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sábado, 29 de junio de 2024

“Cuatro miradas” de Esther Albarrán.

 

“Cuatro miradas” de Esther Albarrán.

 

Este libro llegó a mis manos paseando por Bilbao, me encontré con la propia escritora.

Ya de entrada, al leer la contraportada, me retrotraje a Almudena Grandes con su “Atlas de geografía humana” en el que cuatro amigas; Marisa, Rosa, Ana y Fran paseaban por Madrid sus crisis existenciales, propias de la cuarentena en las que estaban inmersas, arropadas por la amistad de profundas raíces que las unía.

“Cuatro miradas” tiene 204 páginas, con un tamaño de letra bastante agradable (sí, sí, aunque lleve gafas, ya miro mucho esto del tipo de letra en los libros físicos). En la novela de Albarrán, las cuatro amigas son Carla, que pone de manifiesto el techo de cristal al que se enfrenta la población femenina española en el mundo laboral, Gabriela la eterna cuidadora, Marina la “seña perfecta”, obsesionada con el orden y la organización y a quien todo su mundo se le derrumba por la infidelidad de su pareja, e Irene la diseñadora gráfica (otra similitud con el libro de Almudena Grandes, en el que la diseñadora gráfica era Ana) que viaja hasta Guatemala en plena catástrofe natural para buscar a Manuel, dejo a la lectora/el lector descubrir quién es Manuel en la vida de Irene. Y, al igual que en la novela de Almudena Grandes, nos enfrentamos a lo largo de la novela a sus crisis existenciales y al valor de la amistad.

De todas ellas, con quien más me identifiqué fue con Gabriela, la que cuidaba a su madre con Alzheimer y tenía dos hermanos. Aunque a ratos también con Irene, por su faceta artística, filántropa y bohemia tan incomprendida por muchos de sus seres queridos. Y porque su relación con Manuel es muy parecida a mi relación con un ex a quien tuve como mejor amigo durante mucho tiempo y recientemente acabó decepcionándome de manera atroz.  

Y me acordé mucho de mi grupo de amistades inglesas, con quienes también quedaba cada martes por la tarde (beer’s day lo llamábamos) para conversar, reír y olvidarnos de todo frente a unas buenas pintas de cerveza, mientras nuestros/as hijos/as jugaban en el parque de enfrente del bar donde nos reuníamos. Luego los/las niños/a crecieron, se convirtieron en adolescentes y adultos/as y dejé de subir al bar de los martes, inmersa en las obligaciones laborales y domésticas y cansancio diarios, pero sé que debo pasarme por el bar algún martes, ellas siguen ahí cada tarde de beer’s day. Y, a decir verdad, las extraño muchísimo.

La novela transcurre en Bilbao y en ella he podido identificar varios locales en los que estuve, como la hamburguesería de Paco, las mejores hamburguesas caseras de la ciudad, el Starbucks de la Gran Vía bilbaína, la calle Santa María (la mejor para comer pintxos y disfrutar de un exquisito vermut a la bilbaína).

El título me parece acertado (pues son las cuatro miradas de las cuatro amigas, cuatro historias separadas que se entrelazan en una sola por medio de la amistad que las une), la portada también (ese cafecito con dulces que compartían ellas cada martes) y sin duda alguna es una lectura amena, me lo leí en una tarde, y que recomendaría. Sobre todo, para hacernos recordar que en esta vida lo verdaderamente importante no se logra comprar con dinero: el amor, la amistad verdadera, las tertulias entre amigas/os…

 

En Los Gigantes, a sábado 29 de junio de 2024. El día del concierto de Ed Sheeran en Tenerife, al que no fui por quedarme sin entradas (cuando lo recordé hace unos meses, ya era demasiado tarde y se habían vendido todas).

 




 

 

 

 

 

 

viernes, 28 de junio de 2024

Me regalo algo que deseaba durante años

 Desde hace años soñaba con tener un tocadiscos y escuchar a mis grupos favoritos con el sonido inigualable del vinilo. 

