Por las mujeres valientes, esas
que están cambiando el mundo con su sororidad y sentido del honor. Por las que
amaron a un hombre con todo su ser, este las maltrató y, aún con miedo,
acudieron a la ley para defenderse.
Un hurra por quienes han dado vida
ellas solas pues un hombre insensato y desertor familiar las abandonó cuando
estaban embarazadas.
¡Un hurra bien fuerte por las que
estando solteras viven su soltería en libertad, sin miedo al que dirán! Disfrutan de su sexualidad y son sinceras con
los hombres que pasan por su vida.
Porque el machismo nauseabundo y
el patriarcado autoritario del macho es pestilente en muchos ámbitos de nuestra
sociedad y precisamos mujeres valientes que rompan todos los moldes. Que
quieran trabajar, estudiar, mantenerse ellas solas y a sus familias, tal vez
monoparentales, sin sentir que por no tener a un hombre al lado no se les va a
acabar el mundo.
Por las profesionales que no
sienten que por entregarse a su carrera descuidan su vida familiar.
Por quienes obligan a sus parejas
a participar en las labores del hogar en la misma medida que ellas pues los dos
trabajan fuera de casa y predican así con el ejemplo para los hijos que tienen
en casa. Para educarlos en la corresponsabilidad vital inter-géneros y la empatía. Para erradicar los
comportamientos sexistas, antesala y condición sine qua non de la violencia de género.
¡Gracias mujeres de la España del
S.XXI por hacer que nuestro país evolucione y no siga involucionando! ¡GRACIAS!
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