viernes, 28 de abril de 2017

MIEDO A LO DESCONOCIDO

 Lo desconocido siempre es motivo de incertidumbre. Pero, para muchas personas lo es además de angustia. 

Conocer gente de otras culturas puede ser un problema para muchas personas en las que el miedo a lo desconocido es atroz. Y ya no solo conocer personas sino conocer otros sabores, otras gastronomías, otras músicas, otras arquitecturas, otras artes,...




Cuando además se unen el pensamiento unívoco de que lo de los otros no es lo correcto. Por ejemplo, la única religión verdadera es la mía, la única manera de pensar correcta es la mía, la única manera posible de vivir es como la vivo yo,la única sexualidad posible es la que todos conocemos, sin aceptar que el sexo no indica tu sexualidad. Se puede nacer hombre y tener sexualidad femenina, se puede nacer mujer y tener sexualidad masculina, se puede nacer en un sexo y tener ambas sexualidades, o incluso se puede tener los dos sexos y acabar definiendo sólo una sexualidad a lo largo de tu vida y que la medicina extirpe el sexo que no indica tu sexualidad,.... Cuando nos encontramos con personas que no aceptan otros patrones de pensamientos que los ya establecidos, pues nos encontramos ante una persona de pensamiento autocrático. La inflexibilidad ha hecho nido en su mente y jamás abrirá sus horizontes a intentar ver más allá de hasta donde le alcanza la vista. No adentrará en los matices, en los fondos, se quedará solo en la superficie. 



Y es una pena porque se aprende mucho indagando en otras maneras de pensar distintas a la nuestra. Se alimenta mucho el alma abriéndose a explorar el mundo. Como la película de La vida secreta de Walter Mitty en la que un radiante Ben Stiller da vida a un atormentado empresario que se ve avocado a realizar un ejercicio de introspección y viaje de búsqueda interior cuando parece haber perdido su trabajo y el eje del equilibrio en su vida. Hasta que no abrió su mente a lo desconocido, no pudo encontrar la solución a todo cuanto le atormentaba.




Ampliar tu registro de memoria sensorial saboreando otros sabores, otros olores, otros paisajes, otras formas de pensar... ¡es un placer tan grande para un ser humano! Y una vez más acudo al cine para expresar este placer, como en la película Come, reza, ama  título de un libro autobiográfico de la escritora estadounidense Elizabeth Gilbert trasladado al cine por Julia Roberts, quien por cierto se parece muchísimo al personaje real.

Así que, respeto que  haya personas que quieran vivir encerradas en su cascarón. Pero yo prefiero vivir con los ojos y el corazón bien abiertos al mundo. 




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