NUESTRAS CENAS

Mi casa, desde el 21 de enero, es más hogar desde que la presencia de mi adorado Sergio nos cobija. Las cenas han tomado otro carisma, cenas a tres y con Mak echado debajo de la mesa con su cabeza apoyada en los pies del alfa de la casa. ¡¡Cuánto te quiere nuestro perrito!! Cenar mientras conversamos de nuestras jornadas diarias. Bebiéndome tu mirada sorbo a sorbo, entrelazando mis manos a las tuyas de vez en cuando y sintiendo el latir de mi corazón cerca del tuyo, acompasados a dúo. Escuchando las ocurrencias de Nayar y riéndonos juntos. Contigo he descubierto el placer de cenar con un poquito de vino tinto, el culito de una copa de vino a diario como mandan los médicos canarios. Y se me nota en el rostro la felicidad de estos momentos. Mi cabello brilla con fuerza, mi piel está como hacía tiempo que no me la veía (y eso que sigo sin gastarme un céntimo en cremas - lo sé, a mis 37 años ya debería-) y el blanco de mis ojos está más blanco y brillante...