Hoy he acabado otra formación en la línea de mi formación profesional continua que me pago de mi bolsillo por TuriSCool
LA GUANCHE DE DAUTE (A.NAYRA)
Cavilaciones, escritos de días cualquiera, algunos poemas , algunas de mis novelas, pensamientos en soledad compartida,...¡VISITA MI WEB! EN WWW.ANANAYRAGORRIN.COM
domingo, 26 de marzo de 2023
Optimizar el inventario y la capacidad de un establecimiento hotelero. Revenue management
viernes, 24 de marzo de 2023
TURISMO URBANO Y CULTURAL.
Yo, cuando tengo vacaciones y siempre que puedo, practico el turismo urbano y cultural. Mis vacaciones soñadas transcurren siempre en una ciudad llena de actividades culturales e intelectuales que hacer y explorar. Cualquier ciudad europea sería mi paraíso soñado.
Lejos de las playas paradisíacas y el turismo vacacional de los entornos canario, caribeño y del Mediterráneo.
Según el informe anual de Hosteltur, el perfil del turista cultural se define por un nivel de estudios superior, por una profesión liberal o cargo de responsabilidad, con ingresos medios por encima del promedio europeo (bueno, este punto no lo reúno, jiji), edad entre 20 y 50 años y usuarios de internet para buscar información.
El perfil del turista urbano se sitúa entre aquellos que poseen una alta capacidad de gasto y quienes disfrutan de ciudades inteligentes, inclusivas y sostenibles. En este sentido, es verdad que yo cada vez que hago un viaje (no todos los años puedo) he estado ahorrando previamente para ello durante, como mínimo, un año. Haciendo uso de la paga extra de mayo de la hostelería canaria y de la bolsa de vacaciones. Si no, no podría permitirme hacer turismo urbano y cultural que tanto preciso para enriquecerme, aprender, sumar conocimientos con los que engrosar de experiencias mis historias noveladas.
¡Y lo que disfruto yo perdiéndome por las calles de las grandes ciudades, los museos, las catedrales, los parques, los cafés literarios, los teatros,….!
PIEL Y HUESO: ANSIEDAD. OBESIDAD Y ADICCIÓN AL DULCE; ANSIEDAD.
Nací, un 28 de marzo de 1979, siendo una recién nacida macrosómica, tanto de largo como de peso. Fui una bebé enorme hasta los tres años, luego comenzó el proceso de crecimiento y fui una niña delgada, de piel y hueso como me decía mi abuela materna, hasta la adolescencia. A los 14/15 años mi cuerpo comenzó a revolucionarse. ¡Hasta el cabello! Yo, de niña, tenía el cabello liso y oscuro como las indias americanas, pero al llegar a la adolescencia se me volvió rizado y castaño muy claro porque se me quemaba fácilmente con el sol desde que me cambió a rizado.
Esta foto que muestro fue de mis últimos años de piel y hueso. Soy la primera por la derecha (viendo la foto de frente, es decir, a la derecha de quien mira la foto) en la fila de atrás, era fina y larga como un Tajinaste del Teide (como me decía cariñosamente mi abuelo paterno Pepe).
De niña, en el lapso de tiempo desde los 4/5 años hasta los 14/15 años me costaba mucho acabarme los platos. Recuerdo estar sentada en la mesa, con el estómago hecho un nudo porque no tenía apetito alguno y mi padre montarme un circo a voz en grito, amedrentándome con su sola mirada de lobo furioso porque no quería comer y él me obligaba. Taponazos en la mesa, golpes en el respaldar de la silla donde yo me sentaba, insultos … Esta dinámica degeneró en que odiara la hora de sentarme a comer en familia. Y fue así hasta que en la adolescencia mi ansiedad cambió de patrón y en lugar de provocarme falta de apetito se fue al polo opuesto y provocarme un apetito voraz. No obstante, no era cualquier apetito, era y siempre ha sido apetito por lo dulce (toda clase de bizcochos, magdalenas, muffins, donuts, chocolatinas inglesas, chocolate con leche, chocolate blanco, Reese’s, Maltesers, Cadburys, …).
