miércoles, 7 de febrero de 2024

Buscar culpables, en lugar de soluciones. Algo muy español.

 Buscar culpables, en lugar de soluciones. Algo muy español.


Desde mi oficina, escucho cada mañana los podcasts de la Cadena Ser por Spotify. Hoy todos los debates se centran en el problema del descontento general europeo de los/las agricultores/as (porque sí, uso el lenguaje inclusivo porque cada vez hay más mujeres que se dedican al campo y merecen ser incluidas con el lenguaje). 

En todos los debates arriba mencionados, el eje bascula entre echar las culpas de la situación a uno u otro bando político. El perpetuo juego español de la yenka: izquierda, izquierda, derecha, derecha. 

Digo yo, que entre los/as agricultores/as los habrá votantes de la derecha y también de la izquierda. 

¡Es un problema mundial! Debemos cambiar el sistema para ser más sostenibles y convivir pacíficamente con la Naturaleza sin dañarla, pero esto no debe suponer que la gente del campo pague todas las facturas. Mientras que la banca y ciertos sectores empresariales del sector servicios cada año presentan más beneficios a costa de que el resto de mortales sudemos sangre. 

La gente del campo, reclama; garantía de precios justos, una reducción de la burocracia y las mismas exigencias para las importaciones de países competidores.

En Cataluña, el sindicato Unió de Pagesos ha convocado para este martes 13 de febrero marchas y cortes de autopistas, así como otras acciones en el Puerto de Tarragona, y la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ya convocó una tractorada frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el 21 de febrero.

Recordemos que desde antes de la pandemia ya estaban estas reivindicaciones que, paradójicamente, pararon por el confinamiento mundial. 

Lo que ya está claro es que los/las representantes agrícolas y ganaderos/as solicitarán al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, «soluciones inmediatas» para abordar los problemas derivados de la sequía, la guerra de Ucrania (donde se concentra casi todo el cereal que consume el campo europeo), la Política Agraria Común (PAC) y temas laborales.

La competencia desleal es unas de las críticas centrales y comunes de todo el sector en Europa. ASAJA, COAG y UPA resaltan que «los/las agricultores/as luchan frente a un mercado desregulado que importa productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE y a los producidos en España». «Estas producciones extracomunitarias no cumplen las normativas internas de la UE y representan una contradicción e hipocresía en la actuación política de la UE, entre la política comercial y la política agraria común propia», subrayan.

En su opinión, esta «competencia desleal» pone «en jaque la viabilidad de miles de explotaciones en España y Europa». Por ello, las principales organizaciones del sector reclaman la paralización de las negociaciones de acuerdos como el del Mercosur, la no ratificación del acuerdo con Nueva Zelanda y que se frenen las negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia. Además, piden al Gobierno de España que, con la supervisión de la Comisión Europea, se aumenten los controles en la frontera con Marruecos para garantizar que las importaciones cumplen con las normativas internas de la UE y las cantidades arancelarias establecidas.


Mientras España señala a Marruecos, Francia ve como enemigos a los/las agricultores/as españoles/as e italianos/as. El vicesecretario general de UPA, Marcos Alarcón, salió al paso y tildó de «absolutamente falsas» las afirmaciones del primer ministro francés, Gabriel Attal, en las que denunció «competencia desleal» por parte de España e Italia. «Todas las medidas, todas las exigencias, todos los requerimientos que se aplican a las producciones francesas, holandesas y alemanas se aplican también a las condiciones de producción española», insistió.

En las movilizaciones y tractoradas que se extenderán por toda la geografía española, los/las agricultores/as también pedirán una simplificación y flexibilización de la PAC, pues el campo considera «inasumibles» su burocracia y sus costes ambientales. Y volviendo a la política nacional, reclamarán la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir las prácticas desleales, con el fin de que los precios de los/las agricultores/as cubran los costes de producción, así como un refuerzo de los seguros agrarios por la sequía y una política de sanidad animal coordinada.

Como ven, pertenecer a la Unión Europea ha traído también muchas cosas negativas. Tal vez los/las británicos/as no estaban tan equivocados /as con el BREXIT… Y nuestros/as políticos/as tienen que ponerse a trabajar y dejar de perder el tiempo buscando culpables de uno u otro signo político. Que el Parlamento a veces parece el patio de una guardería. 






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