Pues ya hoy he hecho mi sueño realidad:




Y mi primer disco es, cómo no, de AC/DC, uno de mis grupos favoritos. Cuando estaba embarazada, ya creo que lo he contado, la escuchaba a todo volumen en mi piso de estudiante universitaria y bailaba por toda la habitación, descalza, con el cabello larguísimo suelto y abrazando mi tripa enorme de embarazada. Mi hijo se movía y sentía toda su energía bonita emocionarse con la música. Hoy en día, también AC/DC es uno de los grupos favoritos de mi hijo. 









Gestión de la comunicación empresarial en caso de crisis y catástrofes

 Este mes, además de obtener el título de la UNED, me he sacado este curso de gestión de la comunicación empresarial en caso de crisis y catástrofes. Viviendo en una isla volcánica y después de haber vivido la pandemia, creía necesario y útil sacarme esta formación. 


Sumo y sigo....




Valores y ética

 La ética y la moral tendrán que ser tus acompañantes fieles durante toda tu vida. Más allá de credos, fé y religiones, como ser humano de bien has de poseer una serie de valores considerados humanos y que deben estar en coherencia con tu vivir la vida, con lo que aceptas o no en ella y con quienes te rodeas. ¡Es muy importante saber decir no! Y, sobre todo, alejarte de personas que no comulguen con tus valores. Aún a riesgo de que estas malas personas te critiquen. No importa, tú con quien debes estar tranquilo/a es con tu propia consciencia. 


Para mí la disciplina diaria es fundamental y mi trabajo me permite ejercerla, tener una vida ordenada y asumir responsabilidades con orgullo. Levantarme cada día con la ilusión de tener algo que hacer y ser útil a la sociedad (pues con los ingresos de mi nómina se generan impuestos que se revierten en el gasto público para la sociedad: hospitales, colegios, carreteras, …, formando un ciclo perfecto, el financiero). Como siempre digo, “el trabajo (el legal) dignifica a las personas” (frase de Karl Marx). También es importante el desarrollo personal y para ello no hay nada mejor que la formación continua, que ha de ser (como su propio nombre indica) una constante en la vida laboral de cualquier persona de bien, funcional y productiva. 


Y no olvido que tengo un hijo en este mundo y que yo he de ser siempre una buena referencia para él. El mejor legado que puedo dejarle es haber vivido bien la vida, de manera correcta ética y moralmente, conforme a mis valores humanos de ciudadana europea del S. XXI. 





En Los Gigantes, a viernes 28 de junio de 2024. 


jueves, 27 de junio de 2024

Al fin negativo en COVID, después de una semanita mala

 ¡Menos mal! Al fin me ha salido negativo el test COVID. Desde el martes me estaba haciendo uno cada tarde. Ayer me lo salté, para no decepcionarme, y hoy me lo hice desesperanzada, pero afortunadamente ya mi organismo eliminó al bicho en su segundo asalto (el primero fue en diciembre 2021). Espero que sea verdad que ahora estoy inmunizada por, al menos, seis meses. Dicen que en agosto habrá otro pico fuerte de contagios. 




Los Maple, literatura contemporánea. Reseña sin spoiler.

 

Los Maple, literatura contemporánea. Reseña sin spoiler.

 

Una novela simple, sin una trama muy complicada y con unos personajes bastante planos que exponen sin tapujos sus intimidades conyugales. En ella se entretejen los valores tradicionales de la familia estadounidense, aunque con excesivo énfasis en roles de género. Al parecer, esta novela tiene mucho trasfondo autobiográfico de su autor, John Hoyer Updike.

Abuso de los adjetivos y un estilo literario muy particular que consigue engancharte y, por ende, logra su cometido: entretenerte y hacer que te olvides de tus problemas mientras lees el libro.

Un título acertado y una lectura que, aunque no es de mis mejores, podría recomendar, aunque en una escala del 1 al 10 le daría un 6,75. En cuanto a la portada, no me parece para nada acertada ni llamativa. 

Me la leí en dos tardes (de este martes 25/06 y miércoles 26/06) tiene un total de 195 páginas y me la leí en el Kindle Unlimited de Amazon Prime. 





