Días de agosto

El octavo mes del año llegó y el calor en su máximo apogeo con él. 

En un pueblo costero del suroeste de Tenerife no hay otra opción de entretenimiento que irte de terrazas al atardecer y previo a este momento tostarte bajo el sol en alguna de sus playas de arena negra o de piedras volcánicas. Bueno, yo no soy de tostarme, tengo la piel blanca más dura que el corazón.

Construí mi propio cielo y en él vivo tan feliz, sola y libre. 

No hay mayor placer para mí que leer en la playa sin que nadie te moleste. Enchufar mis auriculares al móvil con mis playlists de música medicina y adentrarme en una novela en la sola compañía del útero del planeta: el Mar.

Y es entonces cuando me percato de que la mayoría de actividades que nos pueden proporcionar la felicidad ¡¡son gratis!! Y de que realmente hasta puedo vivir sin trabajar, me consideraba adicta al trabajo. Y no pasa nada porque nadie te necesite, en ningún ámbito de tu vida, yo sola me basto y sobro. Y si he generado autonomía y autosuficiencia en mi hijo es porque le estoy criando bien, curtiéndole para ser un hombre fuerte e independiente, justo lo que yo siempre he querido ser. 
¡¡FELIZ AGOSTO A TODOS/AS!!