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sábado, 6 de noviembre de 2021

Cuarentañera, migraña, empanada mental y perfil multipotencial

 No oculto que he ido a psicólogos, neurólogos y psiquiatras en muchos momentos de mi vida en que lo he necesitado.

 En una de sus consultas descubrí, para mi sorpresa pues nunca me he considerado inteligente aunque sí con alta capacidad de trabajo y esfuerzo, tener un  CI de 122 y un perfil multipotencial. Sin embargo, también descubrí que tengo un cerebro traumatizado (al parecer se puede ver físicamente en  una tomografía computarizada  pues son cerebros llenos de surcos profundos) que opacan las aptitudes que pueda tener produciéndome bloqueos mentales y emocionales (tartamudeo, hablo al revés; "dame la mesa que está sobre la carpeta", me bloqueo haciendo un simple cálculo mental y un largo etcétera de desternillantes errores que divierten mucho a quienes me rodean pero que no son sino reflejo de mi sufrimiento mental). He seguido muchos tratamientos, ninguno me ha dado resultados positivos, la verdad... Ahora mismo algo tan simple como el triptófano con magnesio y vitaminas del grupo B6 y B12 parecen estar ayudándome muchísimo. Luego, para las migrañas crónicas, tengo otro tratamiento diario (Beloken y cuando me vienen las crisis Zomig 5mg que afecta nefastamente a la memoria). Entre una crisis de migraña a otra tengo periplos de verdadero bienestar emocional y físico, un auge de bienestar que creo que solo entienden quienes viven con migraña. Aunque aparentemente no haya relación entre tener un perfil multipotencial, tener un cerebro con evidencias de traumas profundos y tener migrañas crónicas, ¡sí la hay! Mi cuerpo me envía a través de la migraña la señal de que continúa luchando por superar algo y que, de vez en cuando, necesita apartarse en oscuridad y silencio total del mundanal ruido para reiniciarse y continuar. He aprendido a vivir con ello, aunque soy consciente de que envejeceré mentalmente antes que otras personas. Por eso no quiero dejar de hacer lo que más me gusta: estar con mi hijo y mi familia, escribir y dejar a mi hijo un legado de libros (mientras pueda escribirlos) con mi aprendizaje en esta vida. ¡Y viajar! Colocarme en la tesitura de tener que explorar lo desconocido, salir de mi zona de confort (esto activa mucho las neuronas) y tener que observar, pensar y resolver más allá de la rutina diaria. 

Volviendo al tema del perfil multipotencial, esto está muy ligado a la crisis que se pueda vivir a los cuarenta años. ¿Cómo es que no tengo una vocación profesional nítida, por qué me gustan tanto aspectos de disciplinas totalmente contrarias? Aprender idiomas, la gestión contable y la literatura por ejemplo. Pues, según los psicólogos a los que he ido, porque poseo una mente multipotencial. Una persona multipotencial es aquella que tiene muchos intereses diferentes y lleva a cabo varias actividades creativas a la vez. Anteriormente se les denominaban personas polímatas. Este tipo de persona, según la psicología, generalmente no teme los cambios y seguramente a lo largo de su vida experimenta cambios radicales fruto de sus decisiones. Como contrapartida, puede que tenga dificultad en la toma de decisiones si tiene que elegir solo un área de especialización y que pase por cambios frecuentes en el ámbito laboral. Esto le lleva a profundas depresiones de las que solo se puede salir con ayuda profesional (durante años tomé Fluoxetina por prescripción psiquiatra, pero me engordé tanto con ella que la he dejado). Ojalá alguna vez de con un profesional que sepa tratarme para sacar el máximo partido a mi tipo de mente. Que me ayude a solventar mis problema de migraña, mi trastorno de ansiedad generalizado y me ayude también a descifrar los traumas de mi cerebro. 

La mente humana es maravillosa, un universo aún por descubrir. La mayoría de nuestros problemas mentales provienen de situaciones que vivimos en el pasado que creemos que ya no nos afectan, pero que han dejado su estela en nuestro cerebro y mente. Y de comernos más de la cuenta el tarro, ¡en mi caso sin duda! Pero, somos seres pensantes y considero que es inevitable, es algo implícito a ser un ser racional.  

Si te has sentido identificado/a en algo de lo que he escrito, me encantaría conversar contigo. ¡Tal vez podamos ayudarnos mutuamente! 


























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