Aunque en mi veintena ya paseé por estos lares, de sentarme a
conversar con grupos independentistas y de anarquistas, parece que la realidad
de mis días se impone y debo volver a refrescar mis ideas al respecto, llegando
a la misma conclusión a la que ya en su día llegué, me explico:
Soy canaria, la prueba de ADN que me hice con MyHeritage
revela el mestizaje étnico que corre por mis venas (ibérica, francesa, guanche,
italiana del sur, he aquí mis ataques de mala leche, griega y hasta un tanto
por ciento de Nigeria). Soy, como dice un buen amigo dominicano: ¡Una pizza con
todo! Y ya no digamos mi hijo, a quien también le hice el test y cuyo padre es
árabe con mezcla de jordanos, bereberes y yemeníes, de nacionalidad marroquí.
Tengo una visión global del mundo. Por más que una vez se me
acusara, en mi entorno laboral, de no tenerla solamente por defender una
tradición canaria de mi gente: Los Carnavales. Defender tu cultura, tus
tradiciones, tus valores patrios, no te convierte en una persona sin visión
global del mundo. Me parece patético decir esto. En fin… Volviendo al tema que
me ocupa y para no desviarme:
Tengo ADN mestizo, he ido a la Universidad (y ella pasó por
mí con sus ideas universales, me enseñó a dialogar con personas de distinta
ideología a la mía y a no sentirme atacada cuando alguien no piensa como yo,
también a defenderme elegantemente de personas que se sienten ofendidas cuando
manifiesto mi criterio distinto), he aprendido otros idiomas (inglés nivel
B1_2, árabe nivel A1_2, italiano nivel A2_2, francés, actualmente, preparándome
el nivel C1), he salido de mi isla y de España, he vivido fuera de mi entorno,
he conocido gente de todas las culturas, credos y etnias y he convivido con
ellos/ellas. He investigado durante años para escribir novelas y publicarlas. No
soy una persona sin visión global del mundo. Y paralelo a ello, soy canaria y
defiendo mi canariedad con mucho ímpetu. ¡Es mi tierra, es mi gente! No hay
contradicción alguna en todo esto.
Me gusta conocer mi pasado guanche, tanto como el ibérico, francés
y de todas las múltiples ramas de mi árbol genealógico. Soy una ciudadana del
mundo que hoy vive en Tenerife, pero que, si mañana tuviera que irse a vivir a Madrid,
a Londres o a Lyon, amaría el pedazo de tierra donde está de pie y lo veneraría
y cuidaría igual que la natal. Me integro, donde voy hago lo que veo, sin
pretensión de modificar nada (es muy de colono imperialista pretender llegar a
un lugar y modificar las costumbres y tradiciones de un pueblo y encima
acusarles de no tener visión global del mundo, solamente por no dejarte someter
al yugo que quieran imponer, siguiendo intereses particulares individuales ajenos
al pueblo que recibe, ¡encima!, a estas personas neocolonizadoras con los
brazos abiertos).
Ser defensora de tu cultura y tradiciones, no te convierte en
independentista. Al menos yo no lo soy. Porque desde hace más de veinte años
comprendí que de lo que se trata es de unirse, de romper con las fronteras
de los países, de ser todos uno/a solo/a. Y esto es totalmente contrario a la
idea del Independentismo, que es siempre cerrarse al otro.
No considero que un/a independentista defienda mejor que yo Canarias.
Respeto su ideología (yo la tuve desde los 13-20 años), pero no la comparto.
Mucho menos soy anarquista ni comulgo con las ideas de los/las
anarquistas. Pongamos por ejemplo un grupo reducido de personas. Véase así, en
una pequeña empresa de 20 empleados/as. ¿Qué pasaría si éstos no tuvieran un
superior jerárquico que les organice los turnos, que controle las ausencias,
que controle la productividad? ¿Creen que se autogestionarían bien solos/as?
Obviamente que no. Es como el Comunismo, la idea en sí es preciosa, pero
siempre (y a las pruebas de dictaduras como la cubana me remito) habrá un
listillo que organice el reparto y lo haga en su propio beneficio y de su
propia familia. Es muy difícil lidiar con la naturaleza mezquina del ser humano/a.
El estado es garante de protección a los individuos: prestaciones
por desempleo, ayudas mínimas, prestaciones sanitarias, educacionales. Si no
existiera el estado y lo público y todo tuviera que quedar en manos de lo
privado y de las empresas privadas ¿qué creen que tendríamos, pues una
dictadura capitalista exacerbada? El estado es garante del bienestar del individuo.
En su propia definición, la RAE establece que:
<< El Estado es un concepto político referido a una forma
de organización social, que cuenta con instituciones soberanas, que regulan la
vida de una cierta comunidad de individuos en el marco de un territorio
nacional. Tradicionalmente se considera que los tres elementos
constitutivos o de existencia del Estado son: el humano, el
territorio y el poder. Es la agrupación de hombres y mujeres, la
población reunida en diversas etapas de su vida, desde la infancia a la vejez.
Las personas pueden ser nacionales o extranjeras. >>.
Según su organización política, podemos diferenciar entre
Repúblicas parlamentarias, Repúblicas presidencialistas, Repúblicas
semipresidencialistas, Repúblicas unipartidistas y Monarquías parlamentarias y
absolutas. Según su sistema de gobierno, podemos hablar de democracias,
autocracias y dictaduras.
Otra cosa es que yo sea republicana, porque considero que el
mismo artículo 56 de la Constitución española nos da una idea exacta de lo que supone
tener monarquía en España; un gasto innecesario de dinero. Porque como dice el
A. 56 CE:
<< El rey reina, pero no gobierna >>.
En realidad, el rey español no es más que un símbolo, no hace
absolutamente nada (y a la actualidad me remito).
Por último, defiendo y amo la labor de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado. Tengo amigos/as militares, policías y guardias civiles
y a uno en concreto le agradezco estar viva hoy en día (soy superviviente de la
violencia machista y él me ayudó mucho a poder estar libre y viva hoy en día),
además es mi mejor amigo desde hace más de una década.
Se tenía que decir, y se dijo…
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