La importancia de
estar motivado/a y no “dejarse bichar”
Cuando todo lo que orbita a tu
alrededor es negatividad, por muy positivo/a que seas: acabas contaminado/a de ese
malestar. Tienes que tener un carácter muy fuerte y estar muy acostumbrado/a a
ir a contracorriente, para no verte influenciado/a por esta gran desmotivación
generalizada. Esa abulia perpetua, como me gusta realmente definirla, de la que
parecen adolecer ciertas personas (que, curiosamente, se multiplican como cepas
de un virus superviolento).
Mi abuela Jacinta (Mamichinta o
Chinty, como la llamábamos todos/as sus nietos/as) siempre me decía: ¡Tú no te
dejes bichar la cabeza por nadie! Haz siempre todo con amor. ¡Pon ganas en todo
lo que hagas! ¡Cuánta razón tenía!
El canario es un dialecto muy
rico y expresivo. La palabra bichar, creo que se entiende perfectamente del
español, hace alusión a contaminar, a tergiversar el estado natural positivo de
una persona, convirtiéndolo en fuente de negatividad perpetua.
Hay personas que nunca son
felices ni están satisfechas con sus vidas. Eso es un hecho, pero cuando ya son
conductas “bichadas”, hay que hacer toda una terapia grupal de coaching que
consiga la cohesión necesaria para que los equipos sigan siendo funcionales y mantengan
su optimización en el tiempo. Tarea titánica y que requiere de demasiada
paciencia.
Esto es así en cualquier ámbito
de la vida.
¡Lucha porque la desgana no te
alcance! Sé la diferencia, la luz en la oscuridad y el agua fresca y clara en
medio del desierto.
Contra la abulia perpetua,
siempre.
Ana Naira Gorrín Navarro.
14/08/2024.
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