domingo, 25 de agosto de 2024

Romper el círculo, sin SPOILER

 Ayer fui al cine a ver una película de la que me habían hablado muy bien. 

Últimamente, no hago colas para comprar entradas. Me las pillo por internet y así, como siempre llego antes a los sitios, tengo tiempo para ver tiendas, tomarme algo en el Starbucks y comprar tranquilamente el combo mediano de palomitas y refresco que siempre me pido antes de entrar a la sala.


Esta limonada Mango                                                                           Dragonfruit está de vicio.





A las seis menos diez minutos abrieron el acceso a la sala (3) y entré de las primeras. Tomé mi asiento asignado (previamente seleccionado por mí, vía internet) y me acomodé para disfrutar de la que, sabía, sería una gran película. En poco tiempo la sala se llenó de gente, la mayoría grupitos de amigos/as y parejitas. Me pregunté cuántas personas no habrían vivido o estarían viviendo situaciones de violencia machista en sus vidas. Yo me muevo en un sitio muy pequeño y conozco demasiados casos, imagino cómo será si juntamos los municipios de Santiago del Teide, Guía de Isora y Adeje. Probablemente, muchas personas fueron a ver esta película intencionadamente por algo personal, al igual que yo. 


Soy de esas personas que viajan solas, que van al cine solas, que van a comer a un restaurante solas, que van solas, en definitiva, a todas partes. En las primeras veces que lo hice (y te hablo de cuando me acababa de divorciar, en el año 2008 y yo tenía 28 añitos) hasta me sentía molesta, como si todo el mundo me estuviera viendo. A partir de la segunda, ya me dio igual lo que pensara la gente, ¡disfruto tanto de mi soledad! Que cómo me va a importar lo que opinen los demás, ¡al diablo! Además, siempre conozco a gente nueva y es, les aseguro, la mejor estrategia para ligar (😉 ).

Empezó la película y en los 130 minutos que duró no me moví de mi asiento, absorbió toda mi atención. Me vi identificada en la personalidad y modo de ser de Lily Bloom Blossom, la protagonista. 


Hay que empezar diciendo que la película está basada en la novela best-seller de Collen Hoove. Creo que me haré con sus libros en español, porque me encantó el argumento de esta historia (real como la vida misma). Está dirigida y protagonizada por Justin Baldoni (el morenazo guapo, llamado en la película Ryle Kincaid). El actor y cineasta estadounidense escogió a Blake Lively (que hace de Lily) para levantar su proyecto.



Ryle y Lily se encuentran casualmente en la azotea común de su edificio, ahí se conocen y estallan chispas entre ellos desde ese primer encuentro. Todo parece perfecto, él es un morenazo guapo, culto, caballeroso, bien vestido y, que encima, es neurocirujano. Ella una mujer sonriente, educada, claramente sensible e inteligente y con el proyecto de abrir una floristería (hasta su nombre ficticio parecía designar su sino) en la ciudad donde los dos viven: Boston. De la que se ven unos primeros planos aéreos increíbles. Debe ser una ciudad preciosa, ojalá algún día pueda hacer turismo en ella. 

Lily arrastra heridas de su infancia y adolescencia, debidas a la figura de su padre. Te dejo descubrir por qué. 

Un entramado de casualidades lleva a que los destinos de Ryle y Lily se crucen, pero Lily se encuentra con un viejo amigo del pasado, alguien muy importante para ella y que, sin ella saberlo, terminará siendo su ángel guardián. Este chico, Atlas Corrigan (interpretado de adulto por el atractivo Brandon Sklenar) también tiene en su vida la marca de la violencia familiar. De tal modo que Lily y Atlas congeniaron muy bien desde el minuto uno en que se conocieron siendo adolescentes. 

La película narra muy bien los ciclos de la violencia. Cómo las mujeres, incluso con un mecanismo mental inconsciente, justificamos y defendemos a nuestro agresor: la mente traicionera intenta recordar no que él te empujó por las escaleras, sino que te caíste tú sola. No que te dio un tortazo en la cara y fruto de ello te caíste al suelo, sino que tú te caíste sola y así un largo etcétera. La mente femenina modifica el recuerdo de algo y crea otra escena para defender y proteger al hombre, la mujer siempre con su instinto materno a flor de piel, incluso con sus parejas. Además, siempre le tratamos de quitar responsabilidad al hombre, como si lo hubiera hecho "sin querer", "es que no era él en ese momento", "es que yo provoqué esa agresión", "es que fue culpa mía", "es que..."

