DE UNA PERSONA VERDADERA

Me encanta la cantante LA INDIA... Algunas de sus canciones son verdaderas lecciones de vida para las mujeres.

Ella le canta al hombre encantador de serpientes, ese macho que enamora y con la misma rapidez que levanta pasión y amor, levanta destrucción a su paso. Ese hombre que parece tan sabio, pero es estúpido, egoísta y presumido, malo, falso, rencoroso y que no tiene corazón. Lleno de celos y temores sin motivos, pocas veces cariñoso (después de haberte enamorado), insoportable como amigo e insufrible como amor. CANCIÓN ESE HOMBRE.

Luego, tiene otra canción titulada EL HOMBRE PERFECTO http://www.youtube.com/watch?v=PmN25TV5_HA (copia y pega en barra direccional este link al video en YouTube). En este video hay al final una frase que es aleccionadora:


* ENAMÓRATE DE UNA PERSONA VERDADERA, DE LO QUE REALMENTE ES Y NO DE LA PERSONA QUE TU MENTE PRETENDE CREAR EN ELLA...

¡Qué gran verdad! El ser humano tiene tendencia, algunas personas más que otras, a crear quimeras, a idolatrar a esa persona que tanto nos atrajo físicamente la primera vez que le vimos, a esa persona que desde la primera conversación nos enganchó a ella, a esa persona con quien te fundiste físicamente y tocaste el nirvana de los placeres carnales. Pero... Como dice la canción, casi siempre el amor se equivoca, vuelve y tropieza por lo que ese hombre perfecto puede ser cualquiera. TODOS SOMOS PERFECTOS, HASTA QUE NOS CONOCEMOS. Por eso, siempre he tenido la certeza de que el verdadero amor de mi vida, jamás será un desconocido para mí, jamás será un flechazo de amor a primera vista. En el fondo de mi intuición, siempre imaginé que seríamos grandes amigos por muchos y largos años, grandes conocidos y sabedores de los defectos y virtudes del otro.

Quién pretenda que en amores peregrinos en vez de pies lleven caminos, sin atajos no hay andar...

Hay quien no entienda que la impaciencia es enemiga pues sólo así se buscarán esclavos por la vida y tendrá lejana su mitad, encendiendo velas sin altar. Por eso escondo entre mis velas soledad.