Tal vez
porque amo contar historias, tengo el alma sensible y porosa.
En ella
se cuelan hojas secas cual emociones de árboles leyendas,
hojas que
trae consigo el viento de la confianza que me entregas.
Cada vez
que a mí te me acercas y me narras tus vivencias,
abres tu
corazón con confianza plena ¡y tanto me enseñas!
No
obstante, a veces no preciso que me hables siquiera,
tan solo
percibir tu energía en tus silencios, gestos y miradas.
Y, una vez más, en cada poro de mi ser te me anclas.
Hago mía
tu vivencia, sufro contigo, ¡siento contigo las experiencias!
Y puede ser que una tarde cualquiera a una hoja en blanco nutras
o a un
personaje redondo dotes de talantes en una de mis novelas.
Protagonista
o antagonista, siempre nacerás de la propia vida.
¡Mi alma
porosa! De dolores y alegrías plenas, ¡tuyas, tan nuestras!
Ana
Nayra Gorrín Navarro.
Los
Gigantes, domingo 26 de abril de 2020.
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