También, explica cómo en las primeras citas ya se pueden ver las denominadas "red flags" o banderas rojas que nos alertan de estar ante alguien tóxico o peligroso y cómo las pasamos por alto. Siempre hay que tener en cuenta este lema, que salía en la serie Sexo en Nueva York y Samantha Jones siempre tenía en la boca; <<Si parece demasiado bueno para ser real, probablemente lo será>>.


Me gustó mucho el papel que tiene la hermana del neurocirujano, Allysa, porque al final le da un consejo de amiga (llega a ser la mejor amiga de Lily) y le habla como amiga, no como hermana de Ryle, haciendo gala de un corazón fastuoso. 

Aborda también el tema de las constelaciones familiares:

¿Qué son las constelaciones familiares? 

 La constelación familiar —Familienaufstellung en alemán— es una pseudoterapia​ que postula que las personas son capaces de percibir de forma inconsciente patrones y estructuras en las relaciones familiares y que estos quedan memorizados, sirviendo como esquemas afectivos y cognitivos que afectan su conducta. De tal modo que, si en tu árbol genealógico hay mujeres que fueron maltratadas por sus maridos, tú como mujer descendiente de ese árbol tendrás tendencia a escoger inconscientemente a un hombre maltratador como pareja. También, si eres uno de los hombres de este árbol y todos fueron machistas y agresores, ellos tendrán tendencia a ese tipo de violencia. Es aquí cuando entra en juego la educación del entorno y la red de apoyos afectivos que se confabulan en torno a la persona para romper con el círculo que su constelación familiar le ha señalado en la memoria genética. De ahí el título de la película: ROMPER EL CÍRCULO. Porque SE PUEDE HACER, EL CÍRCULO ACABA AQUÍ si tú quieres. Y germinarás una nueva constelación familiar, sanando tu árbol genealógico. 




En definitiva, una película que merece la pena ir a ver al cine. Le daría un 10/10. ¡¡NO SE LA PIERDAN!!


Besos, amor, salud y felicidad para todos/as/es. 


Ana Naira Gorrín Navarro. 

25/08/2024.











domingo, 18 de agosto de 2024

Candlelight Summer: Tributo a ABBA

 Hace como medio año (sí, siempre compro las entradas a conciertos, los billetes de avión y las reservas de hoteles con bastante antelación) que adquirí por la app Fever (donde me entero de todos los conciertos y acontecimientos musicales de Tenerife) la entrada para el maravilloso concierto al que asistí ayer sábado 17 de agosto a las nueve de la noche en el Centro de congresos y conciertos Magma de Tenerife. 

No nos dejaban grabar, pero al final, en la última canción, nos dieron permiso para sacar los teléfonos. Así que les comparto este trocito de magia. Les aconsejo que amplíen pantalla, se pongan unos auriculares y disfruten de los siguientes minutos:



Me encantó el modo de llegar a los sentimientos del público a través de la melodía y el ambiente mágico que crea la luz de las velas. Me parece una idea muy original la de estimular todos los sentidos a través de la música. 

En el vídeo puede apreciarse cómo los músicos se miran cómplices y satisfechos cuando el público comenzó a cantar el estribillo de Mamma, mia!

En la página de Fever, sección Candelight, podemos leer el repertorio que escuché anoche:


Programa Candlelight: Tributo a ABBA

  • Dancing Queen
  • SOS
  • Money, Money, Money
  • The Winner Takes it All
  • Voulez-Vous
  • Angeleyes
  • Waterloo
  • Fernando
  • Knowing Me, Knowing You
  • Chiquitita
  • Lay All Your Love On Me
  • Super Trouper
  • Mamma Mia!


(Fuente: https://feverup.com/m/175133?srsltid=AfmBOor0vi0SaRGX-d2yb7P4gu1ABiyww30udtz1cyJO9t0jbxZJxzxH )


Y ahora me despido con este vídeo de YouTube, sobre los mismos conciertos en lugar diferente:



Uno de mis pendientes en esta vida es aprender a tocar el violín. Siempre me ha enamorado el sonido que de ellos emana. Es una melodía equiparable a los más grandes sentimientos y emociones humanas; al amor, a la melancolía, a la nostalgia. Su música te transporta y te hace soñar. 