Diegote, tu silueta

 Un nuevo descubrimiento musical... Diegote. 



Y no sé quién es este chico ni de dónde, pero este tema es pura poesía y su voz y manera de interpretarla, lo mejor que he escuchado en muchísimo tiempo. 


¡¡Quiero más!! Quiero escuchar más de él y en un estudio de grabación....




domingo, 23 de junio de 2024

NOTAS FINALES DE ANTROPOLOGÍA Y DESARROLLO POR LA UNED

 ¡¡Al fin tengo ya las notas finales de mi microgrado por la UNED en Antropología y desarrollo!!














Les transcribo ahora las observaciones de mi tutora:


<< Hola, Naira. 

Por fin, he podido revisar vuestros trabajos de fin de curso y te envío unas observaciones sobre los que tú has presentado.

Has hecho un muy buen trabajo, tanto en la documentación de las contrapartes como en la propia historia para ubicar en su contexto preciso el proyecto. También destaca el esfuerzo en la relación con las lecturas del curso con el contenido del proyecto presentado, lo que deja entrever que efectivamente has sacado un excelente provecho de todo ello.
 
Te felicito por ello.  Tienes una calificación de 9,75/10  por tu brillante desempeño en este curso. A lo largo del mes de julio, la UNED te enviará tu título a tu correo de alumna. 

Recibe un gran abrazo. Espero que pases un feliz verano y sigas con tu formación.

Un placer haber contribuido a ello. >>



¡Estoy súper contenta y orgullosa! No fue nada fácil compaginar estudios con trabajo. Cuando sales de trabajar acabas agotada y cuesta sacar ganas y tiempo para estudiar. Espero que no me dé por meterme en "más líos académicos". Aunque,..., la formación en la vida de una persona ha de ser continua, así que...  



COVID, LA SECUELA

 



Como una segunda parte de una serie que ya viste, jajá. Voy a tomármelo con humor porque si no... 

En mi viaje al País Vasco he pillado de nuevo el COVID. Ese bicho inmundo que ya tenía tan olvidado. La verdad es que nada más aterrizar en el aeropuerto de Bilbao, tan lleno de gente, con tanto olor a humanidad y con tan poca ventilación, una falta de aire se apoderó de mí. Miré a todo el mundo y nadie llevaba mascarilla, yo tenía una en mi bolso de mano, pero me dio pereza pararme y buscarla para ponérmela. Salí rápido a por el taxi. Tal vez si me hubiera puesto la mascarilla ahí... No sé por qué pienso que lo pillé ahí, no había nada de ventilación y el aglutinamiento de las personas fue increíble, nos quedamos cuerpo a cuerpo apretados unos/unas contra otros/otras en la puerta de salida de camino a las cintas de equipaje. 

Creo que elegí una mala fecha para viajar, había excesivo tráfico aéreo y movimiento de personas. Además de la DANA que atravesó la península y retrasó muchos vuelos, coincidió con el fin del calendario académico y muchas personas viajaron aprovechando el fin de los colegios, institutos y universidades. Normalmente, yo viajo en segunda quincena de septiembre y creo que es mejor esta fecha. Como decía mi abuela, una para ver y otra para aprender. 

