LA GUANCHE DE DAUTE (A.NAYRA)

Porque Dios me dio el honor de ser tu Madre, hijo mío. Y se preguntarán, ¿qué tiene que ver el haber sido Madre? ¡¡PUES TODO!! Porque tras ser Madre,he aprendido a valorarme y quererme. Todo en mi vida, eres tú primero, Hijo mío. Y en ese filtro entran muchas cosas. Porque tú eres lo primero, quiero dar de mí lo mejor. Físicamente no seré una sílfide, pero cada mañana me levanto con la ilusión de dar todo lo mejor de mí, de cuidar la imagen que proyecto hacia los demás, de vestirme con la mejor de las sonrisas, de transmitir sólo energía positiva, de dar sólo cariño y positividad a quienes me rodean. De poner tanto color en mi presencia como alegría en mi vida. Porque ser feliz es más bien una actitud, un aprender a ser feliz con lo que uno tiene sin esperar a un momento mejor en el futuro sino teniendo en cuenta que, probablemente, el mejor momento sea éste, el del presente. Ya que por ello se llama presente, porque es un regalo. El pasado ya no está, no existe, se esfumó. ...

AL TODOPODEROSO, AL SEÑOR, A DIOS, ACHAMAN, ABORA, WAKAN TANKA, INTI,…, como le quieras llamar. Como te hayan enseñado a llamarle según tu acervo cultural, según tu religión. En mi entorno se venera mucho a los Santos católicos. Lo que voy a escribir aquí puede herir algunas sensibilidades conservadoras. Pido perdón porque ésa no es mi intención: YO CREO EN DIOS, FIRMEMENTE. Creo en los Profetas enviados a la Tierra, Jesús, Mohamed, y tantos otros de todos los confines del planeta Tierra. Pero al igual que en el pasaje de la Biblia donde Dios se enfada cuando ve a sus fieles venerando a un becerro de oro, creo que venerar a los Santos, llenar las Iglesias de joyas , oro y bienes materiales a trozos de madera que no son más que becerros de oro, desde mi punto de vista ES UN PECADO GRAVE. Así como está escrito en La Biblia. Los musulmanes tienen prohibido venerar nada físico ni material. En sus templos de oración no hay ni una sola imagen ni ostentación alguna de riqueza...

Apagar el modo "problemas y angustias" de tu mente, ponerte cómodo/a, tumbarte en la hierba, mirar al Cielo y dejar tu mente en blanco mientras escuchas esa canción que tanto te gusta y te relaja. Desconectar de todo lo que te cohíbe de ser feliz, libre y optimista. Meter en una cajita cerrada todos los dramas de tu vida y dejarlos ahí encerrados un ratito mientras tú coges fuerzas para enfrentarte a ellos. Caminar entre la tibia arena en un atardecer canario. Con el cielo lleno de fuego, naranja y diferentes tonos de rosa por doquier. Abrazar a tu hijo/a y acunarlo/a sentados/as en una silla mecedora mientras lees en voz alta un cuento o una historia de su elección. Sentir el palpitar de su corazón y saber, a ciencia cierta, que es el motor de tu vida. Saborear una cálida taza de café o té recién hecho, deleitarte con su aroma mientras clavas tu mirada en el horizonte dejando tu mente liberarse de cualquier pensamiento. Si hiciéramos este ejercicio mental ...