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miércoles, 19 de septiembre de 2012
CINCUENTA SOMBRAS DE GREY. IMPRESIONES (segunda y última parte de este primer tomo de la Trilogía)
<< Termino de ducharme y, como no me he lavado el pelo, me seco enseguida. Me visto en el baño, y saco los vaqueros y la camiseta de mi maleta pequeña. Los vaqueros me rozan el trasero, pero, la verdad, es un dolor que agradezco, porque me distrae de lo que le está pasando a mi corazón astillado y roto en mil pedazos>>.
(Cincuenta sombras de Grey. E.L. James. Página 537).
Este párrafo resume el porqué de una persona a la que le vaya el sado (como pasivo/a o como amo/a)... Seguramente en el fondo de tanta carnalidad y demencia un gran dolor anímico y espiritual sea tan grande que, para evadirse del mismo, sea mejor para esa persona sentir o hacer sentir dolor físico.
Llegué al final del primer libro de la trilogía. Un sabor agridulce y muchas preguntas merodeando por mi mente. Habrá que leerse los otros dos para resolverlas.
En todo el primer libro pude observar una contradicción entre la subconsciente (dicho en femenino) y La Diosa que Ana lleva dentro. La autora por momentos parece establecer paralelismo entre ambos conceptos, pero en otros momentos las separa y hasta las ve como dicotómicas. Al final no me quedó claro si la subconsciente es La Diosa o son dos entes distintos...
En el climax del libro, en las últimas páginas, asistimos a lo que debería haber sido una escena típica Vainilla. Un piano, dos amantes (¿?) ,..., me faltó la chimenea y que realmente aconteciera una escena Vainilla en este momento. Lo que realmente sucedió en el libro a estas alturas me retorció la tripa. ¡Seis! ¿Aguantó seis? Yo no hubiera aguantado ni uno. Y no quiero destripar aquí esta escena porque quiero que se lean el libro. De verdad, merece la pena meterse en la piel de Anastasia Steele y... Sobre todo, de Christian Grey.
En relación a Christian Grey,..., no se disuelve una gran duda que mantiene el lector/la lectora en todo momento mientras lee el libro. ¿Qué le pasó realmente en los cuatro primeros años de su vida y a qué se debían las cicatrices de su pecho? (¿quemaduras de cigarro de su madre prostitua adicta al crack?, ¿o es que en algún momento de su vida fue sumiso, en manos de quién? ¿Mrs Robinson?).
Lo dicho,..., ¡lean el libro y disfrútenlo! Yo me quedé en el climax,..., en las últimas páginas. Espero que los tomos dos y tres... ¡Me lleven al orgasmo en sus últimas páginas! Porque al final fue como si... No sé... Me faltara algo en ese final del primer tomo.
En Tenerife, a miércoles 19 de septiembre de 2012.
Ana Nayra Gorrín Navarro.
Ay, amiga, yo ya voy por la mitad del segundo libro, y me tiene tan enganchado como el primero. Yo entiendo que son dos entes diferentes, su subconsciente, que intenta poner sensatez, y su diosa interior, que viene a desatar ese lado "oscuro" del deseo sexual hacia él.
ResponderEliminarEn cuanto a Christian Grey, creo que es una mente enferma y enfermiza, que habrá quien lo justifique con su pasado y quien no. Pero está claro que es una mente atormentada.
El final del primer libro, sin desvelar nada, solo opino que es el yo esperaba. Solo podia tener ese final tal como se desarrollaba la trama.
Y termino diciendo que totalmente recomendada la trilogía
Gracias Antonio! Es todo un lujo que comentes mi blog. Gracias! Besos
ResponderEliminarGracias Antonio! Es todo un lujo que comentes mi blog. Gracias! Besos
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