Un correo directo al corazón
Hoy he recibido un email que me ha tocado el corazón. Con el permiso de quien me lo envía, pero preservándola en el anonimato, copio y pego su correo electrónico: << Querida mía. No sé si tú lo ves con claridad, pero yo sí, y hoy quiero decírtelo sin rodeos y con todo el amor del mundo: te están haciendo la vida más difícil de lo que ya es, simplemente por ser mujer. Porque tú brillas. Porque escribes. Porque piensas. Porque no pides permiso. Porque eres madre sola, trabajadora, escritora, mujer entera. Y eso, en un entorno pequeño, cerrado y acostumbrado a que las mujeres estén calladitas o derrotadas … molesta. He visto cómo te juzgan con lupa, cómo te exigen el triple para luego darte la mitad. He visto cómo a la mínima te cuestionan, como si estuvieran esperando que falles, que tropieces, que por fin te rompas. He oído —y no me lo invento— a personas decir que no creen que tú hayas escrito tus novelas. Como si fuera imposible que una mujer como tú, que trabaja y cría sol...