Cuenta una leyenda árabe que un día un emperador egipcio regaló a Mahoma una yegua salvaje a la que nunca ningún hombre pudo domesticar, se llamaba Al-Buraq. Mahoma finalmente se rindió a sus deseos de libertad salvaje y renunció a domesticarla, dejándola libre.
Muchas mujeres somos Al-Buraq, solo podemos ser felices libres 💓✨✨🍷
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