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martes, 29 de diciembre de 2020

Terapia de parejas, Movistar. * CON SPOILER *


¿RECOMENDARÍA VER ESTA SERIE DOCUMENTAL? ¡¡SIN LUGAR A DUDAS!! Pero como este post es spoiler espero que lo leas después de haberla visto. 

 Una serie documental que empecé a ver ayer por la tarde, vi siete capítulos de los diez de los que se compone y hoy por la tarde la finalicé. Tomé notas desordenadas en un folio y aquí las plasmo a continuación (¡alerta de spoiler!).

Desarrolla casos reales en una consulta de una terapeuta de parejas llamada Orna. 

En el episodio 1 el primer caso mostraba a una pareja en la que él era claramente un narcisista manipulador adicto al sexo y ella una cuarentañera normal con la libido bloqueada por el continuo maltrato psicológico y presión sin pausa que su horrible (aunque guapísimo) novio ejerce sobre ella. La pareja en cuestión se llaman Annie y Mau. 

El caso de la pareja afroamericana me llamó mucho la atención, Elaine y Desean (me encantó este nombre, que se pronuncia Desön). Ella había tenido un ex maltratador, era una superviviente de violencia de género y familiar desde niña, con solo 15 años se quedó embarazada de su novio violento y abandonó el hogar familiar para irse a vivir con él. Continuó con su embarazo adolescente y tuvo a su único hijo. 

Orna, la terapeuta, le dijo a Elaine que la razón por la que con su actual pareja actuaba siempre de salvadora era porque en su pasado su propia vida estuvo en peligro y ella de manera inconsciente tenía tendencia a pretender salvar la vida a los demás pues se tuvo que salvar a sí misma en el pasado. Por ello siempre tiene la necesidad de proteger a quienes le rodean. 

Me resultó cuando menos cómico que la propia terapeuta tuviera a su vez que hacer terapia con otra profesional debido al desgaste psicológico y energético al que su profesión como terapeuta de parejas la somete. La terapeuta acaba haciendo terapia porque hacer terapia a otras personas le acaba afectando. 

La vida en pareja es demasiado complicada. Viendo programas o series como esta me reafirmo en mi idea de que mi estado de felicidad, paz y tranquilidad reside en mi soltería, jeje. 

Luego estaba la pareja conformada por Alan y Evelyn. El padre de Alan nunca aceptó a Evelyn y no acudió a la boda de ambos. La terapeuta definió la situación como sabotaje y maltrato psicológico. Alan tuvo que prescindir de su familia para continuar con su relación sentimental y marital con su esposa, pese a que Alan adoraba a su padre con quien siempre estuvo muy unido. La terapeuta señaló este hecho como el causante de que Alan sintiera que era la parte que más daba en la relación y a su vez este hecho provocaba en Evelyn el temor a que él la dejara en cualquier momento, pensando que le sería infiel como excusa para romper su relación. Por ello, ella era súper controladora, posesiva y celosa con Alan todo el tiempo, ¡lo asfixiaba! Ambos se hacían la vida imposible el uno al otro, pese a que estaba claro en solo observar como se miraban que se amaban puramente y sin medida. Se sumergieron en un círculo vicioso de procrastinación, falta de comunicación y diálogo, ostracismo y malestar continuo en la relación y convivencia. 

En el episodio 4 descubrimos que el narcisista (Mau, el guapo narcisista de cabello negro y ojazos azules) ¡¡es hijo de un padre brutalmente maltratador que pegaba palizas a su madre, a él  y a sus  hermanos!!  ¡También era un superviviente de la violencia de género y familiar! Creció en una familia rota, numerosa y con miles de problemas. Cuando tenía 11 años su madre se armó de valentía, alentada por él y sus hermanos, y se separó de su marido por violencia de género, la justicia dio la custodia de sus hermanos y de él a la madre y Mau no supo nunca nada más de su padre. A los 15 años se fue de casa (igual que Elaine aunque en otro contexto) y dejó los estudios. Nadie se ocupó de él desde esa temprana edad. Su madre no le buscó ni hizo que recapacitara y él lejos de echarle nada en cara a la madre dijo: <<Mi madre no podía hacer nada más, estaba intentado recomponer todos sus pedazos, ya tenía bastante con su drama. Mi madre no era una mala madre, siempre fue buena conmigo y mis hermanos>>. Esto me llamó mucho la atención, ¡cómo protegía a su madre hasta el final! 

