domingo, 10 de marzo de 2024

LECTURAS DEL TEMA 3. ANTROPOLOGÍA Y DESARROLLO.

 

Tema 3. Lectura páginas 127-207 del manual.

 

Nos muestra primeramente que no hay una panacea o fórmula a aplicar en general, sino que hay que ir caso a caso y la respuesta correcta es más bien una fusión de formas culturales, sociales y económicas locales, un elemento dentro de un complejo de factores relacionados. Valorando las necesidades locales por encima de todo. Ilustrativo de esto son los ejemplos de los fogones, la leche en polvo, las casas de los pescadores en Surinam, etcétera.

 

En concreto, en las páginas 146 a 151 se presenta el Proyecto Cornell- Perú- Vicos

 

<< La hacienda Vicos se localiza en un valle en los Andes, aproximadamente a 400 kilómetros al norte de Lima, con 16.000 hectáreas de tierra para cultivo y pastoreo

y tierras estériles tendidas a una altura de 2.700 a 3.600 metros. Durante algunos

años antes de 1952, la hacienda había sido propiedad del departamento político del cual Vicos forma parte y había sido rentada por cinco años o más al mejor postor. En lo referente al status legal, al modo de explotación y a las formas socioeconómicas, la hacienda y su población se parecían mucho a centenares de entidades peruanas semejantes. La dirigía un administrador mestizo en representación de la sociedad que tenía poderes casi absolutos sobre los 1.700 indígenas monolingües de habla quechua, quienes, junto con sus antepasados, habían quedado confinados a la tierra como siervos, casi esclavos, desde tiempos de la colonia. Se conseguían trabajadores para funciones agrícolas y ganaderas de la hacienda mediante una leva de tres días hombre a la semana por cada familia. También se exigía a las familias que realizaran servicios adicionales como cocineros, lacayos, veladores, pastores y criados. A cambio les era permitido ocupar una pequeña parcela de tierra de menor calidad para que cultivaran sus alimentos indispensables para poder subsistir. Los peones que se negaban a obedecer las órdenes podían ser despedidos de la hacienda, quedando en calidad de indigentes y sin esperanzas de ser admitidos, ya que los “buscapleitos” no serían contratados por otros administradores de haciendas. El carácter medieval de la vida se muestra por el hecho de que el valor de la hacienda se medía por el número de peones relacionados con ella y no por sus tierras para cultivo >>.

 

 

<< A excepción de la vida religiosa, los indígenas no tenían injerencia en sus asuntos.

Por lo tanto, carecían de puestos de responsabilidad en asuntos políticos, la capacidad de mando estaba poco desarrollada, casi no se mantenía ningún servicio público, era escasa la cooperación entre las familias; en general, la comunidad estaba sumamente desorganizada y el nivel de vida en la hacienda era el más bajo de la región. Muchos vicosinos padecían de desnutrición, el 80 por ciento estaba infectado por parásitos dañinos, periódicamente epidemias de sarampión y tosferina mataban a numerosos niños; la habitación consistía en chozas de uno o dos cuartos, sin ventanas y con piso de tierra, y la ropa era insuficiente para un medioambiente severo >>.

 

Regía la analfabetización en la comunidad y las condiciones no eran nada favorables para una mediación de antropólogos. Sin embargo, << los antropólogos de la Universidad de Cornell y del Instituto Nacional Indigenista del Perú creyeron que valía la pena intentarlo. A finales de 1951, las dos instituciones concibieron el proyecto Cornell-Perú-Vicos y, gracias a una subvención de la Institución Carnegie, arrendaron la hacienda por

cinco años e iniciaron un experimento en ciencias sociales aplicadas que ha logrado un renombre mundial. Los directores del proyecto formaron juicios de valor que no intentaron defender sobre el terreno científico. Partieron del supuesto de que el relativismo cultural no es absoluto y que algunas condiciones, formas, prácticas y creencias son más funcionales que otras en el mundo moderno. Por consiguiente, el estímulo de estas condiciones, formas, prácticas y creencias es acción justificada si las personas implicadas están plenamente informadas de lo que sucede, si tienen el conocimiento y el derecho para evaluar las alternativas, si participan plenamente en las decisiones que se toman y si en un tiempo razonable asumen los principales puestos en la dirección política y el poder. Como dijo Allan Holmberg, fundador del proyecto y su primer director, ya fallecido, el plan de operaciones “se dirigía al desarrollo de la dignidad humana y no hacia el oprobio, y hacia la creación de instituciones en Vicos que permitieran a todos los participantes en el proceso social gozar de una determinación y participación de los valores no en un sentido estrecho, sino en uno amplio. Así, los objetivos principales de este plan consistieron en la devolución del poder a la comunidad, la producción y la amplia participación de una mayor riqueza, la introducción y divulgación de oficios nuevos y modernos, la divulgación de medidas de higiene y bienestar, la ampliación de la estructura de estatus y roles y la creación de un sistema moderno de instrucción mediante escuelas y otros medios” (Holmberg et al., 1965: 5).

