Toda la vida nos han contado que Dios creó a Adán y lo soltó en el paraíso, que pasado un tiempo este estaba aburrido y deprimido y Dios, viéndolo tan triste, decidió sacarle una costilla (wtf?) para hacerle su igual pero en género opuesto “para que le entretuviera y sirviera” (¿perdonaaa? A lo Belén Esteban).
Entonces… ¡apareció
Eva! Con su cabello largo, su piel de seda y su mirada picarona que sedujo al
momento a Adán. Muy pronto descubrieron que sus cuerpos eran diferentes y que
había ciertas partes que al encajarlas les daban un placer fuera de órbita. Juntos
pasaban el tiempo sin darse cuenta, los días se sucedían a las noches en una
suma continua de conversación, sexo, diversión y lujuria compartida. De vez en
cuando discutían, no sabían muy bien por qué razón pero muchas veces ambos
tenían una percepción diferente de las cosas y eso les llevaba a la disputa. Pese
a ello hasta eso era placentero dado que les sacaba de la rutina, pelear
verbalmente se tornaba también un placer pues al reconciliarse conjugaban sus
cuerpos en un regodeo aún mayor. Eva hacía todo en casa, Adán no hacía nada
salvo ir a cazar y pescar por la mañana y a veces ir a coger frutos pues no
quería que Eva saliera de casa, ¡no fuera a aparecer otro Adán por ahí y le
pusiera los cuernos con él! Pronto tuvieron niños/as y Adán no participaba en
nada con ellos, todo recaía sobre Eva. Al fin y al cabo Dios la había creado
para darle placer como hombre, llenarle de hijos y mantenerla siempre encerrada
en la casa y la cocina, haciendo las labores del hogar y no dejándola salir
nunca de él.
No obstante, lo que
realmente sucedió es que Dios creó en el mismo día a Eva y a Adán y les dijo
que habían sido creados a su imagen y semejanza. Por tanto, debían ser personas
buenas, justas, leales y trabajadores los dos en la misma medida. Por lo que
ninguno de los dos intentaría estar por encima del otro/de la otra, ambos
trabajarían por igual y participarían por igual en las tareas tanto de dentro
de la casa como de fuera. Adán cazaba y pescaba y Eva recolectaba frutos, verduras,
tejía las ropas, pero cuando regresaban los dos a casa ambos cuidaban por igual
del hogar y de los niños/as. Pues Dios los había hecho a su imagen y semejanza:
justos los dos el uno con el otro. Se sostenían mutuamente y cuando uno/a
decaía el otro/la otra le/la reconfortaba y levantaba.
Al parecer, les habían prohibido comer de un árbol frutal, podían comer de todos menos de uno en concreto. Eva, un día despistada, escuchó desde un manzano a una serpiente (¿Lucifer llamándola o simplemente una serpiente contenta por haberse zampado medio manzano ella sola y que no podía parar de emitir soniditos de placer al tener la panza llena?) que –según cuentan- la llamaba desde ese árbol. Eva no pudo resistirse a la tentación de aquellos frutos tan gordos, grandes, brillantes y rojos que tan exquisitos parecían. Cogió una, dio un bocado y una explosión de sabor dulce y refrescante llenó su paladar. ¡Qué delicia aquella manzana! Es en este punto donde el cuento mal contado dice que por esto se desató la ira de Dios (¿de verdad creen que Dios iba a ponerles esa prueba tan absurda y solo por la nimiedad de morder una manzana iba a estallar así su ira? Mi Dios es bueno, Él es comprensivo y nunca haría eso). Entonces, la Naturaleza se rebeló contra ellos, se desató la furia del mar, del viento, de la lluvia, de las tormentas,…, Eva y Adán junto a sus hijos fueron expulsados del paraíso en un mundo hostil y gélido donde encima Dios gritó a Eva que como castigo a partir de ese momento pariría sus hijos con dolor y pagaría su cuota de sangre cada mes durante todos los días de su vida.
¡¡Sí hombre!! Todo es culpa de Eva, por un simple mordisco a una manzana. ¿No sería que Dios se enfadó porque Adán desobedeció que LOS DOS HABÍAN SIDO CREADOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA y Adán sometió y maltrató psicológicamente a Eva anulándola como ser de la creación divina y sometiéndola a él por su machismo despiadado? ¡ESA FUE LA RAZÓN DE LA IRA DE DIOS Y NO UNA MORDIDITA EN UNA MANZANA!
Y ahora quien tenga
argumentos para refutarme este cuento que me lo diga. Porque hasta el momento
nada tiene valor histórico, todo es producto de la fantasía del ser humano. Y esta fantasía ya tiene que actualizarse a los tiempos que corren.
Ana Naira Gorrín
Navarro.
A lunes 15 de febrero
de 2021.
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