A WARIS DIRIE

Haber leído sus libros, haberme adentrado en su contexto social y personal, haberme puesto en su piel,..., han hecho que el deseo de pleitesía a su persona magnánima se apoderara de mí.

Mujer de esbeltez perfecta. Armonía radical entre su ser entero y alma: belleza suprema, la de su ser anímico y su ser físico.

Luchadora incansable desde su dura infancia. Esa niña tantas veces marginada, humillada y maltratada psicológicamente por su propio Padre, ese Abba africano que la curtió en el dolor y para el dolor ( a lo que ella se negó rebelde y formidablemente). Bajo la mirada atenta de su Madre, la eterna sufridora de los ojos marrones más bello que Waris vio nunca.


Ser del desierto africano y, encima, ser nómada Touareg es duro. Pero más duro es si eres mujer. La vida puede acabar para ti en cualquier momento, basta con que a un hombre se le cruce ese pensamiento en su retorcida e involucionada mente.

Ella, pese a haber logrado huir -el universo de las pasarelas y la moda fue su salvación-, aún recuerda todo lo que vivió y sufrió. Y, por su inmenso corazón, creó la primera organización mundial (www.waris-dirie-foundation.com) en defensa de las niñas víctimas de la mutilación genital femenina y para luchar contra esta práctica salvaje y asesina. Lo mínimo que puedo expresar yo es mi gratitud, GRACIAS POR EXISTIR WARIS DIRIE, GRACIAS POR DARNOS TAN ALTO Y CLARO TU MENSAJE A LA HUMANIDAD. La sangre derramada no habrá sido en vano. Porque TU PALABRA, ADORADA WARIS, PASARÁ DE BOCA EN BOCA, DE CONCIENCIA EN CONCIENCIA POR TODOS LOS RINCONES DE NUESTRO PLANETA TIERRA.

Eres mi inspiración para ser una mujer dura y fuerte ante la selva vorágine de maltrato machista y sexista que he vivido en mi vida. Dura y fuerte, pero... , como bien eres tú mi inspiración,..., eso no significa dejar de ser empática y sensible.