 

<< Cuatro áreas temáticas recibieron atención especial: el desarrollo económico, en especial la agricultura; la educación; las formas sociales, políticas y administrativas, y la salud. Los resultados han sido desiguales, siendo los cambios económicos y sociopolíticos los más notables. Como consecuencia de cultivos mejorados y procesos de mercado, la producción agrícola se ha incrementado en más del 100 por ciento, de manera que ahora los habitantes de Vicos no solo cuentan con los suficientes alimentos para el consumo local, sino con excedentes para la venta, lo que ha permitido importantes mejoras y arreglos para que *los mismos habitantes de la hacienda los compren. En esta área los conocimientos se desarrollaron con tanta rapidez, que a los pocos años los vicosinos

fueron muy solicitados para ser consejeros técnicos agrícolas de los peones en haciendas contiguas>>.

 

Académicamente también fue un éxito, pues con la escuela que se creó tuvieron acceso a la educación muchos vicosinos. Más niños que niñas, como sesgo conservador de sus mentalidades, pero aún así muchos accedieron a educación secundaria en ciudades cercanas y el número sigue en aumento a día de hoy.

 

Lo negativo ha sido que, dado el incremento de la riqueza de estos campesinos, también aumentó la tasa de alcoholismo de los mismos. Sin verse una reducción del consumo de la hoja de coca masticada, como es costumbre en ellos.

 

Acción práctica, Robert Chambers (páginas 155 – 186).

 

Hace un paralelismo entre la libertad y poder subordinados al poder económico del individuo. Indicando que el poder de acción de un campesino pobre no es el mismo que el del dirigente del Banco Mundial, por ejemplo.

 

Nos sugiere emprender acciones prácticas estudiando in situ la sociedad en la que queremos interferir, pasando más tiempo en los estudios para llegar más lejos. Alejándonos de pomposidades que llamen la atención y que puedan suponer un rechazo hacia el antropólogo por parte de los locales (se me ocurre un ejemplo actual en la figura de la reina Letizia, cuando iba en viaje de voluntariado vestida inapropiadamente y posteriormente se le obligó desde Protocolo a llevar un chaleco de cooperante y vestir de manera menos ostentosa en estos viajes). 

 

 

Evaluación rural rápida (RRA)

 

 

La Evaluación Rural Rápida es una familia de técnicas que facilita la entrada a los agentes externos de forma eficiente.

 

Estas técnicas se han usado habitualmente, aunque hasta hace poco no se ha escrito sobre ellas. Equilibran la balanza entre el coste que supone obtener información, por un lado, y su cantidad, precisión, relevancia, oportunidad y uso final, por otro. Si usamos el término “trabajo sucio” para significar aquel que no es rentable, estas técnicas intentan evitar tanto el trabajo “rápido y sucio” del turismo de desarrollo rural incompetente, como el patológico trabajo “sucio y extenso” que caracteriza a algunas encuestas de cuestionario. Cuando no hay mucho tiempo, estas técnicas proporcionan una tecnología intermedia y apropiada, un enfoque lo “bastante-rápido-y-eficiente”.

 

 

Estas técnicas se han usado habitualmente, aunque hasta hace poco no se ha escrito sobre ellas. Equilibran la balanza entre el coste que supone obtener información, por un lado, y su cantidad, precisión, relevancia, oportunidad y uso final, por otro. Si usamos el término “trabajo sucio” para significar aquel que no es rentable, estas técnicas intentan evitar tanto el trabajo “rápido y sucio” del turismo de desarrollo rural incompetente, como el patológico trabajo “sucio y extenso” que caracteriza a algunas encuestas de cuestionario. Cuando no hay mucho tiempo, estas técnicas proporcionan una tecnología intermedia y apropiada, un enfoque lo “bastante-rápido-y-eficiente”.

 

Se han sugerido varias. Algunas son obvias, aunque generalmente desaprovechadas

e incluyen: la búsqueda y uso de información ya disponible; identificar y aprender de informantes clave —antropólogos sociales, trabajadores sociales, líderes de grupos, estudiantes universitarios que llevan a cabo una investigación de campo, entre otros—; observación directa y hacer preguntas sobre lo que se observa; entrevistas guiadas y entrevistas con grupos informales o seleccionados. Otras técnicas son menos obvias, como inspeccionar la zona desde el aire y usar la fotografía aérea. Quizás sean más importantes

los “enfoques compuestos” diseñados para propósitos concretos como identificar las prioridades en la investigación agrícola, como hicieron Collinson (págs. 67-69), Hildebrand (pág. 68) y Rhoades (1982). Otros enfoques útiles son la recopilación de perfiles familiares, combinando métodos de la antropología social, el periodismo y la estadística (Roberts, 1980); y el enfoque utilizado por los investigadores del Comité de Bangladesh para el fomento del desarrollo rural (BRAC, en sus siglas en inglés) y Swift (1981b: 72-73), al trabajar con pobladores rurales.

