Los tenía pendientes: Dos posts sobre sendas películas que vi hace poco. Una es UN MONSTRUO VIENE A VERME y otra la que viera ayer mismo FIESTA DE EMPRESA.
Tranquilos, no seré spoiler de ninguna de ellas. Sólo diré lo que se ve en los trailers.
De la primera, UN MONSTRUO VIENE A VERME, decir que la vi en compañía de mi adorado hijo, de once años de edad. La película, una obra de arte sin igual del genio BAYONA, es un discurso abierto a la conveniencia o no de hablarles a nuestros hijos de conceptos que en nuestra cultura nunca se abordan, tales como LA MUERTE. En otras culturas es normal que se les enseñe a los niños/as que ésta existe y es probable que a lo largo de la vida de una persona tenga que enfrentarse a ella, por lo que es preferible que se les hable de la existencia de la misma.
Sin ir más lejos, en la cultura árabe (la cultura distinta a la mía que más cercana he tenido a lo largo de toda mi vida) nada más nacer un bebé se les susurra en el oído una oración en árabe que narra la existencia del bien y del mal, del día y de la noche, del frío y del calor, de la vida y...¡de la muerte! De la salud y de la enfermedad. Se les habla de que hay gente buena y gente mala, etc. ¡Y todo esto según se les corta el cordón umbilical! El padre de mi hijo, árabe, le rezó esta oración a mi hijo nada más nacer. A mí me angustió que le dijera esas cosas, pero hoy entiendo el significado y la necesidad de enseñarles a los niños/as el mundo tal cual es, sin aislarnos en una burbuja sobreprotectora. Pues se trata de prepararlos para que sean adultos/as autónomos, valientes y autosuficientes.
Por otro lado, en la película se deja patente que todo es relativo, ni el malo es tan malo ni el bueno es tan bueno. Además de la necesidad de tener fé en uno mismo y tener la autoestima en su justo nivel.
En relación a la segunda película, FIESTA DE EMPRESA (Office Christmas Party) . Decir que la vi junto a unos amigos, adultos todos (o eso se supone, jeje), pues no es apta para menores de 16 años. Fue, sin lugar a dudas, una buena sesión de RISOTERAPIA. No tan bestial como RESACÓN EN LAS VEGAS, pero sí que estaba muy a la altura de ésta. Con una Carol (Jennifer Aniston), absolutamente dickensiana y, por ende, anti espíritu navideño. Interpretando magistralmente el papel de mala de la película, aunque al final se relativiza bastante su rol de mala. Con un hilarante Josh (Jason Bateman) que nada más aparecer en escena con su mirada de eterno vacilón e ironía, te hace reír. ¡Me encanta Jason Bateman, es un grandísimo actor cómico! Y, haciendo de hermano bueno y víctima de Carol, el bonachón de Clay, T.J. Miller. A quien el capital que más le interesa en su empresa es el capital humano, las personas. Pues es consciente de que si su personal está feliz y contento, serán más productivos, se creará un clima de confianza y positividad laboral y todo fluirá mejor en la empresa (filosofía o política de empresa muy antagónica a la de su hermana Carol). Por otro lado, el fichaje al que hay que seducir para que apueste por la empresa en declive, el afroamericano Courtney B. Vance, haciendo del desfasado (por accidente) Walter, alias "el águila" jeje. ¡Qué risa con este personaje!
No voy a decir cómo acaba ni transcurre esta película, sólo recomendarles que las vean las dos pues son muy buenas películas con lindos mensajes.
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