sábado, 15 de septiembre de 2012

TRES AÑOS Y MEDIO



En mi vida, desde abril del 2008 (ah, ya albi!) hasta octubre de 2011, existieron tres años y medio de soledad sentimental absoluta. De vacío y ausencia buscada de esa clase de amor que te llena y sublima, el de la pareja. No me sentía con fuerzas ni capaz de enamorarme y todo lo que ello significa en toda mi vida desde mi ruptura del Padre de mi hijo.

Si por ese entonces estaba tan fuerte para aguantar esa soledad, ¿por qué ahora iba a ser menos? El cuatro de agosto de este 2012 tuve otra ruptura de una relación traumática. Jamás hubiera dicho, cuatro años atrás, que volvería a enamorarme. Tampoco a desenamorarme, otra vez y por las mismas razones.

Necesito apaciguar mi Espíritu atormentado y ultrajado por quienes intentaron anularme. Nunca más caeré en ese tipo de relación tóxica con hombres tóxicos, me lo prometo. Como la Scarlett O´hara cuando se prometía a sí misma que nunca más iba a pasar hambre en la escena tan famosa de la película Lo que el viento se llevó (1939). Haré caso a las señales que este perfil de hombre dan ya desde las primeras citas: excesivamente controladores, celosos, detallistas en exceso, pensadores rumiantes, posesivos y obsesivos.

Saber vivir sin pareja es todo un arte. Saber llevar esa carencia afectiva: toda una expresión de fortaleza interior. Ser "single" es, en muchos casos (como el mío ahora mismo), una opción.

Porque eso es lo que quiero ser: Ave Fénix, resurgiendo de mis cenizas. Pero para que nunca más las llamas de un amor erróneo me condenen.

Ahora mismo visualizo mi ánima surcando el Cielo de mis Acantilados, cual Águila Real en libertad suprema. Yo siempre he valorado hacer sentir libres y amadas a las personas que amo y que a mí me hagan sentirme libre y amada también en la misma medida. La confianza y el respeto mutuo son las claves de bóveda de toda relación. Por ende, si me las merman y tratan de extirpar de mi vida, mejor extraer de mi vida eso que me impide ser yo misma. Aunque duela, quien no te ama por lo que eres y como eres sino que intenta cambiarte, incluso llegando a usar la violencia física, es mejor sacarlo de tu vida. ¡PARA SIEMPRE! Porque eso no es amor... ¿Obsesión, afán de posesión,...? Cualquier vil emoción, menos ese infinito sentimiento llamado AMOR.

Tener pareja no ha de significar dejar de existir como persona. Preservar tus círculos sociales, tus amistades de toda la vida, tus usos y costumbres, tus pautas de comportamiento y tus rutinas.

Con mis actos también quiero aleccionar a mi hijo de cómo debe actuar cuando sea adulto. Nunca olvido que sus bellísimos ojos morenos, árabes y tan bellos, siempre me están observando, escudriñando y valorando.

El corazón lo tengo cerrado por reformas, reparando el daño que en él han ocasionado. Cuando lo vuelva a abrir (no sé cuánto tiempo pasará) lo haré segura de que ese hombre ha sido, es y siempre será: el amor de mi vida.


Ana Nayra Gorrín Navarro.
En Tenerife, a sábado 15 de septiembre de 2012.


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