viernes, 22 de marzo de 2024

El placer de hacer las cosas despacito y bien.

 

El placer de hacer las cosas despacito y bien.

 

Vivimos tan apurados por llegar a los tiempos de todo, que, al menos yo, nos acostumbramos a vivir acelerados todo el tiempo. Como el botón de WhatsApp para acelerar los audios de las conversaciones, vivo a x2 y al final, al igual que acontece cuando escuchas los audios de WhatsApp en x2, no nos enteramos de nada de lo escuchado.

He contraído la enfermedad de la prisa, inculcada por nuestra sociedad contemporánea.

Quiero recuperar el placer de hacer las cosas despacio y bien, sin interrupciones continuas (esto es imposible), sin premuras para entregar lo realizado (tampoco es posible, porque hasta en los trabajos editoriales y asociación americana de escritores tengo tiempos de entrega).

Donde único puedo relajar la creatividad de mi mente, es escribiendo los manuscritos de mis novelas (ahora estoy en el sexto manuscrito y me voy a tomar todo el tiempo que necesite para gestar esta novela, sin pausa pero sin prisa, haciendo las cosas con amor y bien).

 

El Conejito de Alicia en el País de las Maravillas, puede irse a dar una vuelta un rato, que ya no lo quiero en mi vida.

 


Ana Nayra Gorrín Navarro.
22/03/2024.

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