Orna, la terapeuta, definió que Mau buscaba en sus parejas la figura materna, una madre que lo cuidara. Su narcisismo era derivado de sus traumas infantiles con un padre maltratador y machista en extremo. Mau tenía un mantra en su inconsciente que se repetía sin darse cuenta en su interior: << Yo puedo solo porque nadie es más fuerte que yo>>. Y usaba el sexo como vía de escape de sus presiones psicológicas y traumas (igual que un adicto al alcohol, a la comida, a las drogas,...). 


SIEMPRE HAY UNA RAZÓN A TODO COMPORTAMIENTO Y CONDUCTA HUMANA. 


En el caso de Elaine, la superviviente de violencia de género, ella tenía continuamente la sensación de que no le importaba a nadie (soledad y supervivencia por mucho tiempo cincelaron esta sensación en ella). Ella daba por hecho esa sensación que no era más que algo subjetivo, una sensación que estaba en ella pero que no era la realidad. Ella daba por hecho una sensación. Proyectando continuamente esta sombra de todo lo malo que le ocurrió sobre su actual pareja, sin que ella fuera consciente, claro. 

Es difícil entendernos, por ello es necesaria la ayuda de un/a psicólogo/a experto/a cuando vivimos traumas y situaciones complicadas en la vida. 

En episodio 5 descubrimos que la pareja de Mau, Annie, fue violada antes de conocerle a él en una calle de Nueva York. 

Lo que me resultó claro es que las parejas de la serie documental fueron seleccionadas meticulosamente por sus características de dificultad en sus perfiles psicológicos y experiencias vitales. 

Elaine y Desean plantearon algo espantoso en el episodio seis. Elaine era mulata, de origen puertoriqueño, muy clara de piel comparada con Desean (bastante negro). Elaine adoraba ir a lugares pijos (asombrosamente dice que frecuentados en su mayoría por blancos, ¡en pleno S.XXI!) y Desean dijo que le enfadaba sobremanera que siempre el personal de esos lugares se dirigían a Elaine y no a Desean, algo que intimidaba e incomodaba a este último pues sentía que era racismo. Esto originó que Desean no deseara salir más de noche con Elaine sino permanecer en casa viendo tele en el sofá. La terapeuta recomendó en este punto la película 'Déjame salir' (2017), pero luego cuando Orna hizo terapia con su terapeuta comentó este hecho pues le dolió contrastar que aún hay racismo en la sociedad y que Desean tuviera que lidiar con él en su día a día. 

Lauren y Sarah, pareja en la que Lauren es transexual y Sarah se fecunda in vitro con el semen de Lauren (conservado antes de someterse a su dolorosa operación de cambio de sexo). No obstante, buscan tener un bebé para salvar la relación que comienza a hacer aguas. ¿Buena idea? 

Según Orna, NUNCA es buena idea tener un hijo/una hija para intentar salvar una relación que comienza a ir mal. Todo lo contrario, todo empeorará. 

En el episodio 7 Sarah cuenta que finalmente no resultó embarazada pues el semen de Lauren no era de buena calidad, mala motilidad. Contaron, las dos, cómo les afectó la noticia de que Trump no quería reconocer a los transexuales. Esto las quebró a las dos tanto como el no embarazo de Sarah con el que las dos estaban ya muy ilusionadas. 

Descubrimos en este episodio que Sarah previamente había sido heterosexual, convencional y con pareja heterosexual (wow!). 