Y así, entre mis obligaciones laborales de lunes a viernes, mis momentitos de ocio y disfrute durante los fines de semana y mi entrega absoluta a cuidar de mi familia y entornos laborales y personales, se me pasan los días, las semanas, los meses y los años. 

Tengo varios proyectos en el tintero, el más cercano es para septiembre. Me hacen mucha ilusión, pero no los voy a contar hasta que ya estén materializados. 

Gracias por leerme, por pasar por aquí y comentar. Un abrazo muy fuerte, que Dios les bendiga y que hagan mucho bien y den mucho amor. 

Paz y alegría en vuestros corazones. 

Ana Naira Gorrín Navarro.
Domingo, 18 de agosto de 2024. 


jueves, 15 de agosto de 2024

He recibido una invitación muy especial.

¡¡Allí estaré, amigos/as escritores/as y poetas/poetisas!!



Ana Naira Gorrín Navarro. 

15/08/2024. (Aunque la recibí por junio/24, pero había olvidado contaros esto que tanta ilusión me hizo y hace. Nunca es tarde si la dicha es buena). 

Esnob, reseña sin spoiler.



Empiezo a escribir este post, mientras suena mi disco de vinilo “Kind of blue” de Miles Davis en mi recién adquirido tocadiscos vintage y saboreo un matcha latte con sabor a césped recién cortado (siendo sincera) y un ligero toque dulce a leche de almendras (con azúcar, ¡menos mal!). Antes que nada, he de empezar por decir que esta autora, Elísabet Benavent, me gusta bastante desde su saga “En los zapatos de Valeria”. Que fue llevada a la gran pantalla por Netflix con la serie “Valeria” (recomiendo verla después de haber leído los libros, por fa). Sobre todo, no te pierdas “El diario de Lola”, mi personaje favorito en la saga Valeria. El diario de Lola es un spin-off de la «Saga Valeria», el primer trabajo que la autora autopublicó y que en poco tiempo conquistó a cientos de lectores y se situó en los primeros puestos de la lista de más vendidos de ficción.

Sobre la saga de Valeria, leemos en su sinopsis: << Valeria es como tú y como todos. Ella está enamorada de Adrián, hasta que conoce a Víctor. Pero Valeria no está sola. Porque tiene a Lola, que maneja el sexo como el que maneja un arma, a Nerea, que es doña perfecta, y a Carmen que es insegura, odia a su jefe, y para más inri, está enamorada de su compañero de trabajo. Valeria es como todos. Porque todos queremos ser felices, entre tanta mierda que nos explota en la cara.>>

Te dejo link a su página web, que tiene por nombre su alias en redes sociales (yo la sigo en todas).

Link: https://betacoqueta.com/

Benavent tiene un estilo literario muy distendido, con abundancia de diálogo entre sus personajes (lo que convierte sus novelas en muy cinematográficas) y, aunque en su última novela nos presente un protagonista masculino, está claro que su enfoque es siempre femenino. Es la reina del “chick lit” español.

En su última novela, Esnob (me gusta mucho la españolización de anglicismos que suele emplear Benavent, ¡defendiendo lo español, bravo!), nos muestra por primera vez a un protagonista masculino,; Alejo, quien se esfuerza porque no sea muy evidente que se ha enamorado de su jefa, Marieta (que si fuera una princesa de Disney sería Brave y con la que me identifiqué durante todo el libro). Esa clase de mujer que si tuviera una banda sonora por su manera de ser sería, como bien dice en su libro, “Ingobernable” del Madrileño, C. Tangana (¡tú sí que nos entiendes, Puchito!). No obstante, desde mi punto de vista, los diálogos internos que mantiene con él mismo son demasiado femeninos. Está claro que un hombre no piensa como él, sea o no de las nuevas masculinidades. Se nota muchísimo que la autora no ha tenido hermanos. De hecho, lo he buscado en su biografía y, efectivamente, tiene sólo una hermana. Creo que ser mujer y haberte criado con hermanos varones es un plus en la vida, porque acabas pensando como un hombre en muchos aspectos.

Con esta novela, Benavent, pretende hablarnos de las relaciones de amor en un mundo frenético donde lo habitual es encontrar a la persona a golpe de match. Esnob es una radiografía de las relaciones humanas mordaz e irónica, divertida y tierna.

La novela, además, está llena de referencias culturales y de conceptos modernos (muchos con anglicismos bien explicados), por lo que aprenderás muchísimo.