Yo tengo las tres vacunas del COVID y ya tenía súper olvidado este tema. En diciembre de 2021 (del 21 al 29, en plenas navidades) me enfermé por primera vez. Y ahora me ha dado la segunda vez, exactamente 2 años, 5 meses, y 21 días después. Es decir, ¿las tres vacunas y el haber pasado la enfermedad no me han inmunizado? ¡Jolín! Y mira que lo estoy pasando mal, ¡eh! Exactamente como la primera vez que me dio: un cansancio atroz, dolor en todo el cuerpo y articulaciones, me cuesta una barbaridad levantarme de la cama, estoy absolutamente llena de flemas y mocos, me faltaba mucho el aire los primeros días (esto me asustó mucho, qué mal lo deben pasar la gente asmática), ahora parece que va pasando, también me dolía la garganta pero ya va pasando, estoy afónica perdida (no tengo voz alguna, hablo con un hilito de voz y ronca perdida, como me dice mi amiga Maribel parece que he estado un mes entero de marcha 😂), me duelen los riñones (también es que ya es luna llena, encima la luna llena de fresa propia del inicio del verano y estoy a punto de menstruar, como en cada luna llena, tal cual las brujas ya les dije una vez) y, para colmo, estoy sorda perdida. Al parecer, según me dijo mi médico tengo los oídos absolutamente llenos de mucosidad y esto ha provocado que generen más cerumen de lo normal (sistema de defensa natural del oído) y se me han formados dos tapones de cera, uno en cada oído (¡jolín! ¿quién da más?). Me han mandado Frionex comprimidos efervescentes (uno al día) para las flemas y mucosidad, Dymista spray nasal dos veces al día para desinfectar la nariz, paracetamol cada 8 horas para el malestar general y Otocerum gotas mañana y noche durante una semana para ir ablandando la cera de los oídos y el lunes próximo ir a hacerme lavado de oídos, a ver si hay suerte y expulso los tapones, si no me tendrán que remitir al otorrino. Estoy sorda y es muy incómodo, pero bueno... Esto explica por qué me dolieron tanto los dos oídos cuando estábamos aterrizando en Tenerife. Fue horrible la presión y dolor que sentí en los dos oídos durante el aterrizaje del avión. 

Tengo baja médica por tres días (me querían dar por una semana, pero pedí solamente tres días). Si Dios quiere, mañana ya voy a trabajar. ¡Necesito reiniciar ya mis rutinas y ponerme al día en el trabajo! 

Será una vuelta al trabajo post vacacional muy dura, pero bueno... También me queda el consuelo de pensar que me quedan aún por disfrutar quince días de mis vacaciones 2024 en septiembre. Y ahí sí que no pienso moverme de mi islita bella, Dios mediante. Quiero pasarlo con mi hijo (que ya no quiere viajar conmigo 😭, ya saben... casi 19 años que tiene), mis sobrinas, mis padres, mi familia y mis amigas.  

 Ya tengo listas las Floradix y hoy he empezado a tomarme tres cápsulas, a ver si me recupero pronto. Y me queda claro que tengo que añadir alimentación sana y ejercicio a mi vida, como me repite cada día mi precioso hijo. Creo que tengo mis defensas demasiado flojas y mi obesidad y corpulencia (peso 120 kilos y mido 173,5 cms) no me lo ponen nada fácil.  En el próximo post les cuento cómo salí de la UNED, porque ya tengo las notas finales... 





 

Reseña sin spoiler de la novela “Antonia” de Nieves Concostrina.

 

Una maravillosa e hilarante, aunque con momentos de dolor y drama, historia castiza, ambientada cómo no en mi amado Madrid (que debe su nombre al árabe, Mayrit, tierra de arroyos), en uno de sus barrios más pobres.

Es todo un paseo histórico por el Madrid de preguerra, guerra civil española (1936-1939) y postguerra (Segunda Guerra Mundial, de 1939-1945) con detalle exhaustivo de toda la picaresca y chulería del madrileño/a, que se las ingeniaba de manera muy creativa para salir adelante en medio de tanto obstáculo. Todo narrado desde la voz omnipresente de la autora y la perspectiva de Antonia, una de esas mujeres maravilla españolas que, seguramente, tengamos una en cada familia y/o grupo de amigas.

Excelente recordatorio a la memoria colectiva de España de lo mal que lo pasaron nuestros/as antecesores/as y, sobre todo, del arduo trayecto que tuvieron que caminar para construir la España libre, democrática y europea de hoy en día. Porque quienes hemos nacido en las libertades, no sabemos de romper cadenas ni de comer arroz amasado y empanado en harina para hacerlo pasar por un exquisito filete de merluza, en épocas de guerra y hambre. 

