sábado, 9 de julio de 2022

¿Por qué a veces estar soltera es una opción?

 



Dejando a un margen las red flags; señales de alarma de estar ante un machista como mínimo y, por ende, un maltratador con toda probabilidad (recuerden que el psicológico es más dañino que el físico), de toda la ingente cantidad de hombres/niños que han de ser reeducados porque no tuvieron una educación en la igualdad ni en las nuevas masculinidades del S.XXI (y yo paso de estar haciendo de madre de alguien que no sea mi hijo), también hay que añadir que hay hombres (la inmensa mayoría) que no entienden que si eres madre soltera, tu hijo es tu absoluta prioridad y al no tener tú otra persona en la que delegar los cuidados, atenciones y la abrumadora responsabilidad que supone sacar a un hijo adelante sola, todo depende exclusivamente de ti y eso te absorbe la mayoría del tiempo de tu jornada extra laboral. Tiene que tratarse de un hombre con mucha empatía, sensibilidad y sentido de la responsabilidad afectiva. Y yo, por ahora, no lo he encontrado.


Otro punto tiene que ver con los cánones que ha impuesto el capitalismo exacerbado, tienes que tener antes que ser: a determinada edad tienes que tener una casa en propiedad y, sobre todo, has de ser físicamente de una determinada manera (tener un cuerpo X), medidas y peso exactos. Yo soy mileurista, con lo que a duras penas puedo permitirme un alquiler, ya ni digamos una hipoteca, un IRPF alto por tener bienes inmuebles más el IBI anual. Además soy gorda, lo he sido desde que nací. El no seguir el esquema impuesto por la sociedad occidental enfada a muchos hombres de mi continente. Durante mi veintena y hasta los 35 años me cuidé mucho de no ser gorda, luego me cansé. Si disfruto tanto con el placer del paladar, ¿por qué negármelo? Tengo una visión un tanto hedonista de por qué hemos nacido y pienso que de esta vida nos llevamos solo los momentos disfrutados. Al fin y al cabo, comer no es lo mismo que meterse cocaína, caballo, drogarse o emborracharse cada día. He dejado de fumar y de beber compulsivamente cada vez que me sentía triste, ¡ya es todo un logro! E incorporado caminar 10.000 pasos diarios a mis rutinas, ¡y me siento mal el día que no lo cumplo! También ya es todo un logro. ¿ Que pesar 110 kilos midiendo 173 cm no es lo apropiado? ¡De acuerdo!, pero tampoco pasa nada por ello mientras mis analíticas estén perfectas y mi corazón esté sano (que al fin he dejado atrás un episodio de taquicardias que me obligaron a estar medicada desde los 36 años hasta hace un mes).



Es un verdadero acto de rebeldía permanecer gordo, feliz y soltero cuando has aprendido tanto a amarte y no estás dispuesto/a a cambiar tu soltería sólo por seguir un canon social impuesto. Sobre las mujeres se cierne un peso atroz a nuestras espaldas: si has decidido no tener hijos, se te cuestiona por ello, si has decidido tenerlos, pero tu proyecto de familia salió mal y has decidido continuar con tu maternidad en solitario, también se te cuestiona por qué no has vuelto a casarte y volver al redil de lo socialmente aceptado por todos/as.



 Supongo que nunca fui convencional, desde el minuto uno en que fui concebida lo hice para ser divergente. Es mi sino y si eso supone casarme con la soledad, la convertiré en aliada de mis creaciones literarias, de mis viajes explorando el mundo y escribiendo lo que me hace sentir. El verdadero legado para mi hijo no es material, son las experiencias y vivencias que dejaré en la tierra de manera eterna en forma de libros, sean muy vendidos o no, acaben siendo mi medio exclusivo de vida o no, pero serán.

 

En Los Gigantes, en un día de calor intenso, a sábado 9 de julio de 2022.

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