Me gustó mucho el ambiente laboral de la empresa startup (Like¡t), aunque retrate muy bien el hecho de que siempre se acaba sexualizando la figura de la mujer, por más que ésta sea la jefa. Evidencia el techo de cristal al que se enfrentan siempre las mujeres con altos cargos. Y también que la erótica del poder es siempre muy diferente para hombres que para mujeres (vean a este respecto mi artículo “Erótica del poder” en mi blog www.ananayra.blogspot.com).

 Like¡t es ese tipo de empresa actual que estimula, ante todo, la cohesión grupal laboral y la creatividad de sus empleados/as, con oficinas con amplísimos ventanales desde donde entraba la luz natural, donde los empleados/las empleadas tenían un dresscode que prohibía vestir de manera ejecutiva y gris, donde la mayoría llevaban el cabello teñido de colores, con piercings y tatuajes por todo el cuerpo. Un lugar con cantina para los empleados/las empleadas, bien suministrado de microondas y neveras, llenas éstas de bebidas. Una cocina moderna con estanterías llenas de todo tipo de infusiones, cafés, bollería industrial, galletas, muffins, pero también cereales, toda clase de frutos secos y fruta fresca, jugos naturales y galletas dietéticas (healthy food), todo gratis para los empleados/las empleadas. Con un entorno bonito, de decoración moderna, funcional, sillas ergonómicas y plantas suculentas por todas partes. Sobre todo, lleno de sansevierias, que purifican el ambiente de los lugares en que esté. Vamos, un entorno laboral en el que da gusto estar.

 

Como en su página web ha colgado un fragmento de esta novela, te la cuelgo por aquí, para que puedas ver por ti mismo/a de qué hablo cuando digo que es una buena escritora y que te enganchará de principio a fin en cada uno de sus libros. Y al final te dejo mi calificación del libro.

Esnob

Elísabet Benavent

Fragmento

Prólogo

Like¡t

Nunca he necesitado una aplicación para ligar. Quizá la palabra «necesitar» no es la correcta, pero ya me entiendes. Siempre me parecieron un poco…, hum…, al principio lo veía como algo de losers, después ya…, ¿cómo decirlo sin parecer un carca? Bueno, era un poquito carca, así que ¿qué más da parecerlo? Sencillamente pensé que esas cosas no eran para mí. Siempre creí que el hecho de que la tecnología facilitara los encuentros les quitaba ¿emoción? ¿Valor? No lo sé. A mí me gustaban las cosas a fuego lento, como antes, tal y como las tenía planteadas desde que era muy joven. Mi propósito estaba claro: licenciarme, sacarme un máster con mención de honor, irme a vivir con mi chica, casarnos y tener al menos dos niños. Como ves, en mi vida no había sitio para esas cosas.

La primera vez que escuché hablar de Like¡t fue a uno de esos amigos de colegio privado con los que todavía conservaba el contacto. No sé si fue Jacobo o Beltrán, aunque esos nombres dejaron de formar parte de mi vida hace tiempo y, a decir verdad, a veces los confundo en los recuerdos. Los dos tenían una extensa experiencia en este tipo de temas e iban vestidos y peinados de la misma forma; lo ponían difícil. En aquel momento, fuera quien fuese puso bastante énfasis en la que iba a ser la aplicación definitiva para ligar, pero el resto no le hicimos mucho caso. Nosotros «no necesitábamos» aquellas cosas. Nosotros «preferíamos las cosas a la antigua usanza». Por un lado, Jacobo o Beltrán, da igual, eran los típicos que habían probado todas las apps existentes; por otro, el ser humano no suele prestar atención a algo si no lo hacen en masa los demás. Es así de triste.

No mucho después me encontré frente a la marquesina de una parada de autobús con una publicidad terriblemente llamativa que captó toda mi atención y me recordó aquella conversación con mis colegas.

«Like¡t, la última aplicación para ligar que vas a descargarte en tu vida».

Vaya…, las nuevas tecnologías a favor del amor para siempre… «Menuda engañifa», pensé. Todo el mundo sabe que a ese tipo de plataformas no le interesa que encuentres el amor. Quieren que lo intentes, lo intentes, lo intentes… y te comas toda su publicidad, pagues para poder dar marcha atrás, para que destaquen tu perfil y para tener la oportunidad de que la gente guapa también te vea. Entonces ya era vox populi que solo llegabas a aquellos usuarios con el mismo ratio de likes que tú. Que alguien encontrase el amor en Tinder me parecía, en aquel momento, un caso aislado, un milagro, una lotería a la que yo no quería jugar.

