¿Y CÓMO HAGO?

Matriculada ya de las cuatro asignaturas de Grado en Derecho que me propuse para este año, me estoy haciendo un lío con mi forma de planificarme mi tiempo y temarios.

Había pensado que podría estudiar de nueve y media a doce y media de la noche, diariamente. Pero me doy de bruces con la realidad de que necesito dormir 8 horas para ser productiva y rendir bien así que, cancelo esa planificación diaria y la paso a los fines de semana. Viernes noche, sábados tardecita(está bien, tendré que barajar la posibilidad de omitir mis salidas nocturnas de los sábado noche para quedarme en casita estudiando) y domingo tardecita (porque las mañanas son para hijo, son nuestras mañanas de cine y desayuno dominical fuera de casa que tanto adoramos él y yo), que tendré que ponerme a piñón hincando codos y estudiar los fines de semana todo lo que debería haber estudiado entre semana. A un ritmo de un tema por asignatura cada dos días, llevándolo todo al fin de semana tendré que estudiar tres temas de cada asignatura (que en el primer parcial son tres, y en el segundo otros tres: dos anuales y dos cuatrimestrales) cada finde.

Entre semana mis obligaciones como trabajadora a tiempo parcial, madre a tiempo completo, estudiante de inglés por Oxford English de lunes a viernes (tengo que ir a un ritmo de un tema por semana y un examen cada viernes para poder cumplir con mis objetivos y poder llegar a examinarme en el consulado británico para el TOEFL), las tareas domésticas e ir al gimnasio diariamente ya completan todo mi tiempo. ¡¡Me faltan horas en las 24 horas del día!! Ojalá no necesitara dormir las ocho horas estipulativas porque, la verdad, nos pasamos mucho tiempo durmiendo en la vida, ¿no?

Sea como sea, encontraré la manera. Soy hiperquinética y me quemo en mi propio fuego interno. Pero,..., mientras arda la llama de la actividad, todo va bien en mí.

QUIEN NO HA AFRONTADO LA ADVERSIDAD NO CONOCE SU PROPIA FUERZA. Benjamin Jonson (1572-1637), dramaturgo inglés.