• 1) En francés “No et moi”, la historia de una joven adolescente que conoce a otra joven vagabunda. Las dos entablan una bonita relación y se terminan ayudando mutuamente.
• 2) “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee, Premio Pulitzer de 1961. Es un libro precioso, lleno de valores humanos. La valentía de un abogado, Atticus, padre solo (viudo) de dos hijos, adelantado a su tiempo y que luchó contra el racismo. Mycomb es un pueblo ficticio de Estados Unidos en el que vive la familia protagonista de la historia. En primer lugar, Scout Finch, de seis años, que vive con su hermano Jem y con su padre Atticus, un respetado abogado de la localidad. Los dos hermanos son huérfanos de madre. La historia se cuenta a través de las vivencias de Scout, durante un verano en plena Gran Depresión. Por un lado, tenemos a Scout y a Jem, que están fascinados (a la par que aterrorizados) con la figura de Boo Radley, un misterioso vecino por cuya casa pasan diariamente en su camino hacia la escuela y en el regreso. Por otro lado, Atticus tiene que enfrentarse al caso más problemático de su carrera, por las consecuencias futuras: defender a Tom Robinson, un hombre de raza negra que es injustamente acusado de violar a una joven blanca.
Por el trabajo aceptado por Atticus, la convivencia con el resto de vecinos y con el pueblo de Mycomb cambia, ya que los prejuicios existentes no logran escaparse del padre de Scout y Jem, que se mira con malos ojos por decidir defender a una persona negra. Sus dos hijos también sufren el acoso en la escuela por este hecho. El final es desgarrador y es lo que define el título de esta obra maestra de la literatura universal.
• 3) “Tokio Blues de Murakami”, este libro es una delicia. Tokio Blues está lleno de la atmósfera de juventud universitaria, de las sensaciones al compartir habitación en una residencia de estudiantes o piso universitario, de las confidencias a las tantas de la madrugada entre caladas de pitillos y tragos de whisky, del descubrimiento del sexo y de lo peligroso que puede ser engancharse a él solo para llenar el vacío de tu vida. De los sinsabores que los primeros amores dejan, de la responsabilidad que hay que asumir para llegar a la vida adulta, de los problemas propios de la post adolescencia, pero también de problemas graves como el suicidio (del mejor amigo del protagonista; Toru Watanabe), de la depresión y de la fragilidad de la salud mental. De la amistad, de la lealtad, de la búsqueda de la felicidad y del mensaje eterno de que en esta vida lo más importante es amar y ser amado, sólo eso, nada más y nada menos que el todo de amar y ser amado.
El tema de la salud mental se trata con dos de los personajes; el mejor amigo de Watanabe y del amor de su vida, Naoko, quienes acaban suicidándose. Por partes, me pareció estar inmersa en un episodio de la serie "Tokyo midnight diner" de Netflix que tanto me fascinó y de la que espero las siguientes temporadas como agua de mayo.
• 4) En francés “Les hirondelles de Kaboul“, en español se titula “ Las golondrinas de Kabul”. La triste realidad de la sociedad afgana. La acción transcurre en Kabul con los talibanes y su régimen de terror, más preocupado por el control moral que por la reconstrucción de la nación.
Mohsen y Zunaira son una pareja de profesores rebeldes que manifiesta su unidad en el descontento ante las normas limitantes. La muerte de uno de ellos promoverá un desenlace sólo previsto por la sagacidad de un atento lector.
• 5) “Makanai, la cocinera de las Maiko”, el libro original de la serie que está en Netflix. El libro, como siempre pasa, es mil veces mejor que la serie. Con él aprendí la diferencia entre las Maiko, las Geishas y las Oiran: Las Maiko son las aprendices de Geishas y son muy jóvenes, las Geishas son las Maiko ya convertidas en ello (antes de Geishas acceden al título de Geikos, después de Maikos) por pasar todos los exámenes (sí, exámenes). ¡Ni las Maiko ni las Geishas son prostitutas! Son bailarinas, grandes conocedoras de la ceremonia del té, el protocolo, la poesía, la caligrafía, el Kyo Odori o baile tradicional japonés y la música. Tienen un altísimo nivel cultural.
