Con ojos de vieja
y un poco de estoicismo.
La mirada acusadora, ésa que
tienen las personas con la lengua muy larga y la empatía muy corta. Para
quienes los valores humanos quedaron relegados en el olvido, entre los pliegues
de su propia envidia.
Te juzgan, te analizan
minuciosamente intentando sacar a la luz todos tus posibles defectos. Y, aunque
probablemente tuvieras más virtudes que estos últimos, solo para estas personas
tienen importancia los primeros. Porque se nutren de la maldad y si no la
encuentran tienen que inventársela. No preocupándose, en su día a día, por
leer, por aprender, por formarse, sino centrando toda su energía en criticar
despectivamente a los demás.
Son chupadores de energía
positiva. Probablemente harán tu vida más gris si tienes a estas personas
pululando cerca de ti. Jamás los verás ayudar, enseñar o colaborar, pero sí
incordiar, mal enseñar para perjudicar y desamparar a los demás. Si ven que una
persona destaca y es luz, lo primero que querrán hacer es apagarla, ir a por
ella y ningunearla, acosarla y hartarla.
Les gusta rezagarse en las
esquinas para espiar, andar sigilosamente para sorprender. Se les da muy bien
fingir y actuar con absoluta hipocresía. Nunca te dicen lo que piensan porque,
en el fondo, son personas terriblemente inseguras de sí mismas. No usan un
lenguaje claro y asertivo, les gusta crear confusión y manipular a la gente con
ella.
Y así, con ojos de vieja, irán
por el mundo con la mentalidad estrecha y el raciocinio muy corto. Pero tú,
haciendo acopio de filosofía estoica, no dejarás que te afecten y no perderás
jamás tu esencia de buena persona. Como dijo Marco Aurelio: <<La mejor
venganza es ser diferente a tu enemigo>>. La diferenciación no es sólo un
método de supervivencia en un mercado, sino que es un arma de destrucción, ya
que crea nuevos contextos y percepciones, a los que los competidores tienen que
reaccionar. Y no hay nada más importante que tener al enemigo entretenido
pensando en ti.
<< Si no es correcto no lo
hagas, si no es verdad no lo digas>>. Esta es quizás una de las frases
más famosas del emperador Marco Aurelio, recogidas en su libro Meditaciones
sobre el 170 D.C.
El famoso emperador, es
considerado uno de los más fervientes seguidores de la escuela Estoica, y uno
de los últimos antiguos en defenderla a través de su obra. Una corriente
filosófica nacida en Grecia en el 333 A.C, fundada por Zenón de Citio, y hoy conocida
como Estoicismo.
El Estoicismo no es más que la
visión práctica y menos idealista de la vida, en la que se pone énfasis en el
dominio y control de las cosas y los hechos, más allá de las ideas y la
palabra. Yo me siento muy atraída por esta filosofía y trato de llevarla a
la práctica en mi día a día. Haciendo el esfuerzo de que mi entorno no me
afecte y de no mirar al mundo con ojos de vieja que juzga, sino de persona que
aprende, enfocándome más en las virtudes de las personas que en sus defectos y
en ser mejor persona yo, compitiendo con mi yo del año anterior cada año que
pasa en mi vida.
Ana Naira Gorrín Navarro.
10/12/2024.
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