación, la denigración y la amenaza. La primera se produce cuando el hombre trata a la mujer como un objeto, quitándole su humanidad. Denigrarla es no dar ningún valor a su palabra e ideas, al criticarla, juzgarla y definirla de forma peyorativa y descalificadora, haciendo que piense que no tiene ninguna capacidad o virtud, como lo expresan algunos agresores: ES QUE ELLA NO SABE HACER LAS COSAS, YO SÓLO QUIERO QUE ELLA APRENDA, PERO ESO LE MOLESTA. YO LE HABLO Y LE EXPLICO CÓMO TIENE QUE HACER LAS COSAS, PERO NO APRENDE O NO SÉ SI LO HACE A PROPÓSITO, PORQUE HACE TODO AL REVÉS.

Las amenazas verbales son formas de coaccionar mediante promesas de que si no hace lo que él quiere, la va a golpear; es como un ULTIMATUM QUE REALIZA ANTES DE PASAR A LA VIOLENCIA FÍSICA.

ABUSO ESPACIAL Y SOCIAL: esta modalidad de violencia estaría incluida tanto dentro del maltrato psicológico como del físico, porque se refiere a todas las prohibiciones que va estableciendo la persona que agrede a la libertad de movimiento y de interacción del otro, controlando lo que ella hace, con quién puede hablar, a quién puede ver, lo que debe leer y qué actividades puede o no hacer, incluyendo las relaciones que puede tener con su familia de origen y prohibiendo cualquier lugar de independencia y de intimidad propio.

Esta violencia comienza siendo indirecta, primero criticando a sus amistades, marcando sus defectos por encima de sus virtudes, menoscabando sus actividades, logrando que vaya dejándolas y abandonándolas porque debe ocuparse exclusivamente de él; a medida que la separa de sus amistades, le coarta sus espacios propios, primero controlándola y acompañándola a todos los lugares que asiste. También utiliza el chantaje emocional, con lo que busca que ella se sienta culpable por no estar con él y hacer otras cosas. La mujer ante el disgusto y el mal humor que generan en el hombre sus actividades, las va dejando de lado hasta que abandona casi todo lo que hacía antes de conocerlo y comienza a girar exclusivamente en la órbita del agresor.

Como puede observarse, al comienzo no existe una prohibición explícita: TÚ NO VAS,..., sino que se ponen malas caras (enojo, tristeza, etc), haciendo gestos o miradas de desaprobación, se critican las actividades como inútiles o pérdida de tiempo, etc.

ABUSO ECONÓMICO: Otro modo importante de menoscabar la autoestima y la independencia de la persona, busca conseguir que la víctima dependa económicamente de él. Si la mujer trabaja, EL HOMBRE COMIENZA UNA ESTRATEGIA PARA QUE ABANDONE EL EMPLEO. La mayoría de los agresores no se oponen abiertamente a que su pareja trabaje, sino que lo hacen a través del boicot y la descalificación: ELLA DEBERÍA PENSAR QUE CON SU TRABAJO NO ALCANZA PARA NADA Y ADEMÁS LO HACE MAL, SIEMPRE LE DIGO QUE LE PIDA AUMENTO A SU JEFE Y QUE LA DEJE SALIR ANTES PARA CUIDAR A LOS NIÑOS. NO CREO QUE ELLA TRABAJE POR GUSTO, YO CREO QUE ELLA DEBERÍA PENSAR EN SUS NIÑOS. ELLA QUIERE TRABAJAR, ME PARECE BIEN PARA TENER MÁS INGRESOS, PERO LE DIGO QUE ELLA NO SABE HACER NADA, QUE LA VIDA LE FUE FÁCIL Y QUE CURRAR ES DURO. NO SÉ SI PODRÁ HACERLO.


ABUSO FÍSICO: Generalmente, cuando se habla de esta modalidad de violencia, se centra en los golpes, empujones, zarandeos, etc,..., que son visibles y que aparecen cuando las estrategias psicológicas no son suficientes para dominar a la mujer. Pero en realidad también es violencia física controlar cómo se viste y actúa, algo que aparece casi al inicio de la relación. Por ejemplo, le dice que las minifaldas le quedan mal, que usa ropa provocativa, que habla mucho, que coquetea constantemente con la mirada (en mi caso particular me obligaba a llevar gafas de sol de las ultra oscuras por la calle, si me oponía era motivo para desplegar toda su violencia sobre mí), ... Esta modalidad de violencia se llama CONTROL DEL CUERPO Y DEL MOVIMIENTO, para diferenciarla del maltrato de los golpes, empujones y otras expresiones contundentes de maltrato físico.