Sus bailes tradicionales son auténticas representaciones teatrales especiadas con la música tradicional japonesa. Si observas con atención, podrás entender lo que cuentan con su baile.
• 6) En francés me leí uno de Mark Levy, en español se titula “El pequeño ladrón de sombras”, muy recomendado también. Narrado en primera persona, el libro nos cuenta las aventuras de un hombre con un don especial, él puede «robar» la sombra de los demás con sólo sobreponer la suya propia con la del otro, y de esta manera escuchar los más profundos deseos y secretos de los demás, ¡pero no sólo para saber lo que los otros piensan! Las sombras tienen un plan y es que este chico deberá tratar de encontrar para cada persona, a quien le robe la sombra, aquel sueño de su infancia, aquella lucecita que ilumine su vida, un fragmento de memoria oculta, aquel sueño olvidado que el día a día y las responsabilidades nos han hecho olvidar…
• 7) “Kafka en la orilla” de Murakami. Este libro me impactó positivamente de una manera especial. Es uno de los mejores libros de fantasía que he leído hasta ahora. Su estilo narrativo es brutal, te sumerge tanto en la obra que estás deseando llegar a casa para coger el libro. La novela, del género de realismo mágico, tiene 49 capítulos y 714 páginas que son, a efectos alucinógenos, mejores que el mejor de los porros que puedan fumarse (broma). Esta novela adentra profundamente en el realismo mágico sin abandonar los lugares cotidianos y realistas del Japón contemporáneo al que ya nos tiene acostumbrados en todas sus novelas. Por momentos es totalmente caótica, absurda y KAFKIANA, de ahí la idoneidad de su título y del nombre del protagonista (máxime cuando Kafka significa en japonés cuervo, y ya verán que hay un personaje llamado Cabeza de Cuervo que tiene un simbolismo muy fuerte en la novela, pues es el alter ego de Tamura). Éste es un libro sobre la vida, sobre el crecimiento y sobre el dolor. Pero también es un libro que nos explica que es imposible hacer esto solos. Tanto Kafka como Nakata crecen como personajes al conocer a otros que los ayudan en sus viajes y es mediante su interacción con otros personajes que ambos crecen y empiezan a avanzar en sus respectivos viajes.
Kafka en la orilla es un libro que cuenta dos historias paralelas, pero relacionadas. Por un lado, tenemos a un joven al que llamaremos Kafka Tamura. Kafka es en realidad un seudónimo inspirado en el autor del mismo nombre. Por el otro lado, tendremos a Satoru Nakata, un anciano que tuvo una vida normal hasta que un misterioso accidente le generó problemas de desarrollo (a nivel cerebral) que hacen que hoy en día le cueste comunicarse con otras personas.
• 8) “Al sur de la frontera, al oeste del sol” de Murakami. Es una novela corta, no tan espesa como otras de sus obras, igual de entretenida y amena que todas. Que profundiza en la importancia que tiene en la vida de toda persona el primer amor, en cómo éste nos marca para siempre y en cómo incide en la vida de una persona cuando reaparece ésta habiendo la otra persona ya rehecho su vida. Murakami siempre ahonda en la crisis existencial de los individuos que se acercan a los 40 y siempre, en todas sus obras, se dibuja, de cerca o de lejos, el suicidio. Dando a entender el peso que tiene éste en la cultura nipona y el gran problema de salud mental que acarrea en muchas personas. Porque... tal vez, y solo tal vez, la felicidad no esté en vivir en un cómodo apartamento de cuatro habitaciones, en tener dos coches de alta gama, dos hijos, una aparente familia feliz, dos bares de jazz y una vida de lujos. Tal vez y solo tal vez, el capitalismo exacerbado occidental, que con tanta fuerza empapó a la cultura nipona, sea la causa primordial de tantos suicidios. Porque en esa búsqueda ansiosa e incesante por el tener, el ser humano se olvida de lo más importante: el ser.
Me enamoré de muchas imágenes de esta novela y de muchos recursos literarios que el autor usa para mantenerte con la intriga hasta la última página.
