Si eres artista, debes rodearte
de artistas, sean de la rama que sean. Porque, sin duda alguna, te inspirarán y
afectarán positivamente a tu expansión creativa, así como tú les beneficiarás a
ellos/as. Es como una llama que reaviva a otra llama de fuego.
Cada persona debe buscar su medio,
donde fluya felizmente todo lo que es. Y yo me siento muy bien entre los/las
bohemios/as. Porque entienden la vida de la misma manera que yo, porque pasan
por ella dejando solo legado de amor y construyendo futuro para quienes llegan
detrás, preservando costumbres, tradiciones y culturas a través del arte. Acuñando
para siempre en canciones, poemas, poesías y novelas; sentimientos, emociones y
experiencias, que pasarán sempiternas al resguardo del patrimonio cultural de
todos, a la memoria colectiva. Porque hacen de su arte pura filantropía, aun
cuando no haya ganancias para vivir de él. Sobrevivir en mares turbulentos,
aprovechar bien las rachas de viento para atraparlo entre las velas y girar el
mástil del destino al lugar que indique la corriente.
No hay nada más placentero en
esta vida que conversar con alguien que te entienda, que, desde la empatía más
profunda, se vea reflejado/a en ti y viceversa.
Que a los ojos del sensible todo
son emociones y que al corazón enorme le desbordan las pasiones. Manos frías,
porque el corazón arde ya fulguroso de la agitación por esa pasión artística
que te desvela, noches de sueños interrumpidos porque estás soñando con algo y,
de repente, te despiertas para escribirlo, porque es una idea fantástica para
una novela, una canción, un poema.
Días de intensa actividad mental
y física, porque te mantienes en tu pico creativo y no puedes parar. Tal vez
con dormir cuatro horas ya tienes suficiente, tu mente no puede ni quiere
detenerse, cabalga sin fin por la hiperactividad de tu energía creativa. ¡Y vale
la pena tanta electricidad corriendo por tus venas! Y sólo así sigues siendo
quien baila bajo la tormenta. Al menos yo, sigo siendo así, la que, pluma en
mano, se defiende de su historia, contándola a través de personajes, ficticios
o reales, que permiten proyectar todos los yo del mundo en quien los lee.
Pero… ¿está necesariamente vinculado el ser
artista con ser bohemio/a? Pienso que sí, que al menos una parte de ti tiene
que dejarse llevar por lo que siente, tiene que tener la filantropía suficiente
como para saber vivir acorde a su alma libre, sin dejarse llevar por censuras
impuestas a su arte, sin dejarse llevar por la dictadura del capitalismo que
nos dicta que si algo no te da dinero suficiente no debes seguir haciéndolo. La
mayoría de artistas no podemos vivir exclusivamente de nuestro arte y nos dedicamos
a otros oficios para subsistir. Éstas son las tormentas bajo las que bailamos y
los mares revueltos en los que, muchas veces, navegamos. No obstante, si no
amaras tu arte por encima de todo, si amaras más el dinero que tu propio arte,
dejarías de desempeñarlo. La humanidad se perdería muchos retazos contados,
muchas melodías con las que dejarse dormir acunada por una balada con la que te
identificas. Muchas historias y novelas que leer, entre cuyas páginas perderte,
olvidar tus propios problemas y existencia. Cada artista tiene una parte importante de
bohemia, de noches de luna llena, de acampadas nocturnas entre amigos/as con
guitarras y ron, sin más obligación que evocar la inspiración.
Eso, es. Y yo tengo la suerte de haberte de conocido. Somos inspiración, compañera. Te abrazo.
ResponderEliminarGracias amiga por dejarme un comentario. Sabes que para mí es un privilegio tu amistad. Un abrazo muy fuerte.
Eliminar