En el episodio 9 Lauren y Sarah asumen juntas que aún no están preparadas para tener hijos y planifican viajes y disfrutar de la vida marital sin hijos/as, por ahora. Fortalecer su relación de más de cinco años para solidificar aún más sus bases antes de tener hijos/as. 

Elaine y Desean: la terapeuta hace ver a la pareja que la base de todos sus problemas tienen raíz en la inseguridad de Elaine, derivada de su pasado de malostratos y les da pautas para superarla. 

Alan y Evelyn se someten a una terapia de reprogramación y cambio de pautas y logran salvar su relación.

Annie y Mau abandonan la terapia antes de tiempo. Hecho este que frustra sobremanera a Orna, la terapeuta. 

Orna confiesa a su terapeuta que muchos de los problemas de parejas que ella trata en consulta los ha sufrido y vivido en su propia vida privada, que no le son ajenos por lo que puede saber a ciencia cierta cómo se sienten sus pacientes. 

El episodio 10 y último se titula CONFINADOS (primera semana de confinamiento en Nueva York). Lara y Trey son una pareja de cuento de hadas, novios desde niños (a los 10 años se hicieron novios y nunca rompieron). Hasta que estalla la crisis profunda  que les lleva a la consulta de Orna. Todo porque él tuvo una aventura sexual con otra mujer y Lara dejó de confiar en él pese a que le perdonó y no rompieron su matrimonio por ello. 

Michelle y Janes, ocho años juntos, pareja interracial (él blanco y ella negra). A Michelle le saturó que durante el confinamiento Janes no se hiciera cargo tanto como ella quería de su hijo en común de cuatro años mientras ella trabajaba en teletrabajo desde casa. Él era policía pero estaba en suspensión de contrato durante el confinamiento. 

Las sesiones de terapia acontecen en su mayoría por internet, Zoom. 

Michelle y Janes empiezan a acumular mucha tensión y stress en la convivencia durante el confinamiento. Que curiosamente se resuelve cuando a Michelle le rescinden el contrato y ella se centra solo en su hijo y familia. 

Elaine y Sedesean (16 años juntos) se mudan a Florida, compran un piso nuevo allí. Pero Elaine sigue siendo desconfiada, controladora y posesiva con Sedesean por momentos. 

Lara y Trey se quedan sin trabajo los dos debido a la crisis del Coronavirus. Esta tensión económica les influye como pareja y pierden la libido pese a estar confinados y tener todo el tiempo del mundo (solas en su piso) para el sexo, pero NO lo desean. 

Lara se refugia en la comida por la depresión. 

La terapeuta les aconseja que sea afectuosos el uno con el otro pero sin necesidad de sexo. Un simple abrazo de koala mientras ven la tele sin tener más expectativa de que pase nada sexual. Finalmente este sencillo consejo unido al hecho de que al final él encontró trabajo en teletrabajo desde casa, ayudó bastante a reconstituir la relación.

Lauren y Sarah (Sam). Sarah decide hormonarse ¡para hacerse hombre! Cambia su nombre de Sarah a Sam, pero tiene que cerrar su estudio fotográfico tras el confinamiento por las pérdidas tan atroces y pierde su trabajo. Entra en una profunda depresión a la misma vez que está en su ciclo de hormonas masculinas para convertirse en hombre. Demasiado duro para cualquier persona. Orna lo definió como una alteración traumática de patrones de vida. 

Todas las parejas comienzan a verse afectadas por el confinamiento, la mayoría no cesan de discutir y pelear. 

Hasta Orna comienza a deprimirse. 

En este episodio se desarrolla el movimiento " Black lives matter" tras lo vivido por el difunto George Floyd y los abusos policiales. La pareja interracial queda en medio de toda esta tensión social interracial y temen por el futuro incierto que vaya a tener su hijo mestizo. En este punto se ve a la propia Orna con sus dos hijos (se ve que ella es divorciada con dos hijos) portando pancartas contra la violencia policial y el racismo en la manifestación en apoyo a GEORGE FLOYD en New York, con mascarillas pero todos en la manifestación (aunque en las imágenes se veían, todo sea dicho, a demasiadas personas sin mascarillas).

