miércoles, 12 de septiembre de 2012

DALSY Y PREOCUPACIÓN FEBRIL




Como si algo me hubiera despertado. Pero ...¿qué? Abro los ojos como platos, los clavo en el techo mientros agudizo mi oído en busca de algún sonido... Nada. Silencio absoluto. No obstante, algo me inquieta sobremanera. Me levanto y voy a ver a mi hijo. Palpo su frente y... ¡Buf! Arde en fiebre.

Él duerme tranquilo.


Le pongo el termómetro: 38.2 grados de temperatura. Toca despertarle para bajarle la fiebre. Y toca quedarse toda la noche en vela controlando su fiebre. Me angustio muchísismo cuando está en estado febril. Cada cuatro horas ponerle el termómetro. Paños mojados en la frente, destaparlo,...,hacer todo lo posible para bajársela de manera natural antes de darle antipiréticos y procurar que él duerma lo más cómodo posible mientras yo veo andar las horas del reloj a lo largo de la larga noche.


¿Cómo me desperté? ¿Cómo lo sabía? .... No lo sé... Es una angustia que se anida en mi pecho. Es una inquietud que me roba el sueño y me lleva a levantarme e ir a su vera. Es... la INTUICIÓN MATERNA.

Pediatra al día siguiente: Amigdalitis del copón.


¡Se acabó el verano! Cambiamos de estación y ya comienza a notarse en las enfermedades pululantes en el ambiente. ¡Ojalá llueva pronto porque tanto calor y bacteria va a mermar nuestras defensas!

El momento de darle el antipirético es el más temido de todos. Desde que mi hijo era un bebé detesta el sabor del Dalsy (jarabe de ibuprofeno infantil). Se provoca, le dan arcadas y en las primeras tomas hasta vomita... Es toda una historia darle el jarabe. He de hacer de payaso, enfermera, psicóloga... A veces pierdo la paciencia y le digo la frase que tanto odiaba escuchar de mis padres: ¡¡¡QUE TE LO TOMES SIN RECHISTAR Y PUNTO!!!

Y ante sus preguntas continuas, otra frase que a veces se me escapa y también odiaba escuchar de niña: ¡PORQUE SÍ, Y YA ESTÁ, TANTA PREGUNTITA TANTA PREGUNTITA LEÑE!

No es fácil ser Madre/Padre. Lo principal de lo que hay que disponer es de una paciencia más allá del infinito. Yo me creía la persona más paciente del mundo, pero tras ser Madre he ratificado que no... Que no tengo tanta paciencia como creía. El día a día, el trabajo, el stress por las angustias y problemas,la situación económica, mis frustraciones por no haber acabado Derecho, mi desengaño amoroso,..., han de quedar al margen de todo para que no afecten a mi MATERNAJE. Cuando toca sentarse con tu hijo para enseñarle las tablas de multiplicar, para hacer con él los deberes, para hacerle dictados, copias, leer con él en voz alta y hacerle preguntas de comprensión lectora,..., cuando viene el tan esperado por mí tiempo para estudiar con mi hijo,..., ha de ser la paciencia y paz la que lo rija todo. Me he de meter en la piel de la Nayra Madre y dejar en la oficina a la trabajadora, y dejar sobre el escritorio a la divagadora pensante y estudiante treintañera, dejar encerrados en una gabeta toda la amalgama de papeles judiciales que me sitúan en mi realidad de vivir bajo una orden de protección y de que no puedo descuidar mi sombra cuando voy por la calle. Con los ojos con ojeras y seguramente con una ansiedad interior terrible pero controlada (autocontrol in extremis) lucho por ser una Buena Madre para mi hijo. Trato de llenar su infancia sólo de dulces recuerdos y de que su infancia sea tranquila y feliz.


Nos viene encima un duro año escolar. Segundo es un curso fuerte para los niños, es uno de los más difíciles de primaria. Han de aprender a multiplicar y dividir en este curso y ya es hora de empezar a corregir las faltas de ortografía y, por ende, hay que aprender las normas de ortografía española (algo que incluso para muchos adultos es tarea imposible). Soy consciente del trabajo que tengo por delante con mi hijo todas las tardes en este curso actual. ¡¡AQUÍ ESTOY HIJO MÍO!! PARA CUIDARTE, VELAR TUS SUEÑOS, BAJAR TU FIEBRE, ENSEÑARTE TODO CUANTO SÉ Y TODO CUANTO APRENDA Y DIOS ME DE LA OPORTUNIDAD DE SEGUIR APRENDIENDO, DEFENDERTE Y PROTEGERTE CON UÑAS Y DIENTES, CON MI PROPIA ALMA, ESPÍRITU Y VIDA SI HICIERA FALTA. Y, COMO CUANDO TE ENSEÑÉ A NADAR CUANDO TENÍAS TRES AÑITOS, SALIR A FLOTE LOS DOS, SEA COMO SEA... Y NADAR LIBRES Y FELICES HACIA UN PORVENIR RADIANTE.




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