domingo, 20 de noviembre de 2022

Últimos diez días de noviembre

 A diez días de que acabe noviembre y cuarenta y uno de que finalice este año, me dispongo a narrar cómo me siento:

Por deformación profesional como técnico contable no puedo evitar enumerar, ¡ahí va!

1) Mi hijo, a Dios gracias, está bien. Alto y fuerte y adolescente total (17 años). Es lo que nos toca ahora, pasar esta tormenta de la adolescencia. Yo, madre y padre a la vez, capeo como puedo. Con paciencia, mucha paciencia y ternura, aunque de vez en cuando se me escape algún grito correccional, pero creo que también son necesarios pues veo que surten efecto en mi hijo.

2) En cuanto a mí, hace una semana que he iniciado otra vez nuevo intento de adelgazar. Inicié con 112,6 kilos de peso y a fecha de hoy peso 107,4. Dieta, dos litros de agua diario, horario estricto de comidas y caminar, como mínimo, diez mil pasos diarios. Mi objetivo es mantenerlo hasta que acabe el año, jijí. Es broma, mi objetivo es mantenerlo hasta llegar a un peso que no suponga riesgo cardíaco por grasa visceral descontrolada. No pretendo llegar al peso ideal, que según los médicos y nutricionistas es entre 73-79 kilogramos según mi estatura (173 cts.) y complexión física endomorfa, con llegar a 88 kilogramos más o menos me conformo.

3) Hace más de un mes hice varias compras por una conocida tienda de ropa online, ayer me llegó mi primer pedido y no puedo estar más contenta. El autocuidado también requiere cuidar tu fondo de armario. Es todo ropa ejecutiva para mi trabajo de oficina. No me imaginen con tacones porque eso nunca va a pasar ya. Desde un tiempo a esta parte, opto por mi confort por encima de todo y no hay nada como zapatitos planos tales como manoletinas o zapatos de oficina de la conocida marca 24 horas que sirven para darles trote, como su propio nombre indica, 24 horas seguidos sin que te duelan los pies. A esta moda se han unido muchas mujeres de alto peso en la moda y las pasarelas como Judith Mascó y Martina Klein. 

La productividad en el trabajo va de la mano del bienestar en él y el calzado y la ropa que se lleve tienen mucho que ver. Al menos yo, que no soporto ya los tacones, no puedo concentrarme igual en mi trabajo si me duelen los pies o estoy incómoda por algo (sol que me llega directamente a la cara y refleja en la pantalla del ordenador, exceso de calor, pues exceso de frío viviendo donde vivo jamás hay, malos olores, polvo, falta de limpieza que provoca alergias,ruido ambiental, etcétera).



4) He iniciado mi curso en Alianza Francesa, mi profesora se llama Clèmence y es una simpática y joven profesora nativa francesa que me ha caído muy bien. Cada semana dedico entre cinco y seis horas de estudio (por las tardes y los fines de semana) y tengo uno o dos días a la semana de conversación con mi profesora. Mi matrícula en Alianza Francesa me ha habilitado el acceso durante un año a la web www.culturetheque.com

En Culturethèque hay un amplísimo catálogo de libros, audiolibros, música, podcasts, programas de tv francesa, películas,..., todo en francés, claro. Así que ahora en mi trabajo sólo escucho radios francesas y podcasts y música francesas. Así voy abriendo oído. 

5) No, no tengo pareja. Tengo "una historia" por ahí (sigo siendo joven y satisfago mis instintos con un gran amigo), pero estoy tan bien SIN que creo que jamás volveré al CON. Porque no, porque me he acostumbrado a mi vida SINGLE y estoy muy feliz. Y porque,a no ser que encuentre a alguien que sea como yo y se acople a mí precisamente por entenderme, prefiero seguir en mi estado civil actual. No me veo volviendo a convivir con nadie jamás, la verdad. Con una pareja, me refiero. No creo que encuentre más lealtad, cariño y protección en un hombre que el que me da mi perro Mak. Bueno, yo me protejo sola, pero mi perro es un gran ángel guardián que vela mis sueños y me ha ayudado bastante a no esperar nada más. 



6) Mi vida social sigue viva, tengo a mi grupo de amigas del pueblo que son una terapia intensiva contra las tristezas que la vida pueda ofrecernos. ¡La amistad, qué regalo! De ellas aprendo mucho y nuestras tardes y atardeceres frente a una (varias, más bien) botella de vino tinto entre risas y anécdotas de la semana no tienen parangón. 



Yo soy sociable y, como tal, NECESITO hacer vida social y resetear el disco duro de las presiones del día a día. Creo que todos/as deberíamos hacerlo una vez a la semana (siempre y cuando no tengas que ir a trabajar al día siguiente, en la tarde en que comienzas tus días libres). 

7) Pues ya está, fin de la enumeración contando mi actualidad, jejé. Estoy, en general, feliz y tranquila. Con gran conciencia de autocuidado e imagen personal, estudiando, leyendo mucho, escribiendo mi sexta novela a ráfagas de inspiración (no tengo fecha de entrega, así que voy a mi ritmo) y trazando mi planning para hacerme con el ansiado título B2 de francés. Algún año aprovecharé mis vacaciones laborales para perderme por Francia, hacer uso de lo aprendido y conocer la tierra de la que vinieron una parte de mis ancestros del árbol genealógico. Cumpliendo con este, también debería visitar Egipto, Italia y Grecia pues Madrid, sede de lo ibérico, ya lo he visitado en dos ocasiones. (Recuerden, según MyHeritage soy un remix de ibéricos, franceses, italianos, griegos y egipcios). Egipto, Italia y Grecia podría visitarlos los tres con un crucero por el Mediterráneo, también anotado para mi lista de "cosas que hacer antes de ser demasiado vieja para hacerlas".








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