¡¡ A LA FRÍA CERVEZA !!

" Beber cerveza en una playa "

Ponte en la piel de una mujer guapa, modelo, joven (de unos treinta y pocos años) , que pasa un día de playa con amigos/as en una fiesta playera de un lugar turístico de su país.

El calor aprieta , los turistas beben cañas frías y ella,desconsolada, se acerca a la barra del chiringuito playero a pedir una cerveza. Ella, mujer de mundo, que por su profesión ha viajado y conocido casi todos los países, suele beber de vez en cuando alcohol, en forma de frías cervezas que refrescan su paladar y relajan sus nervios y presiones. Tal vez ocasionados por la colisión de principios que se producen en su vida. Por un lado, el islamismo radical mamado en su seno materno, en su hogar primario familiar. Por otro lado, los principios democráticos aprendidos en los países europeos por los que ha viajado.

El día que esta joven descubrió que existen países en los que las mujeres pueden reir a carcajadas altamente sonoras y amplias ( prohibidas para las mujeres en el mundo islámico), que pueden ir por la calle mirando al frente y no al suelo, sin taparse la boca para hablar o reir, el día que vio que existen mujeres que pueden ir por las calles no sólo con su rostro libre de telas, con su cabello al viento, sino que pueden incluso hacer "top less" en las playas, que pueden fumar y beber si así lo desean, que son ellas las dueñas absolutas de sus vidas, sus cuerpos y sus decisiones. Ese día, la joven experimentó tal catarsis emocional que llegó incluso a cuestionarse si había nacido en el lugar correcto o se trataba de una pirueta del destino y zancadilla cruel de la vida la de ser mujer en un país radicalmente islámico y haberse adentrado en el túnel de las libertades, que ella conociera pero no pudiera disfrutar JAMÁS. No se trata de libertades, se trata de DERECHOS HUMANOS, de tratar a la mujer como a un Ser Humano y no como un objeto, un jarrón lindo que colocas en una casa, un trofeo en una estantería. Una matriz de la que sale la prole, unas manos que cocinan, limpian, cosen , lavan, friegan,.....¡¡¡¡NOOO!!!! Ése, el maltrato psicológico, es el peor de los malostratos.

Esta joven, si Amnistía Internacional no llega a tiempo, será apaleada en público, castigada a no sé cuántos latigazos en una plaza pública , probablemente televisado y redifusionado, por haberse bebido una cerveza en una playa, en un país de islamismo radical , cuyo nombre no quiero mentar. ¿Dónde queda el Derecho Internacional en todo esto? ¿Hasta cuándo el Planeta Tierra en pleno S. XXI tiene que ser testigo de tales atrocidades?

Ana Nayra Gorrín Navarro.
Domingo, 23 de agosto de 2009.