• 9) En francés me leí uno que en español se llama “Mañana lo dejo” de Gilles Legardinier. Colgué foto creo que en el grupo que tenemos en WhatsApp de las Leionas, mi amiga Celi me dijo que se lo había leído y le había gustado mucho. Y no se equivocaba. Una lectura fresca y amena, muy divertida.
• 10) También en francés, me leí 'El amante' de Marguerite Duras. Me retrotrajo a mi primer amor, casi a la edad de la protagonista y con un hombre también mucho mayor que yo.
Me gustó mucho su narrativa y manera de acariciar el alma con las palabras. Una lectura muy fresca, entretenida y recomendada.
• 11) De Murakami me leí todos los libros traducidos al español, pero aquí solamente les pongo los que más me gustaron. Y en esta lista debe estar, sin duda alguna, “El pájaro que da cuerda al mundo”; otro tochito interesante. Cualquier lector que no esté familiarizado con Murakami lo encontrará, posiblemente, como un libro aburrido. La historia avanza lenta y progresivamente al grado de llegar a ser desesperante en algunas ocasiones. Puede darse el caso en el que uno considere que capítulos enteros del libro son completamente innecesarios (ej. cuando el narrador dedica uno o dos capítulos enteros de varias páginas para describir al hermano de su esposa, quien parece un individuo irrelevante e insignificante) sin embargo, conforme uno va avanzando y se adentra en la historia descubre que todos esos detalles que parecían superfluos y de relleno tienen valor y son de importancia para comprender la trama principal. Además, hay diversas historias transversales que aparentemente nada tienen que ver con la trama y que quedan sin concluir al final de la obra.
No obstante, detrás de esa sencillez se enmascara un complejo relato donde el matrimonio Okada ve alterado su pequeño y apacible mundo después de que Tooru recibe la llamada anónima de una misteriosa mujer y él y Kumiko son posteriormente arrastrados por el destino al centro de una historia que involucra la segunda guerra mundial, el amor, la infidelidad, la política, la ambición, los crímenes de guerra, la muerte y el pájaro-que-da-cuerda, cuyo chirrido provoca aquel elemento bizarro que convierte la realidad en una realidad daimónica (que va a caballo entre la imaginaria y la real) cambiando la vida de los personajes que lo escuchan. Los elementos fantásticos y salidos de la realidad, presentes en toda obra de Murakami, se van apoderando de la vida del protagonista, hasta llegar a tal grado en el que los sueños se apoderan de la realidad y se va desvaneciendo la línea que divide el mundo de los sueños y la fantasía, del mundo real.
La historia gira también en torno al enfrentamiento entre Tooru y el hermano de su esposa, Noboru Wataya, quienes pertenecen a mundos diametralmente opuestos. Dicho enfrentamiento se da en dos realidades diferentes pero paralelas con elementos que vale la pena analizar:
La misteriosa mancha que aparece en el rostro del protagonista, la cual parece ser el vínculo entre la realidad y la otra realidad, donde habitan el otro yo de Kumiko, el verdadero Noboru Wataya y el mayordomo sin rostro.
El pozo de la mansión encantada que parece funcionar como un pasaje a la otra realidad. Un elemento importante para que el protagonista resuelva el misterio que gira en torno a la extraña mujer de las llamadas telefónicas y la desaparición de su esposa.
Durante su aventura, Tooru Okada conocerá aliados importantes como las hermanas Kanoo, May Kasahara, el Teniente Mamiya y Nutmeg y Cinnamon. que le servirán de apoyo en su lucha por recuperar a Kumiko y detener las ambiciones de su cuñado, antes de que éste provoque algo inimaginable.
• 12) En francés, me leí 'Pas de Noël cette année' de John Grisham. También recomendado.
• 13) « Sauce ciego, mujer dormida » de Murakami, es un libro compuesto por 24 relatos. Murakami introduce elementos fantásticos y oníricos, mezcla con calculada ambigüedad el sueño y la vigilia, se sirve de referentes como el jazz o permite que los cuervos hablen, pero, sobre todo, crea personajes inolvidables, enfrentados al dolor o al amor, o vulnerables y necesitados de afecto.
