Hoy en día, soy justo lo contrario de lo que arriba expreso. 1) No me gusta salir de noche, de hecho lo detesto. La noche para mí ahora es para dormir o, en todo caso, acurrucarse en el sofá con un buen libro o ante una buena peli y enroscada en una mantita (en invierno) suave y calentita. 2) No soporto el sol, siempre llevo gafas absolutamente negras (Rayban negras), me pongo crema protectora factor 50 cada mañana antes de salir de casa pues he desarrollado fotosensibilidad en la piel y no soporto el sol (me salen manchas y me arde mucho la piel si me expongo al sol), si voy a la playa o a la piscina es por obligación en verano con mi hijo, y digo por obligación pues voy por él, si fuera por mí no iría pues detesto coger sol 3) me encanta verme blanquita, cuanto más blanca mejor 4) ya no me gustan las verbenas de los pueblos, me aburren y si acaso voy es con mi hijo para subirnos a las atracciones de feria, para que se suba a castillos hinchables y para comprar chuches y algodón de azúcar o ver algún festival infantil, 5) me sigue gustando bailar, pero lo hago yo sola en mi casa con los cascos puestas y música de Youtube 6) he perdido todo interés en el coqueteo, es más, llevo desde junio de 2013 sin pareja (casi 3 años) y no extraño nada, me he acostumbrado a estar a mi bola, soltera y feliz. Sin nadie inquisidor que me esté controlando todo el tiempo. 7) Ya no soy nada impulsiva. Pienso mucho las cosas antes de hacer algo. Lo pienso, lo repienso y lo vuelvo a pensar. Medito cada acción qué consecuencias podrá traerme para mí y mi entorno. Sobre todo para mi hijo. 8) TODO absolutamente todo en mi vida, lo hago, lo veo, lo realizo, bajo el prisma del interés supremo de mi hijo primero. Primero está mi hijo, luego todo lo demás, incluso yo misma. Su estabilidad y felicidad está mil veces por encima de la mía propia y actúo en consecuencia.
Y, como dice la canción de MERCEDES SOSA.... CAMBIA, TODO CAMBIA. Les dejo el vídeo de esta canción tan linda.
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