lunes, 14 de junio de 2010

EL CAFÉ DE SIEMPRE


Vivimos en la era del "corre corre", intento no dejarme llevar por esa marejada de corriente en mi día a día. Pero difícilmente logro no contaminarme de esta común influencia.

Imposible hacer los retiros espirituales de antaño, los de mi veintena. Las responsabilidades,los horarios y las actividades diarias lo hacen inaccesible.

Estoy en facebook, me conecto al messenger,..., tal vez malgaste mi tiempo en las redes sociales, no lo sé,..., no sé si lo malgasto o lo invierto, pues muchas cosas positivas ha absorbido y aprendido mi cerebro de estos lugares cibernéticos. Sin contar con las incontables amistades a lo largo y ancho de todo el mundo y con esos reencuentros fastuosos con gente querida de la que perdí pista en algún lugar y momento del camino de la vida. En definitiva, llevo móvil, estoy en la red,..., siempre conectada.

Hago habilidades con las horas del día para cumplir con mi deber de trabajadora, de madre, de ama de casa, de estudiante y de librepensadora amante de la escritura. Paro mi reloj cuando de jugar con mi hijo se trata, ¡ me encanta meterme en los zapatos de la Anayra de 4 años para ser compañera de juegos de mi bebe! Y,..., de repente, soy la presentadora de un Circo Espectacular con la actuación estelar de SUPER SPIDERNAYAR o la jugadora de fútbol número 1 ( a pesar de que odio el fútbol) pateando la pelota con mi hijo en cualquier parque o plaza. También me gusta reencontrarme en los largos paseos ( ¡ cómo me relajan !) y el contacto con la Naturaleza ( adoro los animales, en especial los perros y los caballos, el Mar, la playa,..., y ... todo esto requiere paz interior y relojes parados).

Camino al son de la era de las telecomunicaciones. Trato de expresar todo lo que siento, pienso y anhelo , sin miedo. Uso los medios que tengo a mi alcance para ello. Escribir es mi terapia. La escritura son pisadas en la Luna donde, como no hay gravedad, siempre permanecen eternas. Escribir es plasmar en una hoja tu alma. Nunca sabes quién la pueda capturar, nunca sabes a quién puedes o no llegar. Todos tenemos mucho que expresar, que manifestar, sólo tenemos que encontrar el tiempo y el modo de hacerlo. Muchos/as lo hacen a través de la música y,..., de repente, llegan a muchas almas desamparadas, perdidas y descobijadas convirtiéndolas en cuna de fuerza interior y cambio positivo. Otros/as lo hacen a través de la escultura, la pintura, la interpretación, el teatro,..., lo importante es expresarse. Lo demás lo hacen las leyes de la naturaleza y la justicia humana.

No obstante, he observado que todos/as cada vez tenemos menos tiempo que dar a los demás porque,obvio, tenemos cada vez menos tiempo para nosotros/as mismos/as. Ni tan siquiera tenemos tiempo de deleitarnos con el susurro del café subiendo por el filtro de una cafetera tradicional. Todo lo queremos en menos de dos minutos ( bueno, féminas,..., todo o casi todo, jeje), como los eslogan publicitarios de la comida para microondas, como los spots comerciales de las cafeteras modernas de última generación que con solo meter una capsulita de café, sin sonidos, ni aromas intensos incluidos en el proceso de su producción, tienes en menos de un minuto una taza de café. ¿Qué fue de ese placer de observar cómo salía el vapor de la cafetera, de escuchar ese gorgojear estimulante de por sí y de deleitarnos con el intenso aroma del café recién hecho en una cafetera de las de siempre ?

Yo,..., por ahora, prefiero conservar mi cafetera de siempre y prometerme no olvidar dedicar tiempo para expresarme, para compartir con la humanidad lo que he vivido pues,.., ya se sabe, la experiencia de uno es sabiduría de muchos.

















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