Lo mío eran las finanzas, no el márquetin, pero me parecía una publicidad bastante contraproducente para los intereses de una aplicación de este tipo… Sin embargo, me equivoqué. Y tanto que me equivoqué. Los eslóganes tenían su aquel, la verdad:

 

«La aplicación que se bajaría hasta tu madre».

«La aplicación que vas a descargarle a tu madre».

«La aplicación antifantasmas».

«La aplicación que llora en las bodas».

«Like¡t, la aplicación que folla con Tinder y le escribe al día siguiente».

 

Like¡t tardó bastante menos de lo esperado en estar en boca de todos y no solo de mis amigos…

Hubo muchas cosas que despertaron mi curiosidad sobre aquel fenómeno y ninguna tenía que ver con mi vida personal. En aquel momento yo vivía con mi novia, con la que llevaba cinco años, a la que había pretendido con flores, paseos, regalos y chocolates… y, bueno, unos maravillosos primeros meses de sexo matutino, desayuno en la cama y arrumacos. Si alguien me hubiera preguntado sobre mi relación, le habría asegurado que todo iba bien: era el tipo de chica con el que me veía sentando cabeza, una de esas bellezas que mis amigos no dejaban de halagar. Además, se portaba bien con mis padres y pertenecía a una buena familia. Para mí eso era el amor: encontrar a alguien que encajase en esa vida que uno quería. ¿Era eso?

No, no me digas nada. Ya lo sé. En ese momento yo lo tenía claro. No había dudas sobre el papel. Nada se me había perdido a mí dentro de Like¡t.

Me resultó curioso que una empresa tan joven, tan nueva, tan «para ligar», fuese tan pronto noticia de las publicaciones especializadas en economía, que acaparase titulares de la prensa generalista y que la gente se la descargara en masa. Un proyecto que tres amigos de toda la vida habían ideado alrededor de la mesa de una cafetería del centro de Madrid dio la vuelta al mundo. No me preguntes por qué, pero me imaginé que esos tres colegas eran igual que yo o que cualquiera de mis amigos.

Un programa de fidelización para parejas en el que se fomentaban las relaciones de largo recorrido surgidas gracias a la aplicación. Un botón de auxilio que te ponía en contacto inmediato con emergencias. Un sistema que imposibilitaba la creación de perfiles falsos. Política de tolerancia cero hacia la agresividad, las faltas de respeto, el ghosting y demás lacras que en otras apps eran el pan nuestro de cada día. Todo ello y más la convirtió en una revolución en el sector. Era segura, esperanzadora, honesta, con una interfaz atractiva y moderna. Era la aplicación a la que todas las empresas deberían parecerse.

Like¡t lo petó. Lo petó como solo lo peta uno de cada cien mil proyectos. La app no solo se convirtió en una empresa modelo en el trato y la gestión de su creciente plantilla, sino que lo petó hasta firmar uno de los contratos de compra más enigmáticos de la historia. Un gigante americanojaponés la engulló por una suma que podría haber permitido a sus socios fundadores (y al menos a dos de sus siguientes generaciones) jubilarse de inmediato, pero prefirieron quedarse con la dirección de la sucursal en España, que capitaneaban según los criterios con los que lo habían hecho hasta el momento.

A Like¡t le siguió yendo bien, pero abandonó las portadas y los titulares. Se convirtió en una empresa afianzada, puntera, sobradamente rentable, que prefirió un perfil bajo, no aparecer en reportajes sobre gestión empresarial, no dar charlas y no participar en simposios. Era como si quisiera cerrar fronteras, como un pueblo galo viviendo bajo sus normas mientras resistía sitiado por una invasión romana.

Todo genial, ¿no? Un caso de éxito para una empresa española que había dado trabajo a muchos jóvenes. Estupendo. Un posible caso de estudio para alguien como yo, que se dedicaba a mover el dinero de gente que tenía mucho, pero nunca suficiente. Hasta ahí tendría que haber llegado mi historia con Like¡t, dado mi gusto por lo tradicional y el éxito de mi plan de vida, pero lo cierto es que aquello fue solamente el comienzo. Like¡t estaba a punto de cambiarme. A mí. Por entero. ¿Por qué si no iba a hablar de esto en lugar de presentarme como Dios manda?…

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La casilla de salida

Me encantaría poder hacer una de esas introducciones de película: «Este soy yo. Te preguntarás cómo he llegado a esta situación», pero vas a tener que …

(Y hasta aquí el fragmento).