Me lo leí en el Kindle, pero mientras lo leía me hizo acordarme tanto de mi amiga madrileña Maribel, que lo he pedido en Agapea para regalárselo. Ella usa muchas expresiones que usaba Antonia y, salvando las distancias temporales y que mi amiga es mucho más elegante (incluso hablando), Antonia tiene todo ese garbo y empuje de la mujer madrileña que tiene mi amiga.

En resumen, recomiendo su lectura. Te aseguro que te arrancará carcajadas.




Mañana domingo empezaré con uno que me ha prestado mi buena amiga Celia Escuela, titulado "Los nueve reinos" de Santiago Díaz. Veremos qué tiene que contarnos sobre mis ancestros guanches. Bueno, realmente tengo un 11 % de ADN guanche, mi ADN predominante es el íbero -según el test de ADN de MyHeritage tengo un 66% de ADN íbero y eso, según los expertos me señalan, es un montón-. No obstante, aunque solamente tenga un 11%, lo importante es que tengo genes guanches también, así que veremos qué me cuentan de esa parte de mi árbol genealógico. 

Ya de entrada tengo que decir que no me gusta el final de la contraportada. Porque NO es verdad que los guanches desaparecieron para siempre. Y a las pruebas científicas de mi test de ADN me remito. ¡Yo sigo aquí! No desaparecimos, nos mezclamos con otras razas, pero nuestra cultura, tierra y gente sigue viva. Me parece una absoluta falta de respeto decir "de una raza que desapareció para siempre". Es una perspectiva etnocentrista y absolutamente colonizadora la que narra, está claro. Pero me lo voy a leer entero y voy a escribir un post al respecto cuando acabe... 







En Los Gigantes, a sábado 22 de junio de 2024.

viernes, 21 de junio de 2024

Unos días en el País Vasco

 Como siempre que puedo (he de decir que por lo general compro los billetes y pago el hotel con bastante antelación para asegurarme un buen precio, además de que ahorro lo que recaudo de la venta de mis libros durante todo un año antes para poderme permitir estas escapadas anuales), me he dado una escapada de turismo cultural. No todo es color de rosa, porque me he venido con algo que me sobraba bastante, la verdad, ya les contaré al final. 


Me quedé en el Petit Palace Arana de Bilbao, un hotel de tres estrellas en régimen de desayuno incluido, situado en pleno casco viejo de Bilbao. Suelo alojarme en este tipo de hoteles urbanos. 


Ya había pagado con anticipación y vía Booking el taxi que me recogería en el aeropuerto a mi llegada. Me recogió un chico de mi edad, llamado Mikel, un chico muy simpático y sociable que me fue relatando durante todo el trayecto dónde nos encontrábamos e iba contando todo lo que sabía de la historia de Bilbao. Se dio una anécdota muy graciosa y es que el chico al ver que venía de Tenerife se había imaginado (tópicos a la vista) una chica morenita. Y me soltó un:

- Pero... ¿Y tú eres canaria? ¡














 Esta leche de soja no la he visto en Tenerife y estaba riquísima.

El colosal Teatro Arriaga por dentro, uno de los más bonitos que he podido visitar. 


































































































Si eres más blanca que yo! Yo me había imaginado una chica medio mulata ( 😂).

- Pues no, siento decepcionarte Mikel, pero en Canarias estamos muy mezcladitos, y yo tengo un alto porcentaje de íbera, así que soy blanquita como cualquier peninsular más. 

- ¡No, no! Si no me decepcionas, pero la verdad es que es increíble cómo tenemos clichés ya en la mente. (Dijo mirándome fijamente por el espejo retrovisor interior). 

Me dejó su teléfono, que me pasó por WhatsApp (en Booking tienes que dejar tu número de teléfono al taxista para encontrarte cuando llegues al aeropuerto). Y me dijo que si me pasaba cualquier cosa no dudara en llamarle, súper servicial y acogedor el muchacho. 

Llegué a Bilbao ya casi de noche, después de un largo vuelo (directo desde Tenerife Norte a Bilbao) de más de cuatro horas. Por fortuna sólo tuve un retraso, en este vuelo, de diez minutos. Más adelante les contaré la odisea para volver a Tenerife ayer.

