domingo, 1 de octubre de 2023

01 de octubre de 2023

 Celebra y vive la vida con alegría, hijo

Hoy hace 18 años que te traje al mundo. Te parí a ti, pero yo nací como una persona nueva, responsable de una vida humana que desde el momento de su concepción fue la persona destinada a ser la más amada por mí durante toda mi existencia y más allá de ella. 

Yo, haciendo memoria, recuerdo que en mi 18 cumpleaños tampoco quise hacer fiesta alguna, como tú ahora. Me sentía adulta y creía que era el momento de dejar una etapa atrás e iniciar otra. De ese 28 de marzo de 1997, recuerdo que doné todas mis muñecas (las tenía encima del que hoy es tu armario) a la Cruz Roja de Santiago del Teide para que se las dieran a los niños/as en situación de pobreza. Ellos mismos vinieron a buscarlas. Y recuerdo que abuela me preguntó: << ¿Estás segura de que quieres desprenderte de ellas? >> Yo, mirando fijamente los grandes y redondos ojos azules de mi muñeca favorita, Samantha, una muñeca preciosa de rubios cabellos rizados, vestida de rosa y blanco con un maravilloso vestido de encaje y los ojos azules más redondos, azules y realistas que vi jamás en una muñeca, afirmé con contundencia: << Sí, es el momento de que Samantha tenga otro nombre y sea la hija de alguna niña del municipio >>. 

Ser consciente de que es un cumpleaños importante está bien, pero no puedo dejar de inquietarme por ti. ¡Yo quiero que lo celebres a lo grande! No importa que ya no seas un niño. La alegría es para todas las edades. No obstante, respeto tu decisión. ¿Cómo no hacerlo? Si yo hice lo mismo y pasé a los 18 años con total discreción. 

Gracias por haberme convertido en mejor persona, por enseñarme cuánto amor puede contener mi corazón y por ser siempre el motor de mi vida. Tú eres la razón por la que me levanto cada mañana motivada y con ganas de hacer de mis actos diarios el mejor legado que pueda dejarte a ti con mi ejemplo. Cuidar de ti estos años ha sido lo mejor que he hecho, y haré, en mi vida. Ahora los dos iniciamos una nueva etapa y tú eres responsable de tu persona. Sin que esto signifique que yo deje de preocuparme o inquietarme por tu bienestar y cuidados como hasta ahora. Sólo que ahora, porque así lo marcan los tiempos, tú empiezas a ser responsable de asumir las riendas de tu vida. 

Como ya he hablado contigo en otras ocasiones, sabes que siempre estaré para ti y siempre podrás contar conmigo. Tengas la edad que tengas. 


Sé que no todo nos ha salido como se esperaba. Somos una familia peculiar, monoparental, y no tenemos un techo en propiedad. Pero no nos falta ni una familia íntegra en quienes integrarnos ni un techo bajo el que vivir. Y esto es lo que realmente nos debe importar. En este punto hemos de dar las gracias a los abuelos maternos por todo el apoyo prestado. 


Gratitud y alegría, éstas son las palabras que siempre te han de acompañar en toda tu vida, hijo mío. 

Sigue siendo la persona responsable y buena que eres. Y que tu vida sea larga y bendecida, hijo mío. Porque nada me hace más feliz a mí que verte feliz a ti. 








Te quiero hasta el infinito y más allá, Nayar. ¡FELICES 18 AÑOS! Bienvenido a la edad adulta. 

Tu madre, Ana Nayra Gorrín Navarro.  

   01/10/2023.





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