¡Anda, a comprarse el libro Esnob y a leerlo! El final tiene un mágico golpe de realidad y humor.

Calificación que le doy: 8,75/10.

¿Una frase del libro que me haya gustado?

<< En el vacío es más fácil encontrarse >> (Alejo).

Gracias Elísabet Benavent por hacerme pasar tan buenos ratos con tus libros.

Ana Naira Gorrín Navarro.

15/08/2024 (Día de La Candelaria, Matrona de mi amada Canarias y Día de La Paloma, Matrona de mi adorada Madrid).

miércoles, 14 de agosto de 2024

Automotívate, no te dejes bichar

 

La importancia de estar motivado/a y no “dejarse bichar”

 

Cuando todo lo que orbita a tu alrededor es negatividad, por muy positivo/a que seas: acabas contaminado/a de ese malestar. Tienes que tener un carácter muy fuerte y estar muy acostumbrado/a a ir a contracorriente, para no verte influenciado/a por esta gran desmotivación generalizada. Esa abulia perpetua, como me gusta realmente definirla, de la que parecen adolecer ciertas personas (que, curiosamente, se multiplican como cepas de un virus superviolento).

 

Mi abuela Jacinta (Mamichinta o Chinty, como la llamábamos todos/as sus nietos/as) siempre me decía: ¡Tú no te dejes bichar la cabeza por nadie! Haz siempre todo con amor. ¡Pon ganas en todo lo que hagas! ¡Cuánta razón tenía!

El canario es un dialecto muy rico y expresivo. La palabra bichar, creo que se entiende perfectamente del español, hace alusión a contaminar, a tergiversar el estado natural positivo de una persona, convirtiéndolo en fuente de negatividad perpetua.

 

Hay personas que nunca son felices ni están satisfechas con sus vidas. Eso es un hecho, pero cuando ya son conductas “bichadas”, hay que hacer toda una terapia grupal de coaching que consiga la cohesión necesaria para que los equipos sigan siendo funcionales y mantengan su optimización en el tiempo. Tarea titánica y que requiere de demasiada paciencia.

 

Esto es así en cualquier ámbito de la vida.

 

¡Lucha porque la desgana no te alcance! Sé la diferencia, la luz en la oscuridad y el agua fresca y clara en medio del desierto.

 

Contra la abulia perpetua, siempre.

 




Ana Naira Gorrín Navarro.

14/08/2024.

martes, 13 de agosto de 2024

La erótica del poder.

 



<< Una de las definiciones de la RAE para erótica es atracción y excitación muy intensa, que se siente ante ciertas cosas como el poder, el dinero, la fama, etcétera.  

El erotismo tiene mucho de fantasía y proyección, no se trata tanto del hecho en sí mismo, sino de la forma en que la persona lo interpreta e imagina. Algunos psicoanalistas hablan de estructuras perversas cuando se refieren a las redes en las que el individuo se queda atrapado cuando persigue y ejerce el poder, según esa lectura, el poder sería algo perverso.

Cuando hablamos de la erótica del poder, nos referimos a dos vertientes, por un lado a la atracción y excitación que sienten los poderosos al ejercer esa función, que hace que luchen y se empeñen en llegar a la cúspide por el placer que les produce, y por otro lado a la atracción que sienten unos y otros hacia los poderosos, permitiendo que alguien absolutamente anodino, se convierta de repente en objeto de deseo.>>

(Fuente: https://www.recursosyhabilidades.com/videos/la-erotica-del-poder.html).

Pero… ¿Actúan las personas por igual siendo hombres o mujeres? Ya les adelanto, por observación directa de la realidad en mis años de carrera profesional, que no. A una mujer con poder, sea el que sea, los hombres le tienen miedo y hasta le huyen. A un hombre con poder, sea también el que sea, las mujeres le acuden en tropel y la sociedad, en general, lo vanagloria aún más con petulancia y fanfarronería. Atribuyéndole incluso más cualidades positivas de las que realmente tiene, solamente por ser hombre. Mientras que la mujer, para llegar al mismo puesto que el hombre, habrá tenido que romper el techo de cristal y haber superado un sinfín de obstáculos que el hombre no. A una mujer directiva siempre se la enjuicia más que a un hombre. Esto dicho por la propia Ana Botín (presidenta del Banco Santander y miembro del consejo de administración de Coca-Cola). Quien, a su vez, añadió:

<< Cuando una mujer se postula, normalmente está cualificada al 120%; cuando un hombre se postula -no es nada contra los hombres, sois fantásticos- muchas veces tenéis el 50 ó 60% de lo que se necesita", dijo la presidenta del Banco Santander.>>

(Fuente: https://www.epe.es/es/famosos/20231025/ana-botin-discurso-hombres-mujer-empleo-dv-93768617).

