El cine ha llevado a la gran pantalla la historia de un pirata americano, el Capitán Jack Sparrow. Y siempre que hablamos de piratas nos viene su imagen (protagonizada por Johnny Depp) a la mente. Pero, ¿sabían ustedes que DOS DE LOS GRANDES PIRATAS DE LA HISTORIA FUERON CANARIOS? Y,...., ¡¡CÓMO NO, DE MI ISLA TINERFEÑA!! Bien podría fijarse Hollywood en la historia del pirata de San Andrés apodado CABEZA DE PERRO.
Ángel García nació en Igueste de San Andrés en 1800, en una pequeña casa blanca al lado del mar. Posiblemente desde su juventud se dedicaba a la piratería. El apodo de CABEZA DE PERRO fue debido a que siempre portaba un cuchillo artesanal canario que en su mango tenía la cabeza de un perro. Otra característica de él es que siempre iba cubierto con una capucha ya que padecía un mal que le llenaba de tumores la cara y el cráneo. Hecho que le acomplejaba y por eso siempre se cubría el rostro con una capucha.
Él era PIRATA, no corsario. La diferencia entre unos y otros está en la PATENTE DE CORSO, ya que los corsarios eran (para que nos entendamos) como funcionarios pues el estado al que pertenecía un corsario les daba una PATENTE DE CORSO o licencia para asaltar a los barcos de otras nacionalidades distintas a las suyas, matar y robar. Los piratas carecían de esta licencia y por ello cuando eran apresados debían enjuiciarlos y encarcelarlos (¡absurda burocracia!).
Realizaba sus actividades piráticas en las costas africanas y principalmente en el Caribe. En el barrio de San Lázaro, en La Habana (Cuba), poseía un palacio cuyo aspecto exterior era el de una dulcería; por dentro, estaba repleto de espejos y lámparas con incrustaciones de oro; las habitaciones se comunicaban con puertas secretas que daban a los sótanos de la muerte donde su fiel servidor, Plácido el Mulato, esperaba a sus víctimas; los cuartos estaban llenos de arcas con los frutos de las rapiñas (dinero, alhajas, relojes, etc...).
El episodio más conocido del pirata fue el asalto que, desde su barco insignia "El Invencible", efectuó al bergantín "El Audaz" en su recorrido desde La Habana a Nueva York. En la refriega acuchilló a los tripulantes y pasajeros, excepto a una mujer y a su hija, quienes se habían escondido; no obstante, cuando ambos fueron descubiertos los arrojó al mar, al tiempo que hundía el barco y emprendía la retirada. Sin embargo, en su huída Cabeza de Perro escuchaba el grito de la niña que clamaba a su madre que la cogiera en brazos y la salvara de morir ahogada. Este grito se le quedó grabado en la memoria al temido pirata. Hasta el punto de volverle loco y hundirlo en una profunda depresión.
La Torre Costera Defensiva de San Juan Bautista, conocida como Castillo de San Juan o Castillo Negro, en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife, isla de Tenerife (Canarias, España) fue la segunda fortaleza más importante en la defensa de Santa Cruz de Tenerife.
Se encuentra en pleno centro de la capital, detrás elAuditorio de Tenerife. Prevista su edificación desde hacía mucho tiempo ésta no tuvo lugar hasta 1641, bajo la presión de la política internacional suscitada al estallar la revolución de Portugal, tras la de Cataluñaencontrándose pues la Isla indefensa y amenazada. Por todo ello el Capitán General Luis Fernández de Córdoba y Arce exigió personalmente a los vecinos una contribución para hacer frente a dichas obras. Con los fondos recaudados se comenzó a construir el Castillo de San Juan Bautista cerca de la Caleta de los Negros, nombre con el que se conoció popularmente, finalizando las obras en 1643. Al cabo de un siglo de existencia empezó a amenazar ruina en frente orientado al mar, siendo reformado como consecuencia de dichas circunstancias y dando como resultado el aspecto que dicho inmueble presenta en la actualidad.
Situado cerca del Parque Marítimo, consta de una torre circular en el frente del mar con explanada al descubierto y parapetos con troneras, con emplazamiento para cinco piezas de artillería. Sus alojamientos lo constituyen dos locales abovedados bajo las explanadas con una superficie aproximada de 47 metros siendo la anchura del muro de mampostería de 1,5 metros.
Cada año en el mes de julio tiene lugar en los alrededores de este castillo la Recreación de la Gesta del 25 de julio, que conmemora el fallido intento del almirante británico Horatio Nelson de invadir la ciudad y el archipiélago.
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En los días siguientes, el pirata Cabeza de Perro no podía dejar de pensar en la terrible escena de la niña ahogándose junto a su madre y los gritos de auxilio de la niña y decidió abandonar su actividad pirata y regresar a su tierra natal para dedicarse a la agricultura.
Durante todo el camino desde el Caribe hasta las Islas Canarias el pirata no salió de su camarote, tras la llegada a la costa de Tenerife se apresuró a subir a la cubierta para ver el Teide y su pueblo natal.
Pero tras desembarcar en la isla, en una taberna del pueblo un guardia le reconoció por su cuchillo, fue apresado y llevado a la cárcel de la época en el Castillo de Paso Alto de Santa Cruz de Tenerife, en donde murió ejecutado. Se dice que instantes antes de la ejecución pidió un habano, donó la maqueta de un bergantín a la Virgen del Carmen y para demostrar su personalidad arrogante hasta el final, se atavió un pañuelo rojo en la cabeza y lanzó una mirada y una sonrisa irónica mientras recibía los disparos que acabaron con su vida.
Del mismo modo que sucede con el famoso corsario (también tinerfeño) Amaro Pargo, existe la creencia popular de que el pirata Cabeza de Perro también poseía un tesoro oculto, en este caso escondido en una cueva situada en una playa cercana a su pueblo natal. Hasta hoy en día, NADIE HA ENCONTRADO ESTOS TESOROS OCULTOS. Tal vez sea hora de ponerse a indagar en los archivos históricos de la isla e investigar un poco, jeje.
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