 

Un peligro que existe con la RRA es que siempre se lleva a cabo con prisas. Uno de los corolarios a la ley de Parkinson es que cualquier cosa planeada rebasará el tiempo disponible para ejecutarse. Si esto ocurre, serán de nuevo las zonas más remotas y los más pobres los que quedarán excluidos. La oportunidad que presenta la RRA es que al evitar métodos largos ahorra tiempo, y permite incluir a los pobres como individuos y como familias para aprender de ellos y conocerlos con mayor profundidad. Si se puede controlar la tiranía de la cuantificación, habrá más tiempo para descubrir las relaciones y los procesos.

 

Las técnicas de RRA, desarrolladas y usadas con cuidado, pueden concienciar y dar a conocer la pobreza rural y mejorar las estrategias disponibles para atajarla.

 

INVERTIR EL APRENDIZAJE

 

Poner a los últimos los primeros. Aprender de los más pobres en las comunidades que estudiamos, aprendiendo desde abajo e integrándonos primero nosotros a ellos. Y elaborado una lista de pasos a seguir:

 

1)      Sentarse, preguntar y escuchar.

2)      Aprender de los más pobres.

3)      Aprender el conocimiento técnico indígena. Todas las personas que viven en

zonas rurales saben cosas que los agentes externos desconocen. Existen muchas

formas para que estos aprendan de ellos, entre otras, el enfoque exhaustivo del

antropólogo social relativo a los sistemas de conocimiento, incluidos conceptos

y patrones de pensamiento. Sin ir tan lejos, contamos con perspectivas menos

complejas que incluyen, por ejemplo, la recopilación de glosarios de términos

              locales, los juegos, la cuantificación y la clasificación.

4)      Aunar investigación y desarrollo.

5)      Aprender trabajando.

6)      Juegos de simulación.

 

En cuanto al estilo de comunicación, se trata siempre de hablar menos y escuchar más, desde la escucha activa y la comunicación asertiva. Primando la acción personal.

 

PARTICIPACIÓN. Majid Rahnema. Páginas 187 – 207

 

 

 

Ideas:

 

1)      El concepto de participación ya no es percibido internacionalmente como una amenaza.

2)      La participación se ha vuelto un lema publicitario políticamente atractivo: en

aquellas situaciones en que los Gobiernos han aprendido a controlar y contener

la participación, se obtienen importantes ventajas políticas haciendo ostentación

de las intenciones de ampliar dicha participación. Los lemas publicitarios

participativos crean sentimientos de complicidad entre los fabricantes públicos

de ilusiones y sus clientes. Los políticos proyectan hacia sus distritos electorales

la imagen de ser verdaderamente sensibles a todos sus problemas,

invitándoles a menudo a ilustrarlos respecto a sus necesidades y aspiraciones.

En un plano distinto, algunas formas de participación pacíficamente negociadas

pueden desactivar situaciones explosivas allí donde las políticas de

desarrollo crean tensiones y resistencia entre sus víctimas.

3)      La participación se ha convertido en una proposición económicamente tentadora:

muchos países llamados “en vías de desarrollo” tienen una economía en bancarrota

       o casi, a menudo como resultado directo de diversos programas de “asistencia”

económica y financiera. Están dispuestos a vender lo que les queda de

              su alma a cualquiera que les otorgue fondos para pagar sus deudas. En situaciones

en que deben “ajustar” sus economías nada puede caerles mejor que pasar

los costos a su gente más pobre, lo cual se viene haciendo en nombre de la participación y su corolario, la autoayuda.

Solo el Banco Mundial ha invertido más de 50.000 millones desde 1975 en

los llamados programas de alivio a la pobreza. Revisando los resultados, los

analistas del Banco más informados han llegado a la conclusión de que: “La

sostenibilidad de los proyectos en el largo plazo está estrechamente ligada a la

participación activa e informada de los pobres”.

 

4)      Se percibe la participación como un instrumento de mayor eficacia, así como una

nueva fuente de inversión: los procesos participativos suministran a los proyectos

de desarrollo lo que más necesitan para evitar las trampas y fracasos del pasado.

 

5)      La participación se está convirtiendo en un buen mecanismo para recaudar fondos:

sobre todo, en los últimos diez años, el electorado y los medios de comunicación

de los países donantes han demostrado un creciente interés en las ONG dedicadas

al desarrollo.

 

6)      Un concepto ampliado de la participación podría ayudar al sector privado a involucrarse directamente en el negocio del desarrollo.

 

Siendo, fundamentalmente, necesaria la participación popular. En base a estas premisas:

 

 

a) Los actuales obstáculos al desarrollo del pueblo pueden y deben ser

superados entregando a las poblaciones afectadas la plena oportunidad

de participar en todas las actividades relacionadas con su desarrollo.

 

b) La participación está justificada porque expresa no solo la voluntad de

la mayoría, sino porque es la única forma que tienen de asegurar que los

importantes objetivos de carácter moral, humanitario, social, cultural y

económico inscritos en un desarrollo más humano y efectivo sean

logrados pacíficamente.

 

c) La “interacción dialógica”, la “concientización”, la “IAP” y otras actividades

similares pueden posibilitar que toda la gente se organice a sí

misma de un modo que mejor convenga a la satisfacción de sus fines

deseados.

 

Ana Naira Gorrín Navarro.

 

01 de marzo de 2024.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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