 

¡Y menos mal que los hombres huyen de las mujeres con poder! Porque ya tiene bastante carga una mujer con poder, como para tener que ir por ahí esquivando a personas que se le acercan solamente por el interés.

 

 Luego está el tema de los vampiros emocionales, chupasangres y narcisistas, para quienes las mujeres con poder son su objetivo, pero no para adularla (aunque usen el halago primero como medio de llegar a ella), sino para desposeerla de todo atisbo de autoestima, para aniquilarla y dejarla con su amor propio hecho girones, cual tela de seda arañada a zarpazos por un guepardo iracundo.

 

Por tanto, queridos/as amigos/as, cuando hablamos de erótica del poder, tengamos claro quiénes son sus sujetos para la inmensa mayoría (injusta) de la población.

 

Ana Naira Gorrín Navarro.

13/08/2024.

lunes, 12 de agosto de 2024

Padres ausentes.

El abandono de un padre hacia sus hijos/as es, científica y estadísticamente, más frecuente que el de una madre que abandone a sus hijos/as.  

Por fortuna, los padres de las nuevas generaciones tienen más presencia en la vida de sus hijos/as que los antecesores. En parte, porque en la mayoría de casos las custodias compartidas han ayudado mucho a esto, por triste que parezca. En el programa de podcasts “Malas madres” (puedes escucharlo en Spotify o en YouTube, en todo caso te pondré link a pie de página) hay toda una serie de testimonios de madres divorciadas y/o separadas que dicen que han podido conciliar su vida laboral y familiar solo gracias a su divorcio/separación y acuerdo/sentencia de custodia compartida (una semana en casa de Papi y otra semana en casa de Mami). Porque antes de llegar a esto, ellas absorbían toda la carga familiar y doméstica, pese a que al igual que su pareja masculina trabajaban fuera de casa y traían también dinero a casa.  

Quienes engrosamos las listas de madres solteras, no porque lo hayamos escogido sino como consecuencia de la violencia machista, no hemos tenido más remedio que tirar nosotras solas del carro. Y, créanme, es lo más duro y difícil de este mundo.

 Si tienes entre 45-50 años probablemente hayas crecido con un padre ausente que casi nunca o jamás acudió a una tutoría tuya en el colegio y/o instituto, que casi nunca o jamás acudió a verte a una función escolar o de bachillerato, que casi nunca o jamás te ayudó con los deberes y trabajos, que casi nunca o jamás se pasó tardes enteras contigo en algún parque infantil. Todo por considerar que “esto eran cosas de mujeres, cosas de madres”. “Eran otros tiempos”, decían. Justificando su ausencia en los roles del patriarcado.

Otro tema es la estafa del capitalismo y la falsa liberación de la mujer cuando pudo, al fin legalmente en España, incorporarse al mercado de trabajo. No lo hicieron por liberar a las féminas del yugo de la casa, los hijos/las hijas, las tareas domésticas, … Absolutamente todas acabaron trabajando y asumiendo también la casa, los hijos/las hijas, las tareas domésticas ellas solas. Nos vendieron la moto de que la mujer necesitaba salir a trabajar, pero no por nuestro bien mujeres, no nos equivoquemos, sino por el bien del sistema capitalista que había que sostener. Si los hogares no tenían dinero, no podían consumir, punto pelota. Y se trataba de eso: de ganar adeptos a préstamos, hipotecas, de ganar gente que comprara electrodomésticos de última generación, dos o tres televisores por hogar, teléfonos, coches, … Se trataba de mantener la sociedad del consumismo y capitalismo exacerbado. No de fomentar la igualdad ni los derechos de las mujeres (porque deberes ya teníamos más de los que podíamos soportar, como siempre). ¿Por qué creen que, en los anuncios de lavadoras, lavavajillas, friegasuelos, etcétera, nunca salía un hombre sino todo eran mujeres? ¿Por qué creen que jamás hicieron políticas para educar a los hombres en que, si los dos géneros trabajaban fuera de casa, los dos tenían que compartirse las tareas del hogar y cuidados de los hijos/as? ¡No interesaba! El machismo y los roles tradicionales del patriarcado, ésos que las Tradwifes (El movimiento tradwife alude a mujeres de clase media o media alta que siguen la antigua división sexual del trabajo, con tareas y roles bien definidos para ambos géneros: la mujer como ama de casa, cuidadora del hogar y a cargo de la crianza; y el hombre como proveedor económico. Fuente: https://www.clarin.com/internacional/tradwife-puntos-oscuros-tendencia-resaltan-ballerina-farm-roro-bueno_0_YkB8AdtrEh.html) tienen ahora tanto empeño en recuperar y que involucionemos todos/todas como sociedad, les venía bien a los que regían todo en la sociedad: los hombres.