Y he aquí que entra en juego otra
historia de mi infancia en la que no había caído hasta que fui a terapia con
una psicóloga, pues siendo víctima de violencia de género nunca había ido a
terapia para ello. Llegó un día en que me di cuenta de que todas mis parejas
han seguido siempre el mismo patrón; todos han sido maltratadores (físicos,
psíquicos o ambos) y/o narcisistas extremos. Por ello, decidí que el problema
seguramente estaba siendo yo, porque me sentía atraída por este perfil de
hombre y que necesitaba la ayuda de una psicóloga/un psicólogo para desentrañar
el porqué. Ahora que ya lo sé ando con pies de plomo en mis relaciones con los
hombres. Y, pese a que en este momento he escogido la soledad como estado civil
(en estos momentos me siento completa estando sola y no busco ni quiero una
pareja), ahora ya sé mantenerme alerta para detectar las “red flags” y
huir. Volviendo al tema de la comida, tengo un inolvidable recuerdo de mi
abuelo materno, Armando Navarro, para mis primos/as y para mí siempre llamado
Papá Armando, luego rebautizado por mí como Paman (hice un remix). Mi abuelo
Paman siempre venía a vernos a mis hermanos y a mí, cada tarde a la misma hora,
fuera el día que fuera e hiciera el tiempo que hiciera. Ya reconocíamos el
sonido de su jeep, que aparcaba sobre la acera porque solo “ se asomaba para
vernos el hocico, darnos dos besos y una chocolatina a cada uno”, incluida yo
hasta bien entrada la adolescencia (en realidad hasta el día de su muerte me
estuvo regalando una chocolatina diariamente). Mi corazón estallaba de
felicidad cuando le veía, no por la chocolatina, sino porque siempre era cariñoso
y atento con nosotros. Me daba un beso en la frente, me acariciaba la mejilla
derecha y me daba una chocolatina, cada vez era diferente, pero siempre una
chocolatina. Me preguntaba por mis cosas, se interesaba por mis profesores, mis
estudios, por si me gustaba éste o el otro chico, …, y así fue cómo me conoció
tan bien como para sentenciar una vez esto:
-
¡Nayra, hija! Tú eres demasiado “moderna”
(¿liberal?) para un canario, tendrás que buscarte tu pareja fuera, aunque no te
veo yo siendo una mujer casada, eso no creo que vaya contigo. Te veo siendo una
mujer de ciudad, viviendo en Madrid o Barcelona. Puede que tengas hijos, porque
eres maternal y se te nota el instinto materno a flor de piel, pero seguramente
los tendrás tú sola, es un presentimiento que tengo contigo.
Y esto me lo dijo cuando yo tenía
alrededor de 14 años. ¡Nunca lo olvidaré! Mi abuelo era una persona de mundo,
había viajado por él, había conocido a muchas personas y era medio psicólogo.
Por esto guardo todas sus palabras como oro en paño en mi memoria.
Pues bien, resulta que mi
cerebro, según mi psicóloga, hizo una conexión eterna y que permanece en mi
subconsciente grabada a fuego: Me siento bien, como chocolate. Si he tenido un
mal día, si tengo preocupaciones que me causan stress o ansiedad…, ¡me apetece
comer chocolate para lograr sentirme bien otra vez! Uní esa sensación de
confort, de sentirme escuchada, de sentirme entendida (en mi entorno nunca
nadie me entendió), arropada y cobijada por mi abuelo, al chocolate. ¡El chocolate
es mi abuelo! Y a sus brazos acudo en cada mordisco. Necesitaría otra terapia,
así me lo dijo la psicóloga, para desenredar esas conexiones mentales y entablar
una relación sana con la comida. Que, al igual que con los hombres, nunca la he
tenido.
No obstante, no tengo dinero
ahora mismo para pagarme otra terapia (como mínimo 60 euros la hora y se
precisan meses e incluso años para acabar una) y la seguridad social no las
financia. Por más que sean la única solución de muchos problemas de salud graves.
Ya se conocen las carencias y la precariedad que tenemos en la Sanidad Pública
española en cuanto a salud mental se refiere.
Ahora, a cuatro días de cumplir
44 años, soy una mujer de 1 metro 73 centímetros de altura y 110 kilos de peso
(obesidad grado II). Tengo muchísimas cosas que trabajar en mí. No obstante, lo
hago desde la tranquilidad de saber que no por ser diferente soy menos que
los/las otros/as y que en esta vida no todos/as nacemos para hacer lo mismo que
los/las demás. Siempre he tenido personalidad subversiva, así me lo dictaminó
una profesora de Derecho (que se encariñó mucho conmigo y viceversa) porque
decía que yo le recordaba a ella misma a su edad y que con el tiempo no me
quedaría otra que bajar los decibelios de mi personalidad para poder integrarme
en la sociedad. Y digo yo, ¿no sería mejor que la sociedad integre a las
personas que son como yo, que ésta sea una sociedad integradora y reconocedora
del pluralismo democrático inherente a la condición de humanos/as en lugar de
tratar de meternos a todos/as/es en el mismo molde cual asiento de avión?
PD: Siempre me falta espacio en
los aviones, incluso en los asientos XL para meter las piernas e ir cómoda.
jueves, 23 de marzo de 2023
Il est temps de suivre un régime et d'apprendre à voler
Michelle Ballanger est institutrice et auteure. Elle a publié un roman pour enfants, Le Bal des saisons en 2002 ; "Il est temps de suivre un régime et d'apprendre à voler" est son premier roman pour adultes.
