Porque Dios me dio el honor de ser tu Madre, hijo mío. Y se preguntarán, ¿qué tiene que ver el haber sido Madre? ¡¡PUES TODO!! Porque tras ser Madre,he aprendido a valorarme y quererme.
Todo en mi vida, eres tú primero, Hijo mío. Y en ese filtro entran muchas cosas. Porque tú eres lo primero, quiero dar de mí lo mejor. Físicamente no seré una sílfide, pero cada mañana me levanto con la ilusión de dar todo lo mejor de mí, de cuidar la imagen que proyecto hacia los demás, de vestirme con la mejor de las sonrisas, de transmitir sólo energía positiva, de dar sólo cariño y positividad a quienes me rodean. De poner tanto color en mi presencia como alegría en mi vida. Porque ser feliz es más bien una actitud, un aprender a ser feliz con lo que uno tiene sin esperar a un momento mejor en el futuro sino teniendo en cuenta que, probablemente, el mejor momento sea éste, el del presente. Ya que por ello se llama presente, porque es un regalo. El pasado ya no está, no existe, se esfumó. El futuro es sólo una probabilidad de que ocurra. La verdadera posesión del ser humano es el presente.
Me he propuesto acabar Derecho por la UNED, por ti hijo mío. Porque no hay que temer nada en esta vida, y el peor de los miedos es el miedo al fracaso. Aún estando en la treintena creo que es posible acabar una carrera que dejé en el tintero, por seguir (cuando tenía 25 años) los dictados del corazón.
He dejado de ser tan visceral e impulsiva. Medito y remedito todo una y otra vez antes de hacerlo (¿impensable en mí, no? Quien me conoce sabe de qué hablo).
Me dejo llevar más por la razón que por el corazón. ¡Cuántas citas he echado abajo por no sentirme segura de ese hombre! A la mínima señal de que me puedan herir el orgullo de mujer, a la mínima,..., doy carpetazo. ¡Y mira que han habido "tíos buenos e interesantes" en esa lista de citas que cancelo! Jeje... Pero,..., con mi batería de preguntas en las citas y con mi modo de darle vueltas a las cosas una y otra vez, puedo llegar a conclusiones de cómo es ese hombre y cómo se comportará conmigo. Así que,..., ¿no es menos cierto que más sabe el diablo por viejo que por sabio y que más vale no calentar lo que tarde o temprano se va a querer dejar congelar? A buen entendedor,... Antes esto era impensable en mí: si me gustaba un hombre, iba con toda mi lava y con una venda negra y súper gruesa en mis ojos. No era nada analítica ni selectiva, simplemente me dejaba llevar por la fuerza de la naturaleza que me hiciera o no sentir, por el deseo, por la pasión. Y aún viendo que tal vez ese hombre me podría hacer daño, yo seguía con mi apasionamiento. Eso me llevaba a autosugestionarme y a auto-enamorarme de esa persona, ¡y luego me llevaba cada chasco! Cuando pasaba un poco el fuego, y podía más o menos meditar y razonar, ¡los chascos eran bestiales!
Hay hombres que sólo buscan sexo en una mujer. Ya yo eso no lo quiero. No tengo veintitantos como para caer en esa trampa, dañina por necesidad. ¡¡HE APRENDIDO A QUERERME!!
Cuido mi orgullo, antes ni sabía que lo tenía.
No permito que me roben la sonrisa, mi hijo no merece tener una Madre triste y abatida.
ESTOY FELIZ Y EN PAZ. Y QUIERO EDUCAR EN ESTA FELICIDAD Y PAZ A MI HIJO. DARLE UNA INFANCIA DULCE Y TRANQUILA PARA QUE SEA UN ADULTO SANO Y EQUILIBRADO.
LA MATERNIDAD ME HA ENSEÑADO ¡TANTAS COSAS! MI HIJO ES MI GRAN MAESTRO EN ESTA VIDA. FRUTO DEL AMOR MÁS GRANDE QUE JAMÁS SENTÍ POR UN HOMBRE.
No me arrepiento de absolutamente NADA que haya hecho en la vida. Siempre obré con el corazón en la mano.
Ahora, como Madre, soy cauta y acecho a cada paso, escucho agazapada al suelo -cual Madre leona- cada señal. Cada vez que doy un paso, mi intención es saber a ciencia cierta que lo doy hacia adelante, no hacia atrás. Como el slogan de Johny Walker, SI HAS DE CAMINAR, QUE SEA HACIA ADELANTE.
Ana Nayra Gorrín Navarro.
Viernes, 21 de junio de 2013.
