miércoles, 10 de marzo de 2010

MIRANDO AL MAR



Me pregunto cómo se llamaba el último guanche que murió en los Acantilados.
Entrecierro mis ojos y los veo lanzando piedras desde los riscos,
a la jauría de barcos colonizadores que arribaban con viles deseos
a nuestras costas del alma, para no ser nunca por ellos respetados.

Sin derecho alguno, a invadir y someter, matar, torturar y desposeer.
A Tinerfe El Grande pudieron vencer pero jamás sus genes fueron derrotados
pues en cada una de mis células Él está, sentimientos resguardados
en mi memoria genética con dulzura y pasión albergados,
cual centellas de fuego en mi coraza guanche y piel de escudos no respetados,
por nuestro amor al legado cultural y pasión ancestral, jamás me verás perder.

La paz y el ser pacífico está en mi ser, genomas conservados
en el marcador genético U6B1 de mis adorados y respetados antepasados.

Me pregunto cómo se llamaba el último guanche que murió en Los Acantilados,
las montañas de mi pueblo que besan el mar en calma. Sin retroceder,
quisiera volver a mi Almogarén , el que jamás debí perder.

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