Para lograr este control se critica y menosprecia la forma de actuar, hablar y vestirse. A medida que va evolucionando la relación, la mujer se vuelve más insegura, llegando a dudar de cómo se comporta y evita hablar porque no sabe qué decir. Esta violencia se agudiza cuando comienza la convivencia; en muchos casos se le prohíbe salir y hablar con otros o realizar cualquier actividad que el hombre no consienta. Además, la violencia física se usa como intimidación cuando se destruyen cosas o pertenencias apreciadas por la mujer, se le muestran armas o se utilizan para amenazar.

El maltrato a través de golpes también va aflorando, llegando a suceder brutales palizas que ocasionan, en muchos casos, la muerte. Es importante destacar que si bien se dice que este tipo de maltrato es posterior al psicológico, se pueden producir golpes y bofetadas al inicio de la relación y en el noviazgo.

Esta violencia no sólo vulnera el cuerpo, sino también la esfera psicológica, porque el maltrato físico tiene como objetivo dañarla emocionalmente, destruyendo la autoestima y toda iniciativa que aún le quede.

Según un importante artículo de la revista "Alfa y Omega", los maltratadores suelen provenir de hogares violentos, en los que han visto maltratar, y en los que les han maltratado. Estas personas pueden padecer trastornos psicológicos y, muchos de ellos, utilizan sustancias, como el alcohol, que ayudan a potenciar su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, ...; son emocionalmente inestables, impacientes e impulsivos. Los maltratadores trasladan habitualmente la agresividad que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres. Además, consideran a la mujer como algo de su propiedad. Dentro de su patología, está el arrepentimiento frecuente, y la mujer malinterpreta este arrepentimiento, que sólo es temporal, hasta el próximo golpe.


El abusador tiende a ser una persona aislada, no se relaciona mucho con otros, es celoso hasta de su propia sombra, tiene baja autoestima. Esta es una característica que siempre tiene, una autoestima a raíz del suelo, que le ocasiona frustración y la frustración trae violencia. Además, tiene unas expectativas rígidas de su rol sexual como hombre. Este es el típico macho. Y el machismo lo que está tapando, es un complejo de inferioridad, la baja autoestima. Por eso trata de aparentar lo que no es. Generalmente los abusadores que golpean, que hieren, presentan un lado suave. Hay muchos muy educados, hasta religiosos.


John Bradshaw afirma en su libro "Homecoming", que "el niño interno" herido de una persona le puede llevar a comportarse violenta y cruelmente. La persona no asume la responsabilidad por sus actos porque piensa que los culpables son los demás. En el caso de la esposa maltratada por ejemplo, el hombre violento la responsabiliza a ella por sus propias acciones. A veces la violencia del abusador oculta el miedo o la inseguridad, el terror que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia. Al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás.


TIPOS DE MALTRATADORES

En su libro "When Men Batter Women", Simon y Shuster proponen dos tipos de maltratador:

1.EL COBRA

◦Es muy probable que sea agresivo con todo el mundo.
◦No depende emocionalmente de otra persona, pero insiste en que su compañera debe hacer lo que él quiere siempre.
◦Es más propenso a amenazar con cuchillos o revólveres.
◦Se calma internamente, según se vuelve agresivo.
◦Es difícil tratarlo con terapia psicológica.
◦Posiblemente haya sido acusado de algún crimen.
◦Abusa de las drogas o del alcohol.


2.EL PIT-BULL

◦Solamente es violento con las personas que ama.
◦Es celoso y tiene miedo de que lo abandonen.
◦Priva a su esposa o novia de su independencia.
◦Pronto a la ira, a vigilar y a atacar públicamente a su compañera.
◦Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión.
◦Tiene algún potencial para la rehabilitación.
◦Probablemente no ha sido acusado de ningún crimen.
◦Posiblemente tuvo un padre abusivo.


Estos psicólogos afirman en su libro que "O.J. Simpson es un 'pit bull' típico que muestra su comportamiento más monstruoso solamente con la mujer que ama". El "pit bull" espía a la mujer continuamente creyendo que ésta le engaña. Es un esposo o novio muy celoso. A todas las personas que lo tratan le cae muy bien, excepto a sus novias o esposas. Es muy buen seductor, cálido, afectuoso y caballeroso en exceso en la etapa de seducir a la mujer.

Por otro lado, el COBRA a menudo es un sociópata. Es frío y calculador, engaña fácilmente a su víctima y puede ser un sádico. Su violencia surge de su necesidad patológica de salirse con la suya, ser el jefe siempre, y asegurarse de que todo el mundo (incluyendo su esposa), sabe que él es el jefe. Después de que su mujer ha sido físicamente maltratada y tiene miedo, a veces cesa este tipo de abuso y lo reemplaza con un constante maltrato psicológico, a través del cual le deja saber a su víctima, que el abuso físico podría continuar en cualquier momento. Los psicólogos investigadores, autores del libro sobre este tema ya citado, concluyeron que el maltrato raras veces cesa por sí solo y, sobre todo, raras veces cesa.