TADEO JONES II

Tardes de domingo y de verano. Días consagrados exclusivamente a mi hijo y, últimamente, también a sus amigos más cercanos. En esta ocasión, como tantas otras dominicales, nos fuimos al cine a ver la segunda parte de Tadeo Jones II. No voy a ser spoiler pero matizaré lo que ya se ve en el trailer de la película:

El olor a palomitas recién hechas embriaga nuestro olfato, hacemos la interminable cola hasta llegar a ser atendidos. Nos hacemos acopio de las imprescindibles cotufas, además de refrescos, agua, chuches varias y, entradas en mano (previamente adquiridas en taquilla), nos dirigimos hacia la otra cola, la de entrada a la sala de cine. 

Desde que mi hijo tiene dos años y medio frecuentamos las salas de cine, le he insuflado el amor por este arte y por la literatura. Ambos disfrutamos mucho de este tiempo de calidad juntos compartiendo una película y/o leyendo cada noche un libro cada uno. Los hábitos de un niño/una niña se los fabrican sus madres/ sus padres, ¡¡nunca debemos perder de vista esto!!

Volviendo a la película: TADEO JONES II. 

Antes que nada, he de decir que el leitmotiv de querer ir a ver Tadeo Jones fue que es una producción española y que últimamente me ha entrado un ansia draconiana por consumir cultura española para de este modo impulsar nuestros productos culturales y fomentar la expansión de lo nuestro, apoyando así a nuestros artistas nacionales. Recordemos que está dirigida por Enrique Gato en conjunción con David Alonso.

En esta segunda parte Tadeo por fin se matricula en la universidad para estudiar Arqueología y está en el primer curso de la carrera que compagina con trabajar como albañil en una obra (por lo que infiero que se debíó de matricular por la UNED o por alguna universidad que permita estudios a distancia u online). Como en la primera parte, viajamos a distintos lugares: Las Vegas, de ahí a Granada y luego a Turquía. Sara y él aún no han materializado su relación (en la primera parte acababan con un beso que parecía ser el comienzo de su andaduría como pareja pero se ve que decidieron darse un tiempo). Sara Lauvrof había descubierto el papiro que demostraba la existencia del Collar del Rey Midas que convertía en oro todo lo que tocaba y presentaba tal hallazgo en Las Vegas, acontecimiento al que acude Tadeo junto a la secretaria y estudiante de segundo año de Arqueología, en compañía de sus mascotas el perro Jeff y el simpatiquísimo loro Belzoni (con sus constantes cartelitos desternillantes). 

Y en este escenario de triunfo para Sara, como siempre pasa, aparece el malo y secuestra a Sara. Tadeo y sus nuevos amigos tendrán entonces que ingeniárselas para rescatarla. En el viaje aprendemos mucha historia de los lugares por los que pasa. Empezando por La Alhambra de Granada.

La película es muy didáctica y tiene muy buen mensaje para niños/as y adultos/as. No puedes dejar de ir a verla si tienes niños/as (y no tan niños/as). 

¡¡Espero que la disfrutes tanto como nosotros cuando vayas!!