domingo, 30 de enero de 2011

¿Eres zanahoria, un huevo o un grano de café?




Mi padre me dio a leer hace un tiempo, cuando las cosas en mi vida estaban muy torcidas, un artículo de un periódico que cayó en sus manos por casualidad (al parecer estaba tirado en la acera y él lo recogió, el artículo está firmado por AUTOR DESCONOCIDO), pero tanto me ayudó en su momento que quiero compartirlo con ustedes:


Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.


Su padre, un chef de cocina, la llevó al lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó pacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó sobre un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato. Coló el café y lo puso en una taza.

Mirando a su hija le dijo : ¿Hija, qué ves?

- Zanahoria, huevos y café - fue la respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara el huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó:

¿Qué significa esto, Padre?

El padre le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero que habían reaccionado de manera diferente: La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.

- ¿Cuál eres tú? - le preguntó dulcemente a su hija.

Cuando la adversidad llega a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Cómo eres tú? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan te vuelves débil, y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable?

¿Poseías un espíritu fluído pero después de un fracaso, una separación, un divorcio, una pérdida de un ser querido, un despido, una derrota,..., te has vuelto duro y rígido? ¿O eres un grano de café?

El café cambia el agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.

De corazón, te deseo que intentes ser como el grano de café cuando las cosas no vayan bien y puedas lograr que tu alrededor mejore. Recuerda todo lo que te sucede en la vida es por alguna razón, sólo necesitas descubrir su motivo y aprender de ello. Dios te precisa fuerte y valiente mientras estés en La Tierra.

5 comentarios:

  1. Héctor,..., ¿y ahora por qué no puedo entrar a tu Blog? No entiendo los trabes de Blogspot.... A cada dos por tres me pasa con blogs a los que estoy suscrita... :-(

    Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.

    Cuídate y que sigas fomentando el arte y apoyando a los artistas. :-)

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  2. Abaceloy Waya n Benao31 de enero de 2011, 4:21

    AHUL

    Mira que cosa el cafe,

    Tremenda historia pa un cafetero como yo, ya decia yo porque el cafen me gustaba tanto, una aprende hasta durmiendo mi niña.

    Sigue el rumbo y desplega todas las velas sin miedo. que yo te mandare la brisa de popa.

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  3. Y tanto que las cosas que te pasan en la vida son siempre por una razón, y la muestra está en encontrar tu padre ese artículo de casualidad!
    Bonita lección!

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  4. Estaba buscando en google el significado de un nombre guanche cuando vi este link y decidí clickear. No tengo idea si es casualidad o que estaba predestinado a encontrarlo, ese no es el asunto. Ahora mismo estoy en una situación en la que a mi padre hace dos años le diagnosticaron principio de demencia senil y el fin de semana pasado tuvo un ataque y ahora veo que la cosa va a peor. Leyendo este artículo me doy cuenta que a veces uno es un poco de todo (zanahoria, huevo y espero llegar a ser café), porque la verdad no sé como mejorar la situación ahora mismo. Lo más probable será ir a un centro especializado (público), hablar con familias que padecen lo mismo para que me orienten y tratar que la enfermedad de mi padre no se lleve por delante a mi madre.

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