La bestia, de Carmen Mola y mi siguiente lectura.

 

La bestia, de Carmen Mola.












Hoy he acabado de leer La Bestia de Carmen Mola, una novela de suspense, acción y tintes históricos ambientada en el Madrid de 1834, en plena epidemia de cólera. La trama se sumerge en una ciudad marcada por la pobreza, el miedo y la violencia, donde comienzan a aparecer cadáveres de niñas brutalmente asesinadas. La búsqueda del culpable, al que llaman "La Bestia", se convierte en una carrera contrarreloj en la que se mezclan la corrupción, las diferencias de clase y oscuros secretos. La novela destaca por su ritmo trepidante, escenas impactantes y un ambiente muy bien recreado de la época. Es una lectura adictiva, con giros inesperados y una prosa directa que engancha desde el principio. No obstante, te tengo que advertir que por partes es tan orgánica que sentirás repulsa y rabia. Vi una atroz crítica al machismo y a cómo se nos ha maltratado a las mujeres, desde niñas, desde el principio de los tiempos.

En cuanto a su autoría, Carmen Mola es en realidad un seudónimo detrás del cual están tres escritores: Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero. Se reveló que eran un trío de guionistas y novelistas tras ganar el Premio Planeta 2021 con esta obra. Y, dato curioso (por denominarlo de alguna manera) justo ese año, 2021, la cuantía del premio ascendió de 601.000 euros al millón de euros ¿casualidad o causalidad?

El estilo narrativo de La Bestia es uno de los aspectos más destacados de la novela, ya que combina una prosa ágil y absorbente con una ambientación histórica minuciosamente construida. Desde las primeras páginas, se percibe un ritmo trepidante que apenas da respiro al lector. La narración avanza de forma dinámica, gracias a capítulos cortos que terminan en momentos de alta tensión, generando una necesidad constante de seguir leyendo. Este enfoque mantiene el suspense y contribuye a que la historia se sienta vibrante y llena de acción.

La prosa es directa y eficaz, con un lenguaje crudo que refleja sin tapujos la violencia y la dureza de la época. Los autores no edulcoran la brutalidad del Madrid de 1834, marcado por la epidemia de cólera, la pobreza y las tensiones sociales. Esta crudeza narrativa no resulta gratuita; por el contrario, intensifica la sensación de peligro y realismo que impregna toda la novela. El lector se sumerge en un mundo hostil donde la vida vale poco y el miedo se respira en cada rincón de la ciudad. Algo que nos resultará muy familiar, sobre todo en el primer semestre del año 2020.

Otro rasgo distintivo del estilo narrativo es el uso de múltiples perspectivas. Se nota muchísimo que son tres personas distintas las que redactan. Y ya puestos, se nota también demasiado que son hombres los que narran. Una mujer jamás narraría así el dolor de una niña. La historia se cuenta desde diferentes puntos de vista, lo que enriquece la trama y ofrece una visión más amplia del contexto social y emocional en el que se desarrolla. Este recurso también contribuye a construir el misterio que rodea a "La Bestia", permitiendo al lector acercarse al enigma desde varias miradas y manteniendo la intriga hasta el final.

Los diálogos, por su parte, son ágiles y naturales. No solo aportan fluidez a la narración, sino que también revelan aspectos clave de los personajes, mostrando sus motivaciones, temores y contradicciones. La interacción entre los personajes está cargada de tensión y matices, lo que añade profundidad a la historia.

Los autores logran transportar al lector a un Madrid sombrío y decadente, donde las calles están llenas de cadáveres, el miedo al cólera se mezcla con el terror a los asesinatos y las diferencias de clase se hacen más evidentes que nunca. Las descripciones son precisas y evocadoras, prácticamente puedes hasta sentir los olores a putrefacción y muerte, pero sin ralentizar el ritmo de la acción, lo que demuestra un equilibrio muy bien logrado entre la ambientación histórica y el desarrollo del suspense. Dejando en evidencia las verdaderas profesiones de sus escritores: ¡son guionistas! Y realmente el libro transcurre como una película.

En definitiva, el estilo narrativo de La Bestia combina una prosa visual y cinematográfica, heredera del trabajo de sus autores como guionistas, con una estructura que mantiene el suspense y la tensión narrativa en todo momento. Es una lectura adictiva, que atrapa tanto por su ritmo como por la riqueza de su ambientación y la complejidad de su trama.

La novela se articula en torno a varias líneas argumentales que se entrelazan de forma progresiva. Cada una de estas líneas sigue a diferentes personajes, cuyas historias personales se van acercando hasta converger en la resolución del caso que da título a la obra. Esta estructura coral permite explorar distintos ambientes del Madrid de 1834 —desde los barrios más miserables hasta los círculos de poder— y enriquece la narrativa al ofrecer múltiples puntos de vista sobre los mismos acontecimientos. La técnica de alternar perspectivas también contribuye a reforzar el misterio, ya que el lector recibe fragmentos de información que solo cobran sentido cuando todas las piezas se ensamblan hacia el desenlace.

En términos narrativos, como ya hemos indicado, la novela está construida sobre un progresivo aumento de la tensión. Los primeros capítulos presentan el escenario —un Madrid asolado por el cólera y el miedo— y plantean el enigma central: los brutales asesinatos de niñas a manos de "La Bestia". A partir de ahí, la acción se intensifica mediante una serie de investigaciones, persecuciones y enfrentamientos, cada uno aportando nuevas pistas, pero también sembrando dudas y sospechas. La revelación final, que cierra con eficacia todas las tramas abiertas, está precedida por varios giros argumentales que mantienen la incertidumbre hasta el último momento.

Lejos de ser una debilidad, esta diversidad de enfoques enriquece la novela, aportando una complejidad narrativa que resulta muy atractiva.

Para concluir, la estructura de la trama en La Bestia está cuidadosamente diseñada para maximizar el suspense y la intriga, con una narrativa que alterna de manera eficaz la acción, el desarrollo de personajes y la ambientación histórica. La autoría compartida no solo no supone un problema, sino que parece haber enriquecido el texto, aportando una narración sólida, coherente y altamente adictiva. Ahora bien, ¿es moralmente correcto presentarse bajo la identidad de una mujer que no existe para concursar con una novela escrita por tres hombres? Yo tengo clara la respuesta, a tu reflexión dejo el resto.

Valoración que le doy a la obra: 8/10, porque pese a que disfruté leyéndola, sufrí también mucho. Las protagonistas son dos niñas hermanas, Lucía y CLAra, no saben cuánto sufrí por ellas desde la primera hasta la última página. Me queda la duda de si esto pasó realmente... 

 Ahora me adentro en mi siguiente lectura... ¡Ya les contaré! Historias de mujeres casadas, de Cristina Campos, finalista del Premio Planeta 2022. 






Ana Naira Gorrín Navarro.

10/03/2025.

Comentarios

Entradas populares de este blog

DEATH IN THE FREEZER (TIM VICARY)

Las Milicias republicanas de la Cultura

Notas sobre El callejón de los milagros, hasta capítulo final incluido