 Volé a Bilbao con Vueling (aunque lo compré en Iberia) VY3261 salimos de Tenerife norte a las 15:25 y aterrizamos en Bilbao a 19:30. 

La ruta del avión: Tenerife, Gran Canaria, Gran Canaria a ciudad de Faro en Portugal, de ahí a Madrid, de Madrid a Vitoria y de Vitoria (Álava) a Bilbao (Vizcaya). Llegando a Bilbao, pasamos por turbulencias, a las 19:00 hora local. Y aquí me acojoné un poquito, la verdad. Una DANA ubicada en la península me iba a complicar un poco los vuelos de este viaje. 

Tuve asiento XXL, pedí un cappuccino que a mí me sabía a chocolate quemado (más adelante volveremos a este sabor) y un muffins de vainilla y pepitas de chocolate. Porque sólo había almorzado un bocata pequeño de jamón y queso en el aeropuerto (sin café, pedí una botella de agua, pero me la dejé atrás olvidada en una silla del aeropuerto). He de confesar que se me cierra un poco el estómago antes de coger un avión. Y también que me tengo que tomar un Fortasec antes de salir de casa, no falla. 

En la puerta de embarque (puerta B26) de Tenerife Norte me encontré con Blanca, la profesora de Ashotel que nos ha dado cursos en el hotel. Ella volaba a Madrid y de ahí a Menorca. Fue tan dulce que me regaló una de sus bellas pulseras, una con un pececito y bolitas de color marfil y espero que haya tenido buen vuelo y feliz estancia en la isla balear.

El martes 18 de junio visité:

1) El museo Guggenheim. 

2) La basílica de Nuestra Señora de Begoña.

3) El museo de Bellas Artes de Bilbao y el interior del Teatro Arriaga, que lo tenía justo en frente del Hotel donde me alojaba.

4) La Catedral de Santiago de Bilbao, de estilo gótico, aunque la torre y fachada es de estilo neogótico.

5)  Y me pateé todo el casco viejo (7 calles), comí unos pintxos locales y un exquisito vermut súper bien preparado. En uno de los bares conocí a un camarero argentino súper zalamero que enseguida me preguntó si era venezolana (fue el tópico de este viaje, todo el mundo me preguntaba si era venezolana). 

Supuestamente, este martes tenía que coger una guagua a San Sebastián y luego tomar otra que me trajera de regreso a Bilbao casi de noche, pero estaba tan rendida que pasé de visitar Guipúzcoa, me queda pendiente para la otra ocasión (así tengo la excusa para volver al País Vasco). Llegué exhausta a la habitación. Ya desde este día me empecé a sentir "medio rarita" (muy cansada), pero lo achaqué al vuelo largo del día anterior y a los cambios tan bruscos de clima, pues en Bilbao lo mismo hacía sol que se te encapotaba todo el cielo, se metía un frío del copón y llovía a cántaros. Y yo no vine con ropa de invierno, en realidad fui demasiado fresquita, con una simple chaqueta vaquera y ropa ejecutiva con tela muy fresca.

El miércoles 19 de junio ya me levanté sin apetito (algo rarísimo en mí) y con un gusto extraño en la boca (algo que me mosqueó un poco, sentía todo el tiempo sabor a chocolate quemado en la boca y empecé a pensar que el cappuccino que me ofrecieron en el avión estaría, tal vez, caducado). No obstante, mi espíritu explorador pudo más y, con ojos vidriosos y sintiéndome muy cansada, visité:

6) Azkuna Zentroa, antiguo almacén de vino que hoy en día es un centro cultural precioso. De camino a él conocí a una escritora local, una chica bilbaína llamada Esther Albarrán y que tenía un puestito en la calle vendiendo sus libros. ¿Saben a qué precio vendía in situ su primera novela? ¡A tres euros! ¡Qué penurias pasamos las escritoras! Le dejé mi tarjeta de escritora, ella me dejó la suya y estuvimos conversando un ratito súper agradable. ¡Me encantó conocerte, Esther! Si vienes a Tenerife, ya sabes que me tienes que avisar para tomarnos algo juntas y enseñarte mi maravilloso pueblo, Acantilado de Los Gigantes. 