Basta un detalle nimio para que algunos de esos personajes se sumen en la melancolía tras atisbar de pronto el lado oscuro que ocultan los actos cotidianos. Unos, como el protagonista de «El séptimo hombre», intentan superar, muchos años después, la pérdida de su mejor amigo, acaecida en la infancia; otros sienten el impulso de pasear por el zoológico los días de fuerte viento.
• 14) “La caza del carnero salvaje” de Murakami. El narrador de la novela, de 29 años de edad, trabaja para una empresa de publicidad en Tokio y lleva una vida solitaria y reglamentada. Está divorciado, no tiene hijos y tiene una novia que se pluriemplea como prostituta, correctora de pruebas y modelo de orejas. La primera parte de la novela es sorprendentemente realista y describe la fragmentada historia romántica del narrador y su desarraigada existencia en la ciudad.
La novela comienza con el descubrimiento por parte del narrador de que una mujer con la que tuvo un romance informal en la universidad -y cuyo título no recuerda- ha muerto atropellada por un camión que pasaba por allí. A continuación, la novela da un salto en el tiempo: el narrador está a punto de separarse de su mujer, por motivos que no se especifican. A continuación, avanza dos meses para describir a su actual novia, cuyas orejas le hechizan misteriosamente, pero que, por lo demás, no le resulta más que una extraña conveniencia.
La búsqueda del narrador comienza cuando un hombre bien peinado e inescrutable visita la organización de publicidad y marketing en la que trabaja el narrador. El hombre ha visto una fotografía que el narrador ha utilizado para una campaña publicitaria en la que aparece un rebaño de ovejas cerca de una montaña en algún lugar salvaje de Japón. El narrador recibió la foto de su nómada y solitario amigo Rat (a quien yo me lo imaginaba con la cara de Santi de Los Gigantes, no pregunten por qué, jajá) , que hace tiempo que desapareció de su vida, pero que le escribe cartas desde un número cada vez mayor de direcciones lejanas.
• 15) “After dark” de Murakami. Este libro es la evidencia, desde mi punto de vista, de cuánto necesita un escritor ser un ser despierto al mundo que le rodea y nutrir sus relatos de la realidad que le circunda.
Mari y Eri son dos hermanas de Tokio. El joven Takahasi las conoce a las dos y a lo largo del relato parece mostrarse enamorado de Eri, en sus confesiones a Mari. No obstante, es con Mari con quien está todo el tiempo. Eri permanece en un segundo y hasta tercer plano.
Mari y Eri son completamente diferentes, no sólo físicamente. Eri era delgada, esbelta, cuerpo, cara, cabello y piel de modelo de alta pasarela. Mari muestra la silueta un tanto rechoncha y no es tan guapa como su hermana Eri a quien sus padres, según cuenta Mari, parecieron preferir y mimar siempre mucho más que a Mari.
La historia transcurre de noche, entre bares, con ambiente musical de jazz (como siempre, aparece en todas sus novelas) y un love ho (hoteles a los que acuden las prostitutas con sus clientes). En uno de ellos, el ‘Alphaville’, llamado así por la película francesa de los años 60, que encarnaba una sociedad distópica donde nadie debía sentir emociones ni sentimientos - desde mi punto de vista me parece muy brillante ponerle este nombre a un hotel destinado a los encuentros entre clientes y prostitutas -. El Alphaville es escenario de gran parte de la trama de la novela. En una de sus habitaciones, un cliente (llamado Shirakawa) pega una brutal paliza a una prostituta de origen chino y como Mari sabe hablar chino, es llamada para traducirla en su declaración.
La mafia china (las temidas tríadas), dueña de la prostituta de origen chino, empieza una búsqueda del cliente que le propinó la paliza a la chica. Quien, a su vez, era un padre de familia y excelente trabajador. Nada en su vida podía hacer presagiar que era un maltratador de prostitutas y asiduo cliente de los love ho de Tokio.
Eri, con aparentes problemas de salud, está inmersa en una depresión (aparentemente) que la mantiene durmiendo casi todo el tiempo. Cuando Murakami nos adentra en su historia lo hace desde una habitación misteriosa. Supuestamente, regida por un espíritu demoníaco. No voy a contar más sobre esta parte de la novela, pues quiero que la lean y descubran por ustedes mismos cómo se resuelve el nudo de la misma.
