Noviembre del 2020
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Un mes que, por lo general, para mí siempre es dulce: las vísperas de las Navidades y ese halo dulce y cálido que todo lo colma, con la decoración navideña en las grandes ciudades ya expuesta, las primeras noches gélidas del año, las incipientes lluvias y las inolvidables tardes de chocolate caliente con marshmellows o malvaviscos (¡se nota que he vivido siempre en un pueblo de extensa colonia británica!) acurrucada en el sofá, con un buen libro y envuelta en una enorme, suave y calentita manta. Pero este año hay un ambiente diferente. La pandemia que ha paralizado al mundo aún se mantiene latente y amenazante. Las reuniones familiares se han restrigido a un máximo de diez personas y aún está por ver si no nos pondrán más medidas restrictivas (toque de queda, por ejemplo). Hasta ahora en Canarias hemos vivido una situación relativamente privilegiada en relación a las cifras de este virus mundial desolador. No obstante, con el frío y las gripes estacionales se prevé que...