Con la lástima de llegar a la última página de una novela que disfrutas, hoy acabé esta obra del escritor Rubén Martí.
Es
una novela muy bien escrita, con el valor añadido de los sesgos autobiográficos
del autor. Por tanto, recomiendo encarecidamente su lectura.
Me
hizo meterme en la mente de un adolescente. Hecho este que, dados mis cuarenta
y dos años, agradezco profundamente pues ya me había olvidado de todo lo que
sentía yo a esa edad, me ha venido muy bien el ejercicio pues soy madre soltera
de un adolescente.
El
tema central por desgracia está muy de moda; el bullying y cómo afecta este en la vida de una persona y de quienes
le rodean.
Con
reminiscencias de la misma magia de Salinger en su best seller “El guardián
entre el centeno” e incluso con referencias temáticas en el cine con
películas como la española “El doble más
quince” con Maribel Verdú y Germán Alcarazu, Rubén Martí conduce al lector
a la madurez y transición de Rubén. El bullying fue el punto de inflexión que
marcó toda su vida. Pienso que muchos jóvenes pueden, por infortunio, sentirse
identificados con el personaje central. Y es en este punto donde destaco la
resiliencia de la que Rubén, el protagonista (sí, con el mismo nombre que el
autor), hace acopio durante toda su vida y que nos sirve de referencia clara de
superación personal y de saber salir adelante ante las adversidades.
Todos/as
hemos sentido algo especial durante nuestra adolescencia por un profesor/ una
profesora, otro encanto añadido a la novela pues todo el tiempo quieres saber
hasta dónde llega esta historia. Mas en esta ocasión hay una novedad digna de
elogio en la creación literaria pues lejos de repetir el patrón de Nabokov con
su “Lolita”, Rubén Martí cuenta que
también existen las relaciones entre mujeres que le sacan mucha edad a su
amante y lo normaliza en su relato.
En
una ficción autobiográfica de narrador omnipresente, con comedidos diálogos
entre los personajes, Rubén Martí acude al viento, tal vez, como símbolo por
ser elemento reiterado en toda la obra. Como suelen hacer los mejores
escritores al usar este recurso literario, tales los enanitos pelirrojos de los
libros de Laura Norton. Y así, el viento lleva y trae a los personajes a unas u
otras acciones que determinen sus propios finales en la novela.
Me quedo con estas dos reflexiones:
(Pág.
132) << Si demuestras miedo, la sociedad se ensañará contigo sin piedad.
En cambio, si demuestras valor, esa misma sociedad, la misma, tendrá piedad y
te respetará>>.
(Pág.
300) << En la unidad de los colores frágiles del arcoíris radica su fuerza
y su esencia no es otra que el hecho de que no existe nadie que pueda
separarlos>>.
¡Enhorabuena al autor y gracias por un viaje tan
enriquecedor a través de su lectura!
Ana Nayra Gorrín Navarro.
Sábado, 1 de mayo de 2021.
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