El llanto de Rocío Carrasco era claramente sentido. No se puede fingir ese lamento que brota del útero, de lo más recóndito de la matriz que alojó la vida de sus hijos. Era una exhalación de dolor maternal profunda, como la madre que llora a sus hijos fallecidos. Esos hijos que hoy en día están en la veintena de años y ya son adultos.
Siempre, he de ser
honesta, me pareció una tonta insufrible. Me quedaba en lo que veía en los
medios de comunicación, solo en la superficie de lo que su imagen me
proyectaba. Ahora lo percibo como su escudo ante todo lo que estaba viviendo.
¿Ven ahora por qué es tan importante ser honesto/a consigo/a mismo/a y nunca
aparentar nada, mostrarse tal y como estamos aunque sea hechos añicos? ¡No es
ninguna vergüenza haber sufrido las acciones de un maltratador sobre ti,
vergüenza debería de sentirla él!
Una mujer normal lucha sin
cesar aún con el corazón hecho pedazos, el cuerpo desfallecido y la mente
cansada del hostigamiento continuo. ¿Qué pasa si no estás bien psicológicamente
como para luchar por tus hijos? Ella estaba enferma mentalmente, no podemos
pedirle al ser humano comportamientos heroicos porque eso solo sucede en las
películas de Hollywood. Wonder Woman
es ciencia ficción. Y ella nunca fue tratada como una madre enferma, maltratada
y despojada de sus hijos bajo el nombre del síndrome de alienación parental
perpetrada por David Flores y bajo las secuelas del maltrato psicológico más
atroz denominado luz de gas y que él le hizo desde el minuto uno en que ella se
fue a vivir con él en aquel piso compartido por otros guardias civiles a la
tierna edad de 18 años.
¿Qué pasa si ella cobra
una pasta por estas confesiones a toda España, porque NECESITA contarlo para
poder dejarlo todo atrás y reinventarse como mujer y ser humano? ¿Acaso él no
ha estado viviendo de ser su ex y padre de sus hijos durante toda la vida? ¿Qué
era él antes de ella? Un guardia civil corrupto, machista como él solo, facha y
chorizo. Ella está en su pleno derecho a cobrar lo que estime conveniente por
contar su historia, por exponerse ante todo el mundo y por tener que revivir
que toda España la señale de MALA MADRE y GOLFA cuando ni tan siquiera habíamos
escuchado su versión de la historia. Esa gente que la señala, la de la España
profunda que ha acuñado a fuego el machismo en nuestras instituciones. Y es ese
machismo institucional el que prueba que aún sigue siendo necesario en
feminismo en España. #Rocíoyosítecreo
Ana Nayra Gorrín Navarro.
En Tenerife, a martes 23 de marzo de 2021.
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