Orna dijo algo que se me quedó grabado y que pongo como conclusión final : la mayoría de problemas de las parejas no son de ellos con la otra persona sino contra sí mismos por problemas suyos propios que proyectan en la pareja (efecto espejo). Tienen que resolver esos problemas consigo mismos para que todo pueda fluir. 












viernes, 11 de diciembre de 2020

Tradición anual: balance del año (¡Ufff!)

  Un año difícil para todos/as, pero por desgracia el que tenga los pies tan en la tierra me hace aferrarme a la realidad y ser consciente de que 2021 no será tampoco un año fácil. Solo le pido a Dios salud y todo lo demás tendremos que construirlo nosotros/as con el sudor de nuestra frente. No será fácil, pero nadie dijo que a esta vida viniéramos a ser felices sino a luchar (como decía Ragnar en la serie Vikingos). 





 Empiezo:

Enero: Comencé el año con cambios a la vista, sola en mi puesto de trabajo y con muchos cambios en el organigrama laboral. Una despedida dolorosa pues en el trabajo pasamos más tiempo que en casa y siempre terminamos por hacer de nuestra familia a nuestros compañeros/as de trabajo, al menos yo. 

Febrero: El mes de San Valentín y yo me adentré en otro intento con esa personita que desde hace años estaba en la zona de amigos con derechos pero que siempre que hemos intentado algo más no funcionaba. En fin... Teníamos que intentarlo, ¡una vez más! Pero de esta ya no habrá más ocasiones, lo tengo claro. 

Marzo: El mes de mi cumpleaños y el de los carnavales de mi pueblo. Prometía ser un buen mes hasta que.... ¡Estalló la pandemia, el estado de alarma, suspendieron los carnavales, me incluyeron en ERTE laboral en mi empresa y todo cuanto pueden leer en mi web en la sección titulada Pandemia! Mi 41 cumpleaños aconteció estando todos/as confinados, recibí de regalo una botella de Tequila Rose (¿les he dicho alguna vez que me encanta?) que me regaló una amiga muy querida, pero lo que más me emocionó fue la postal que me escribió y que conservaré siempre como oro en paño pues sus palabras ¡me dan tanta fuerza! Me aficioné a tomarme una copita con mucho hielo y rebajada con leche mientras aplaudíamos cada tarde a las 19h en el balcón y escuchábamos la música que nos ponía nuestro vecino Chano. Fue lo mejor del confinamiento, ese momento de unión colectiva y baile en los balcones mientras bebíamos (muchos/as como cosacos/as, lo admito). Subí diez kilos más durante el confinamiento. Ahora tengo un serio problema de peso que tengo que resolver en 2021. 

Abril- mayo- junio-julio-agosto-septiembre: acontecieron con la sensación mental de estar aún confinados/as y la angustia previa a la autorización definitiva de la prórroga de los ERTES al 70% (durante semanas padecí de insomnio por la preocupación). Durante el confinamiento terminé de escribir mi quinta novela (ya en manos de una editorial canaria para su publicación en 2021, Dios mediante), al margen de este hecho tan bonito no tuve más novedades que haber acabado con buenas notas el A2.1 de francés en junio y posteriormente en septiembre empezado las clases (presenciales) del mismo idioma en la Escuela Oficial de Idiomas de Los Cristianos y también una formación universitaria cortesía de la Fundación Ana Bella de supervivientes de violencia de género de la que soy miembro y colaboradora. Mi hijo regresó también al instituto en este mes y pese a que al principio teníamos el miedo metido en el cuerpo, el instituto se organizó tan bien que poco a poco se nos fue disipando.


