A MI HIJO, ADOLESCENTE

<<No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás sol(o), porque yo te quiero”.

Mario Benedetti

Con este poema de Mario Benedetti inicio uno de los últimos, si no el último, posts de mi Blog en el año 2018. Y se lo dedico a mi hijo, Abel Nayar. Un adolescente, escuché una vez en una película, es una gaviota torpe sin plumaje de adulto que empieza a volar en solitario y recibe sus primeros golpes en sus primeras caídas. Es ley de vida. Todos/as debemos pasar por esta etapa difícil del ser humano en el que cambia todo: el cuerpo, la mente, el carácter, los gustos, etc. Incluso las relaciones interpersonales y los roles, cambian.

Hacerte sentir que debes ser responsable y preocuparte por tu futuro, con tu edad, es una tarea que se torna casi imposible. Pues tu rebeldía es tal que todo lo cuestionas, hasta lo incuestionable. ¡En eso me recuerdas tanto a mí! Pero yo siempre quería ser la número 1 de clase y, como ya te he dicho en reiteradas ocasiones, no fue hasta que llegué a la Universidad que no suspendí ni un solo examen, ¡¡jamás!!, siempre sacaba sobresaliente en todo. No te pido eso, aunque sé que puedes darlo todo y no quieres, pero has de cumplir con tu deber de aprobarlas todas porque es tu único trabajo ahora mismo. La educación secundaria es obligatoria y como tal has de cumplir con tus obligaciones. Es que no hay más vuelta de hoja, no hay nada que negociar.

 

<< SI NO TE EQUIVOCAS DE VEZ EN CUANDO, SIGNIFICA QUE NO APROVECHAS TODAS TUS OPORTUNIDADES>> WOODY ALLEN. Y como señala el genio del cine, si te has equivocado y lo has reconocido, el siguiente paso es aprovechar la oportunidad de enmendar tus errores. ¡¡ADELANTE!! ¡Ten fe y esperanza en ti mismo! Yo estoy a tu lado para apoyarte en todo cuanto necesites.

 

 

Vendrán tiempos de cambios. Es inevitable, como la canción de Mercedes Sosa, CAMBIA, TODO CAMBIA. Los cambios forman parte de los ciclos de la naturaleza y la vida. Los cambios nos indican que estamos vivos y evolucionando. Te anexo aquí link a la canción reseñada que me gustaría que escucharas pues yo lo hacía a tu edad:

 

 

 

 

¡Ánimo Nayar! Disfruta estudiando, pon amor en lo que hagas y lo realizarás sin darte cuenta, sin sacrificio sino con placer. Tu cerebro joven es una esponja que absorbe todo, tu cerebro ahora mismo no tiene límites, es como el universo, una materia extensa e ilimitada que puede ser llenada de toda la información del mundo sin miedo al exceso de contenidos.

 

 

ANA NAYRA GORRÍN NAVARRO.