jueves, 11 de julio de 2019

¿Nuestra sociedad tiene valores?





 Nos preocupamos, pienso, en exceso del qué dirán, de la apariencia física, del aspecto, de nuestra ropa, nuestro cabello, de ir o no a la moda, del tener (una casa, un buen coche,..). Quien me conoce sabe que no hay persona más desapegada de lo material que yo y todo esto que detallo en el inicio de este post va en ese apego a lo material, que no es lo mismo que ser materialista. Pues esto es esta conducta de apego a lo material llevada al límite. Y pienso que todo ser humano tiene su lado espiritual, más o menos avanzado y desarrollado pero lo tiene (el tercer ojo del que hablan los hindúes, los árabes y, en general, todos los asiáticos). Unas personas tienen este tercer ojo más desarrollado que otras, esto se puede ver hasta en una simple fotografía de la persona (se aprecia una ligera hendidura en el centro de la frente, entre las cejas y localizándose en el centro). Los hindúes se pintan esta zona para estimular su desarrollo.



Este tema de Deepak Ram que adjunto aquí abajo ahora puede ayudarte a serenar tu espíritu y limpiar tus chakras. Escúchalo mientras lees esto.





¿Qué valores tenemos en Europa y Norte-América? ¿Qué valores hay en las sociedades llamadas "avanzadas"? Estamos desarrollados en derechos, libertades, estructuras sociales, infraestructuras de los países, servicios, medios, modos,...Pero,..., en lo básico, ¿realmente estamos avanzados o estamos involucionando como seres humanos? ¿Por qué en las grandes ciudades hay tantos niños y niñas bien vestidos / as pero tan tristes y con tantas miradas de auxilio, por qué con tantas enfermedades, trastornos de conducta, hiperactividad, espectro autista, déficit de atención, ansiedad, miedos, depresiones,...., y si paseamos por La India, en todas las calles, las miradas de los niños rezuman felicidad aún viviendo en la más sórdida y solemne pobreza?

Se nos calla la creatividad y el sabor de hacer todo por nosotros mismos desde El Jardín de Infancia. Se nos prefiere adoctrinados como robots para que todos hagamos lo mismo, si hay alguien que se sale de la fila se le trata de extraño, diferente, rebelde, R-A-R-O. Entonces, se le margina y se le hace el vacío automáticamente. ¡Esta es la sociedad avanzada que tenemos! La que profesa el odio y la idolatría constante al becerro de oro (da igual a quién: al influencer de moda, al jugador de fútbol de turno, al último móvil que ha salido en el mercado,...) pero se olvida de hablar con el vecino y de preocuparse en conocer su entorno (del pasado y del presente para poder así tener una idea de cómo será en el futuro).


Tal vez les canse con mi eterno discurso de ser humildes y de apreciar la belleza de las cosas simples de la vida. Pero es que en mis 40 años de paso por este mundo he aprendido que no hay nada más bello que procurar ser antes de tener. Obviamente que nos tiene que preocupar cubrir las necesidades básicas de los nuestros y que queremos que nuestros hijos lo tengan todo sin excepción, pero no podemos olvidarnos de que a cada cosa hay que darle la importancia debida, ni más ni menos. 

Estamos enfermos de prisa. Todo tiene que ser ya, si dices "espera" (porque necesitas acabar algo primero o siquiera P-E-N-S-A-R en el modo más efectivo de realizar algo antes de hacerlo) ya se desata una tormenta de ira contra ti que no sabes ni de dónde viene. ¡Espera no, ya! Suelen decir los niños pequeños, para quienes la inmediatez es su único reloj (¡es increíble cómo llegan al mundo con la ansiedad y la prisa ya interiorizada!). Tomemos nuestro tiempo en hacer las cosas, en respetar la paz interior del prójimo sin arrebatársela sistemáticamente con violencia extrema, en escuchar activamente al prójimo (pero sin convertirnos nosotros mismos con esto en el recipiente de basura donde todo el mundo tira sus mierdas, esto me ha pasado con personas egoístas y he tenido que filtrar mucho mis amistades). Con el tiempo aprendes a ser selectivo, ¡en todo!, y puedes aprender a seleccionar incluso lo que te afecta y lo que no. Pero hace falta mucha fortaleza de espíritu para que esas olas enormes que pican la roca dura de tu espíritu no terminen por doblegarte y que esa roca fuerte termine dañándose, quebrándose y, finalmente, rompiéndose y hundiéndose mar adentro.

Hoy en día es difícil encontrar , dentro de nuestra sociedad "avanzada", personas QUE SEPAN ESCUCHAR. Todo el mundo sabe hablar, aunque no digan nada, pero escuchar CASI NADIE. Tuve la dicha de tener un primer amor indígena americano (no  hindú de punto, indio de pluma jeje) a través de quien conocí a un Chaman amerindio que me enseñó la importancia de saber escuchar y no hablar si no es estrictamente necesario. La conversación es importante para las personas, ¡obviamente! Pero ha de ser eso: CONVERSACIÓN, en la que las dos partes se han de profesar escucha activa, no solo una parte. Y nunca se ha de hablar negativamente de algo o alguien si no es para mejorarlo, para que se de cuenta de su trayectoria (tal vez no sepa en qué camino está) y ayudar, siempre ayudar. No profesar odio generalizado porque eso llena el ambiente del lugar que habitas o frecuentas de energías negativas difíciles de limpiar y que cuando se acumulan desencadenan absolutas desgracias. ¡Así de importante es la energía que tenemos y damos al mundo!



Somos espejos, si hablas mal de algo o alguien es porque ese mal existe en tu interior. Si alguien te enfada sobremanera, es porque ese alguien ha descubierto la manera de dominarte. 



¿Verdad que lo más maravilloso de tu vida aconteció sin ser planificado? Sucedió porque sí, porque tenía que llegar a ti. No intentes tener el control de todo, ¡NO ERES DIOS! Quédate quieto, en silencio, observa, ama y comprende al prójimo. Aléjate de personas ruidosas y agresivas que no prediquen la escucha activa, son vejaciones para el espíritu. Y mantente sano espiritual y físicamente, alejando tu mente de drogas y alcohol que te secuestran tu alma y la venden al diablo. La vida pasa en un suspiro, es como el viento pasando por las plumas del atrapa-sueños que es tu vida. Y, cuando quieras darte cuenta, habrá volado llevándote consigo, trasladándote a la otra dimensión espiritual donde nada de lo que has aprendido en esta tierra, en este mundo de apegos materiales, te va a servir. En esa otra vida sólo podrás usar tu sabiduría espiritual, ese bagaje que te habrás llevado, o no, de este mundo terrenal. 


Todos, sin excepción, tarde o temprano morimos. Preocúpate de que te recuerden con amor, afecto y una sonrisa de oreja a oreja y no con un gesto atribulado en la cara al evocar lo mala persona que eras y la estela de energía negativa que dejabas a tu paso. 

Ana Nayra Gorrín Navarro.

Jueves, 11 de julio de 2019.








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