Después de 'Cristal' y ' La dama de rosa' , dos culebrones venezolanos que vi junto a mi madre en mi adolescencia, tuve un período de no volver a ver más telenovelas. Llegó mi único esposo de facto hasta el momento -con quien conviví casi 4 años y tuve a mi hijo- y me enganché con él y sus amistades marroquíes a los culebrones hindúes en los canales marroquíes. Y, tras muchos años sin verlos, ¡¡vuelvo a engancharme a las telenovelas!! En esta ocasión turcas.
Ayer por casualidad llegué al canal Divinity haciendo zapping, eran las dos de la tarde tras el almuerzo en familia y con el café al fuego. Llegué al canal justo con la cabecera de entrada de una novela llamada 'Kara Sevda: amor eterno', me envolvió de tal manera que solo el gorjeo de la cafetera avisando de que ya estaba listo para retirar del fuego me sacó de mi ensimismamiento ante el televisor. Me serví el café y acudí rauda frente a la pantalla. Vamos... estuve toda la tarde viendo los tres o cuatro capítulos seguidos que dieron de esta novela y luego me enganché a la que siguió después llamada 'Erkenci Kus: pájaro soñador', el actor es Can Yamal, el hombre más sexy y guapo de Turquía en estos momentos y de más está decir que me quedé hasta bien entrada la tarde frente a la pantalla.
Después, me fui a nadar a la playa de mi pueblo y a disfrutar de la caída del sol frente a mi libro de Woody Allen 'A propósito de nada' y mi musiquita flamenco enchufada a los oídos con los auriculares del teléfono móvil. Ya ven,..., soy muy autosuficiente buscándome la felicidad y paz interior. Con cosas muy sencillas y gratuitas soy feliz.
¡Feliz comienzo del mes de julio! Ya hemos sobrepasado la mitad de este año tan raro, esperemos que todo lo malo lo dejemos atrás y que lo que venga a partir de ahora sea pura fiesta flamenca, salud, alegría y gozo para todos/as.
Un abrazo enorme lleno de amor y paz para todos/as.
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