A lo largo de mi carrera profesional como administrativa contable y de Recursos Humanos he observado, año tras año, cuando toca entregar el modelo 145 de declaración de datos personales para el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que la gran mayoría de hombres no sabe en qué año nacieron sus hijos. Solamente he tenido constancia de una mujer que no supiera en qué año nació su hijo (curiosamente, coincide que a esta mujer un juez de familia le quitó la guarda y custodia de su único hijo y la ostenta el padre biológico). No es normal que no sepas en qué año nació tu hijo/a, seas hombre o mujer. Esto dice mucho de la implicación que tienes en el cuidado a tus hijos/hijas y de la corresponsabilidad vital en el hogar familiar.

Yo misma tengo muchos patrones familiares (ya saben, ese tema de las constelaciones familiares) que romper (lucho por no ser una mujer machista, diariamente), pero estoy muy orgullosa de los hombres y padres en que se han convertido, por ejemplo, mis dos hermanos. ¡Ellos sí que han roto los patrones familiares del árbol genealógico! Siendo padres absolutamente presentes y corresponsables en las tareas del hogar y cuidado de las hijas. Siempre los pongo de ejemplo de buenos referentes masculinos a mi hijo. ¡Estoy tan orgullosa de ellos! Y ellos precisamente son la esperanza de un mañana mejor, en el que ya no haya padres ausentes, pero claro, mis dos hermanos tienen educación superior (esto, discúlpenme, pero influye mucho), han madurado con sus relaciones de pareja y han salido del pueblo en que fuimos criados (aunque luego volvieran, pero han salido para estudiar y esto influye mucho porque abre la mente de la persona). Educar a toda una sociedad, que la mayoría de veces no tiene ni estudios secundarios, es una tarea colosal. Hay que partir de cero, explicando el mismo concepto de CORRESPONSABILIDAD e incluso el de IGUALDAD ENTRE GÉNEROS. Por esto mismo, pienso que los ayuntamientos deberían aportar su granito de arena fomentando talleres de NUEVAS MASCULINIDADES (a las que pertenecen, por ejemplo, mis hermanos). Estos hombres corresponsables no se construyen de la noche a la mañana, lleva un proceso y en estos talleres se puede ayudar mucho a muchas familias y centros de trabajo.



Dejo por aquí la idea y me marcho lentamente…


Link al programa de Spotify del Club de las Malasmadres.

https://open.spotify.com/show/14YGS4nlalNT6WSZo4WDRQ?si=65c4c03cbd82481b


En la página de su canal de YouTube podemos leer:

<< El Club de Malasmadres es una comunidad emocional 3.0 de madres con mucho sueño, poco tiempo, alergia a la ñoñería, con ganas de cambiar el mundo o al menos de morir en el intento…

Nace hace dos años (en 2012) en una cuenta de twitter @malasmadres con el objetivo de desmitificar la maternidad y romper el mito de “la madre perfecta”. Laura Baena, su fundadora, sintió la necesidad de compartir su visión de una maternidad real, que reivindicase un nuevo modelo social de madre. Madres que luchan por no perder su identidad como mujer y que se ríen de sus intentos fallidos por ser madres perfectas. De un sentimiento individual a conectar con una necesidad social y convertirse en un movimiento tendencia que con mucho sentido del humor rompen estereotipos. Una comunidad que aglutina ya a más de 750 mil madres en redes sociales y que se ha convertido en altavoz de una generación, con una lucha común: la conciliación.>>



Ana Naira Gorrín Navarro.

En Los Gigantes, a lunes 12 de agosto de 2024.