jueves, 15 de febrero de 2024

Lunes, 12 de febrero de 2024. LOS INDIANOS 2024.

 Esta semana la inicié viviendo una maravillosa aventura palmera: Los Indianos 2024. 

Acompañada por mi amiga Sandra Santana, la polifacética artista chicharrona (chicharrera y canariona) que lo mismo escribe poesía, como canta baladas o interpreta magníficamente una escena de teatro, y la Comisión de Fiestas del Carmen de Puerto de Santiago, nos fuimos por mar (con Naviera Armas) a Santa Cruz de La Palma. 

Desde el minuto uno en que nos subimos al barco. ¡Qué digo! Desde la cola para subir al mismo, ya había empezado la fiesta. El ambiente de amistad, complicidad y compañerismo bullía a borbotones, entre enaguas de los años 30, vestidos pomposos y trajes elegantes de hombre de otro siglo, con la camaradería como sello canario de identidad, se fue tejiendo toda una red de relaciones dentro del barco. Era como si todos nos conociéramos desde siempre, como si el recuerdo de la memoria genética de nuestros ancestros nos llevara a rendirles homenaje, sabiendo exactamente qué hacer y decir para el cometido. La meta era ser felices, simplemente. Y hacer contundente exposición de la opulencia y dicha con la que Los Indianos regresaban a su isla auarita.

Y así, entre aromas a tortillas varias, chicharrones con rico sabor a gofio, traguitos de vino de la tierra y polkas canarias saladas y picantes, improvisadas por Sara Plasencia, Sandra Santana y viajeros/as desconocidos/as que se unían a la brega verbal, llegamos a puerto ya bien entrados en materia (comidos y bebidos). Con energía suficiente para aguantar las ocho horas de diversión que nos quedaban por delante, antes de coger el barco de regreso a las nueve y media de la noche. 

Recorrimos todas las calles de la bella ciudad palmera. En todas había música, escenarios, puestos de comida y bebida y, sobre todo, mucha gente feliz por replicar el honor de preservar las tradiciones canarias. 

¡Me encantó el ambiente! Me llamó mucho la atención la escasa presencia policial y que, pese a esto, no hubiera habido ningún altercado. ¡Porque miren que había gente! Nos dijeron que en cada barco viajaban unas 1600 personas y Naviera Armas ese día hizo cuatro viajes de ida, ¡imagen ustedes! Más los barcos de Fred Olsen, más la gente que ya había acudido anteriormente y se habían quedado en hoteles y/o apartamentos vacacionales o, simplemente, en autocaravanas. ¿Cuánta gente soportó Santa Cruz de La Palma estos días? Sólo Dios lo sabe, pero el resultado final es que no pasó nada malo y que la fiesta fue preciosa y muy divertida.

Les dejo por aquí con algunas fotos y vídeos y, para finalizar, con el post que escribió mi amiga Sandra Santana sobre este evento. 

Recomiendo encarecidamente que vivan esta experiencia, aunque sea una vez en la vida. 















Y por aquí, el link al blog de mi amiga:



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