Me llamó la atención que esta novela está escrita como si fuera un guion de cine, incluso hace uso de una cámara invisible que no es otra cosa que la conciencia del lector haciendo inmersión en la historia.
También es importante decir que, como en muchas de sus novelas, la mayoría de historias (en ésta hay hasta cuatro tramas paralelas), quedan inconclusas. Para que sea el propio lector el que reflexione, saque sus propias conclusiones y posibles finales de cada trama abierta.
• 16) La trilogía, también de Murakami, de 1Q84. ¡¡AVISO!! Léanla en el momento oportuno, que estén serenas y concentradas. La obra en sí es una oda a la obra de G. Orwell. Murakami ha leído casi todos los grandes éxitos de la literatura occidental y con esta trilogía rinde culto al libro que tanto le gustó, 1984. En japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyu, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación en la grafía refleja la sutil alteración del mundo en que habitan los personajes de esta novela, que es, también sin serlo, el Japón de 1984. En ese mundo en apariencia normal y reconocible se mueven Aomame, una mujer independiente, instructora en un gimnasio, y Tengo, un profesor de matemáticas. Ambos rondan los treinta años, ambos llevan vidas solitarias y ambos perciben a su modo leves desajustes en su entorno, que los conducirán de manera inexorable a un destino común. Y ambos son más de lo que parecen: la bella Aomame es una asesina; el anodino Tengo, un aspirante a novelista al que su editor ha encargado un trabajo relacionado con La crisálida del aire, una enigmática obra dictada por una esquiva adolescente. Y, como telón de fondo de la historia, el universo de las sectas religiosas, el maltrato y la corrupción, un universo enrarecido que el narrador escarba con precisión orwelliana.
• 17) “El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas”, Murakami. En una mezcla de novela fantástica y distopía cyber punk, El fin del mundo y un despiadado País de las Maravillas de Haruki Murakami es un tremendo ejercicio literario, que sigue el estilo narrativo de otras novelas de Murakami. Un calculador sube en ascensor por un edificio al que le han llamado para realizar un trabajo. El ascensor tarda una eternidad en subir, parece que está estático. Cuando llega, una adolescente gorda y vestida totalmente de rosa le recibe y le indica un camino peligroso y subterráneo que debe recorrer hasta llegar al laboratorio construido por su abuelo, un viejo científico y biólogo que trabajaba para el Sistema. El calculador acude y recibe el encargo de descodificar, mediante un shuffling, cómo se emite el sonido de los cráneos de los mamíferos para avanzar en el mundo de la biología y conseguir el objetivo de eliminar el silencio como una manera de seguir la evolución del ser humano.
El fin del mundo y un despiadado País de las Maravillas (Tusquets, 2009), es una novela distópica del género cyber punk del escritor japonés Haruki Murakami. En ella, el calculador, un hombre de 35 años, deberá poner en peligro su vida y evitar que los semióticos (una organización que lucha por robarle los datos al sistema) puedan descubrir a qué investigación se está enfrentando. Si lo hace, en una lucha feroz por el dominio de la información, todo se irá al traste con fatídicas consecuencias, como le advierte el viejo biólogo, quien vive encerrado en un mundo subterráneo debajo de la ciudad de Tokyo junto a su nieta, una joven muy inteligente, pero alejada de la civilización, y que tiene 17 años aunque aparenta tener más.
En paralelo, la novela narra la vida de un hombre que trabaja en una misteriosa ciudad llamada El fin del mundo, como lector de sueños. Su trabajo consiste en ir todos los días por la tarde a una biblioteca, tocar unos cerebros con las yemas de los dedos y leer los viejos sueños que han quedado almacenados en su interior. La ciudad, poblada por pocas personas con el guardián como protector y vigilante, está amurallada y en ella hay bestias y unicornios. Narrada en capítulos alternos, muestra al mismo hombre, el calculador y el lector de sueños (que ha perdido a su sombra, con la que puede hablar, y que sólo conoce al guardián y a la chica de la biblioteca), en dos realidades diferentes.
Ana Nayra Gorrín Navarro.
En Los Gigantes, a domingo 7 de enero de 2024.