RESUME :
Adam est professeur et écrivain public les après-midis. Il adore écrire des lettres pour les habitants de sa petite ville située en Roumanie. Sa femme et sa fille sont parties en France depuis très longtemps et ne sont jamais revenues. Depuis l'hiver, il a recueilli Dragos, un vendeur vieux, sale et gros. Adam pense surtout aux autres avant de penser à lui-même mais il est temps pour lui de suivre un régime et d'apprendre à voler... !
MON AVIS :
Une lecture sympa surtout car on découvre le métier d'écrivain public ! Et quel beau métier ! Pouvoir écrire pour les autres et ainsi les aider ! Il écrit des lettres anonymes, des lettres d'amour, des poèmes, des testaments etc. Bref, il se met au service des habitants de sa ville et oublie ses soucis...
Et c'est surtout ça, que j'ai aimé dans ce roman ! D'ailleurs, on retrouve souvent la figure de l'écrivain en héros de roman mais souvent comme quelqu'un de solitaire et ici c'est un écrivain public qui aime rencontrer les gens...
Je dois avouer que lorsque j'ai vu la couverture, j'ai pensé que c'était un livre d'auto-assistance pour perdre du poids. Je suis une femme obèse et je pensais que mon amie m'avait recommandé de le lire pour que je puisse faire un régime.
Bref, je recommanderais cette lecture, car elle est lente, calme et avec un beau message à l'humanité.
martes, 21 de marzo de 2023
CEREBRO REPTILIANO
¿Han conocido a esa clase de personas que siempre se sienten amenazadas, como si todo estuviera en conflicto contra ellos/ellas y enfadados/as constantemente? ¿Tal vez tengas a alguien en tu familia o entorno cercano que coincide con esta descripción? Pues estas personas tienen cerebro reptiliano.
El complejo-R, también conocido como el
«cerebro reptiliano», incluye
el tronco del encéfalo y el cerebelo. El término «cerebro reptiliano» deriva del
hecho de que el cerebro de un reptil es dominado por el tronco encefálico y el
cerebelo, que controla el comportamiento y el pensamiento instintivo para
sobrevivir. En estas personas, denominadas reptilianas, este cerebro impera en
su conducta, siempre se sienten amenazados/as y, por ende, siempre tienen
miedo, se muestran agresivos/as incluso sin razones para ello porque se sienten
en peligro constantemente. Nunca tendrán excelencia profesional, pues han
aniquilado las partes del cerebro que les dota de ella (límbico y neocórtex)
desarrollando sobremanera el cerebro más básico y antiguo.
Nuestro cerebro incluye
tres cerebros:
- Reptiliano: el más básico
y más antiguo. Se encarga de cuestiones automáticas y de alerta. ...
- Mamífero o límbico: en él
reside la capacidad de sentir emociones. ...
- Neocórtex: Se encarga del lenguaje, pensamiento,
pensamiento abstracto, cognición, etc.
Es
algo que he aprendido en un curso de formación de la Academia Turiscool denominado
‘Ser asertivo/a para resolver conflictos’ que yo me pago de mi
bolsillo por considerar que la formación continua es siempre una inversión en
sí mismos/as y una necesidad constante en nuestras vidas profesionales.
Por si les interesa, les dejo el link aquí
¿Y
saben esas personas que, vistas desde fuera, parecen estar sincronizadas a la
perfección y que parecen tener una complicidad y telepatía fuera de límites?
Pues este fenómeno se denomina Rapport y existe porque una de las
dos la ha provocado en la otra mediante técnicas de programación
neurolingüísticas (PNL).
El rapport es una palabra de
origen francés (rapporter), que significa «traer de vuelta» o
«crear una relación». El concepto de Rapport proviene de la psicología y es
utilizado para referirse a la técnica de crear una conexión de empatía
con otra persona, para que se comunique con menos resistencia y para que vaya a
la par de nuestros objetivos. La Programación Neurolingüística (PNL) aplicada
a la empresa permite mejorar la capacidad de aprendizaje. De ese
modo, no sólo se pueden gestionar cambios sino también iniciarlos, y así
dirigir y ejercer el control hacia los intereses profesionales. La programación
neurolingüística es una forma de cambiar los pensamientos y hábitos de
una persona para que sean exitosos por medio de técnicas de percepción,
comportamiento y comunicación. Es un enfoque pseudocientífico basado en
conexiones neuronales, específicamente, en cómo procesan el lenguaje
El calibrado, el rapport o acompasamiento y el
guiar, es una estrategia que no solo se usa en hipnosis, sino que es
muy útil en cualquier tipo de comunicación humana, muy usado por ejemplo en
el mundo de las ventas, situaciones de terapia o cualquier situación en la que
queramos persuadir o mover a alguien hacia nuestros objetivos.
Por definición, su objetivo es facilitar
la comunicación y el entendimiento, además de crear un vínculo exitoso y
duradero. La idea de rapport aplicada a los negocios tiene como palabras
clave conexión, empatía y sintonía.
Aprender
es sumar, sumar es aportar más a tu entorno y a los demás.
¡No te
acostarás sin saber una cosa más!