 ¡Ah, me olvidaba! En mayo tuve una novedad importante: me reencontré con un conocido ruso de mis tiempos de gimnasio, quedamos y me adentré casi sin darme cuenta en otra relación de fin de semana, pero finalmente no llegó a nada y se disolvió. No tengo ganas, a decir verdad, de consolidar una relación seria, ¡me encanta estar soltera! En esa época también me dio por intentar aficionarme al deporte del Nordic walking, compré los palos y tenis de caminatas y empecé a practicarlo todos los días una hora hasta que ya por agosto me lesioné a causa de una insignificante piedrita que se me había colado en el calcetín, me hizo una herida enorme en la planta del pie - provocándome un charquito de sangre trillada en él - me dolía al apoyar el pie, me cansé y dejé de practicarlo (es un poco aburrido si no vas con gente que te de conversación en tu idioma o en un idioma que entiendas, jeje). 


Octubre: Comenzó el mes con el quince cumpleaños de mi hijo, ¡¡mi niño precioso!! Lo celebró en casa con sus amigos. Me preocupa sobremanera el mundo que hemos dejado en herencia a nuestros/as hijos/as. Pandemias, hambrunas, trabajo precario, contaminación a todos los niveles, mar lleno de plásticos y residuos,... Es muy triste pensar en ello. Deseo que estas nuevas generaciones sepan gestionar mejor que nosotros la responsabilidad de convivir en armonía con la Naturaleza y de desplegar un desarrollo sostenible para poder seguir viviendo y existiendo como especie. Pues el planeta Tierra siempre estará aquí. Ha sobrevivido a mil pandemias, nosotros incluido, quienes no vamos a sobrevivir si no cambiamos drásticamente seremos nosotros; la Humanidad.


Noviembre: llegó el frío y con él también las lluvias. Mi Laguna amada se vistió de luces de Navidad y pude darme alguna escapadita al frío que tanto amo y visitar a algún que otro amigo de mis tiempos universitarios. Además, en mi pueblo costero del suroeste también pude disfrutar de días de lluvia intensa y frío. ¡Tuve ocasión al fin de vestirme con botas, chaquetas y usar los foulards que tanto adoro! 

Diciembre: aquí estamos, hace frío y eso que aún no ha entrado el invierno. La gente está muy triste y gris, pero intenta ser feliz. El lunes 7 me corté el cabello pues ya lo llevaba muy largo, me di uno de esos cortes modernos de pelo rizado cortado en capas y con flequillo ochentero. 



A Dios gracias mi familia y los míos estamos bien y seguimos reuniéndonos siempre que podemos los fines de semana. ¡Nuestras comidas familiares son como revivir la Navidad una y otra vez y nos encantan!


Las luces de Navidad han llegado al pueblo y hasta pudimos disfrutar de un concierto de Gospel (sin público, se pudo ver en streaming por Facebook en el canal del Ayuntamiento de Santiago del Teide). Este año van a  ser unas Navidades muy distintas, pero lo importante es que todos estemos, aunque no sea presencialmente sino virtual, pero que estemos. Y que podamos entrar juntos en el 2021 con la ilusión y la esperanza de que todo esto se disolverá pronto y quedará como un mal recuerdo en la memoria colectiva. 

Dicen que por primera vez en 800 años se podrá ver La Estrella de Belén, en hemisferio sur del 16 al 21 de diciembre. Soñemos despiertos/as con que esta Estrella, que alumbró el Nacimiento de Jesús Cristo, será el punto de inflexión en nuestro destino como Humanidad y que todo irá a mejor paulatinamente. 


¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS/AS, LES LLEVO SIEMPRE EN EL CORAZÓN!! 


¡¡AMEN Y SEAN AMADOS PORQUE SOLO A ESO HEMOS VENIDO AL MUNDO!! 


¡¡LUCHEN, LUCHEN, LUCHEN, Y, ...., CUANDO YA NO PUEDAN MÁS, LUCHEN TODAVÍA!! 



Ana Nayra Gorrín Navarro, a viernes 11 de diciembre de 2020.