¡FIN DE SEMANA!

¡Al fin llegó! El fin de semana...

EL tiempo para despertar relajadamente junto a mi hijo sin el corre que te corre de entre semana para llevarle al colegio e ir rauda a mi trabajo. Para desayunar con calma y sin la frasesita dichosa en mi boca:

-¡Corre hijo, tómate la leche que llegamos tarde!

Para saborear el despuntar del Sol con unas buenas tostadas con mermelada y un cafecito rico al estilo alemán, mi hijo su Cola Cao y tostadas de Nutella (lo admito, yo también le pego algún que otro bocado a dichas tostadas).

Para que se vaya desarrollando pausadamente la mañana con los sonidos normales y habituales de la calle, que entre semana con tanto stress me pasan inadvertidos. La banda sonora de mi hogar es la vocecita de mi hijo jugando con sus muñecos de Spiderman, Hulk, Batman, Iron Man,... La Batcueva, el Batcoche, el Bathelicóptero y todos sus juguetes acaban desparramados felizmente por el salón de casa mientras la tele retransmite sus dibujos favoritos del Canal Satélite Digital Plus.

Planificar una tarde otoñal de sábado con él. ¿Al cine? ¿A algún parque? ¿A volar la cometa de Rayo Mc Queen en la playa? ¿A la plaza del pueblo en compañía de los otros niños del pueblo y demás Mamis?

¡Qué delicia! ¡Qué tranquilidad, qué paz!

Dulce maternaje y dulce infancia para mi hijo es mi objetivo.

Ya ayer por la tarde nos sentamos a hacer los deberes (siempre los hago con él) así que ahora tiene todo el fin de semana para disfrutar y relajarse. Y yo también.

El tiempo de oro con él. Sus ocurrencias, sun canciones a voz en grito mientras vamos en el coche. Las historias que se inventa mientras juega... ¡Qué gracioso es y cuánta imaginación tiene!

Luego,..., al caer la noche, dos veces al mes (normalmente sábado). Mi madre hace de abuela y yo suelo quedar con mis amigas para tomar algo y echarnos unas risas. Renovar mis energías y recargarme las pilas para amanecer dominicalmente absolutamente entregada a mi hijo, con las energías recargadas tras una noche de evasión, baile y risas con las amigas de toda la vida, las hermanas del pueblo.

Así el devenir del tiempo se afronta dulcemente.

Soy una persona de paz y quiero paz en la vida de mi hijo y la mía. Ojalá pueda irradiarla a los corazones que no tienen paz y que tienen su alma llena de sombras.

DIOS LES BENDIGA Y COLME DE PAZ, AMOR, SALUD Y BIENESTAR.

En Los Gigantes, a sábado 27 de octubre de 2012.