7) Iglesia de San Antón (San Antonio Abad), aparece retratada en el escudo de la villa.

8) Archanda; el monte de Archanda al que se accede en un simpático funicular y que tiene un mirador bestial de la ciudad.

9) Iglesia de San Nicolás, de estilo barroco en la plaza San Nicolás del casco viejo y que alberga una importante colección de esculturas de Juan de Mena.

10) Euskal Museoa Bilbao Museo Vasco. Museo de armas, cultura pastoril y cultura bilbaína (esos hombres del norte fuertes y dispuestos siempre a todo). 


El euskera es la lengua más antigua del continente europeo y que aún se habla, lengua viva. No se parece a ninguna de las lenguas habladas en España, es absolutamente única y genuina.

Los paisajes del País Vasco son agrestes, es una tierra muy montañosa, muy verde,  y preciosa. Como linda es su gente; amable, sociables y serviciales.

Dicho todo lo bueno, ahora viene que en el vuelo de ayer con Iberia de Bilbao a Madrid y de Madrid a Tenerife Sur sufrí retrasos de hasta cuatro y cinco horas en sendos vuelos. Fue un infierno. Sobre todo porque estando en Madrid Barajas me subió la fiebre y nos hacían caminar de punta a punta la terminal 4 cambiando todo el tiempo de puerta de embarque y hora de salida, fue una auténtica pesadilla por la que ya he puesto la correspondiente reclamación. Lo siento, pero lo pasé fatal. 

En Madrid Barajas me encontré con María, una chica de Los Gigantes, su pareja y el hijo de ambos. Y para mi sorpresa, dentro del avión, en business (porque hay más espacio para mi cuerpo enorme), me encontré con un ex novio hindú de Los Cristianos (creo que el chico más guapo que ha pasado por mi vida; alto, moreno, educado, bueno y súper elegante, tuvimos un romance cuando yo tenía 22 años y él 26, cuando éramos unos pipiolos). Él viajaba solo por cuestión de negocios y estuvimos conversando un ratito, aunque yo me encontraba tan mal que le pedí que me disculpara porque iba a intentar dormir un poco (imposible, me sentía asfixiada y la fiebre y el dolor de cabeza no me daban tregua). ¡Qué mal lo pasé para regresar a Tenerife, Dios! Al bajarnos del avión, me pidió el teléfono, pero quise no dárselo. ¿Para qué? Tuve claro por qué lo dejamos, soy súper radical con estos temas y él vivía para trabajar (literalmente, de lunes a domingo), un esclavo total de su tienda (herencia de su padre, él es de padre hindú y madre canaria aunque todo en él es hindú, hasta su religión y modo de vivir la vida). Yo trabajo para vivir, no vivo para trabajar y tampoco iba a convertirme al hinduismo como pretendió cuando teníamos yo 22 y él 26, somos absolutamente incompatibles. Aunque es paradójico todo, porque durante muchos años me estuve acordando de él, muchos años después de mi divorcio en 2008 y siempre quise saber qué había sido de él. Pues mira... La vida me lo puso en un vuelo y yo pasé literalmente de él porque me encontraba fatal. ¡Paradojas de la vida! 

Y, para colmo, hoy me he hecho un test de Covid y gripes y he dado positivo en COVID (segunda vez que me enfermo, la primera en diciembre de 2021, y eso que tengo las tres vacunas). Me encuentro fatal, me duele todo el tiempo la cabeza, tengo fiebre alta cada seis horas y lo  peor es el dolor de oídos, de riñones y la asfixia continua (¡no puedo respirar bien!). Tengo cita con mi médico de cabecera esta tarde. A ver...

Ahora les dejo con fotos y vídeos del viaje. ¡Espero que las disfruten! Yo con este viaje ya habré estado en todas las Comunidades Autónomas de España. En Inglaterra, Portugal y Francia. ¡Me queda toda Europa por descubrir! Jeje...